El lupus y su relación con las enfermedades pulmonares

¿Qué relación tienen el lupus y las enfermedades pulmonares? Descubra por qué la pleuritis, la fibrosis pulmonar y la neumonitis, entre otras, están relacionadas con esta enfermedad.

El lupus provoca una inflamación en el organismo. Esta inflamación afecta a muchas partes del cuerpo, como las articulaciones, la piel y las células sanguíneas. La inflamación en los pulmones puede causar problemas con:

  • El revestimiento de la membrana de los pulmones

  • Los vasos sanguíneos del interior de los pulmones

  • El músculo del diafragma, que infla y desinfla los pulmones

Aunque hay varias afecciones pulmonares relacionadas con el lupus, muchas de ellas comparten síntomas como el dolor y la falta de aire. Si tiene lupus y presenta síntomas pulmonares, consulte a su médico.

Afecciones pulmonares relacionadas con el lupus

Varias afecciones pueden aparecer como una complicación del lupus. Entre ellas se encuentran:

Pleuritis

Esta condición, también conocida como pleuritis, es el problema pulmonar más común que tienen las personas con lupus. Los pulmones tienen una fina membrana que los rodea llamada pleura. La pleura también recubre el interior de la cavidad torácica. Produce una pequeña cantidad de líquido para mantener el área que cubre en movimiento.

Cuando la pleura se inflama a causa del lupus, ejerce presión sobre los pulmones. A veces, el líquido se acumula y puede salirse (lo que se denomina derrame pleural), lo que puede provocar dificultad para respirar o tos.

Los síntomas de la pleuritis son:

  • Dolor intenso, a menudo agudo y punzante, en el pecho

  • Dolor cuando respira profundamente, estornuda, tose o se ríe

  • Dificultad para respirar

El médico puede diagnosticarla observando el tórax en una radiografía junto con otras pruebas. Para tratar el dolor y la inflamación, su médico puede darle AINE o medicamentos con esteroides. Los medicamentos antipalúdicos como la hidroxicloroquina (Plaquenil) también pueden ayudar a prevenir la pleuritis.

Neumonitis

Cuando el tejido del propio pulmón se inflama, su médico puede diagnosticarle una neumonitis. Hasta el 10% de las personas con lupus padecen esta enfermedad. Puede ser grave y provocar cicatrices permanentes en los pulmones.

Puede contraerla a causa de una bacteria, un virus o un hongo. O sus pulmones pueden resultar dañados por una lesión autoinmune, cuando su sistema inmunitario ataca sus tejidos como lo haría con una infección.

La neumonitis puede ser aguda (grave y repentina) o crónica (empeora lentamente a lo largo de los años). No es necesario haber sufrido una neumonitis aguda para padecer una neumonitis crónica, ni viceversa.

Los síntomas son:

  • Fiebre

  • Dolor en el pecho

  • Dificultad para respirar

  • Tos seca que puede hacer aflorar sangre

La neumonitis crónica puede aparecer de forma tan lenta que usted no sepa que los síntomas han comenzado. Su médico puede tratarla con una dosis elevada de esteroides o antibióticos. Algunas personas necesitan medicamentos inmunosupresores. Es posible que queden cicatrices aunque el tratamiento funcione. Si se detecta y trata la neumonitis a tiempo, se reduce el riesgo de cicatrización y se obtienen mejores resultados.

Fibrosis pulmonar

Si la inflamación de los pulmones continúa y provoca cicatrices, puede desarrollar una enfermedad pulmonar intersticial difusa crónica o fibrosis pulmonar. El tejido cicatricial de los pulmones impide que el oxígeno salga de los mismos para ir al torrente sanguíneo.

Los síntomas incluyen:

  • Tos seca crónica

  • Dolor en el pecho

  • Dificultad para respirar durante la actividad física

  • Cansancio y debilidad

  • Pérdida de peso que no puedes explicar

Su médico querrá descartar otras causas, como las infecciones. Pueden diagnosticarle la enfermedad utilizando un aparato llamado espirómetro para medir el funcionamiento de sus pulmones. También pueden utilizar un monitor de flujo máximo para ver la velocidad a la que puede expulsar el aire de sus pulmones. Otras pruebas son:

  • Radiografías de tórax

  • Tomografía computarizada

Como las cicatrices en los pulmones son permanentes, el tratamiento puede ser difícil. El médico puede recomendar esteroides para reducir la inflamación, oxigenoterapia o rehabilitación pulmonar. En algunos casos, puede necesitar un trasplante de pulmón.

Hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar es la presión arterial elevada en los vasos que llevan la sangre del corazón a los pulmones. Esta afección sobrecarga el lado derecho del corazón e impide que llegue la cantidad adecuada de oxígeno al organismo. Aproximadamente el 10% de las personas con lupus la padecen.

Los síntomas incluyen:

  • Dificultad para respirar

  • Hinchazón en las piernas y los pies

Si no mejora, con el tiempo puede tener insuficiencia cardíaca.

Para comprobarlo, su médico le hará un análisis de sangre para analizar una proteína llamada péptido natriurético cerebral (BNP). El corazón y los vasos sanguíneos producen más BNP cuando aumenta la tensión arterial. También le harán algunas pruebas de imagen:

  • Radiografía de tórax

  • Ecocardiograma, que utiliza ondas sonoras para hacer una imagen en movimiento de su corazón mientras late

  • Electrocardiograma, que mide los patrones eléctricos de tu corazón

Si tiene hipertensión pulmonar, su médico puede tratarla con esteroides y medicamentos inmunosupresores.

Síndrome de contracción pulmonar

Aproximadamente 1 de cada 6 personas sufre esta complicación. Cuando la padece, parece que sus pulmones se hacen más pequeños, lo que le dificulta respirar bien.

Los síntomas incluyen:

  • Sensación de falta de aire

  • Dificultad para expandir el pecho por completo al inhalar

Su médico puede diagnosticar usando:

  • Rayos X

  • Tomografía computarizada de alta resolución (HRCT), que ofrece a los médicos una visión más detallada de su cavidad torácica

El médico puede recetar esteroides o fármacos inmunosupresores para tratarla.

Embolia pulmonar (EP)

La embolia pulmonar es un coágulo de sangre que bloquea las arterias que conducen a los pulmones. Suelen formarse en otra parte del cuerpo y llegar a los pulmones. Cuando se padece una, se puede sentir:

  • Dolor en el pecho

  • Dificultad para respirar

  • Ansioso

  • Desmayo o mareo

  • Un latido del corazón rápido o irregular

También puede tener problemas para hacer llegar suficiente oxígeno a los pulmones.

Su médico puede comprobar si tiene una EP utilizando:

  • Rayos X

  • Tomografía computarizada

  • Gammagrafía de ventilación-perfusión (gammagrafía V/Q), una prueba que utiliza una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva para examinar los pulmones

  • Angiograma pulmonar, una imagen de rayos X de los vasos sanguíneos

  • Resonancia magnética, que utiliza un campo magnético, ondas de radio y un ordenador para mostrar al médico detalles de sus órganos y estructuras

  • Ecografía dúplex, una ecografía que muestra el flujo sanguíneo en tus vasos sanguíneos

  • Análisis de sangre

  • Electrocardiograma (EKG), que mide la actividad eléctrica de su corazón

Es más probable que sufra esta complicación si no está activo, si tiene daños en los vasos sanguíneos o si tiene anticuerpos antifosfolípidos en la sangre.

Para tratar una embolia pulmonar, su médico podría probar uno de estos métodos:

  • Anticoagulantes (diluyentes de la sangre)

  • Terapia fibrinolítica, o anticoagulantes, medicamentos que se reciben por vía intravenosa para deshacer los coágulos que amenazan la vida

  • Filtro de vena cava, un pequeño dispositivo metálico que los médicos colocan en el gran vaso sanguíneo que devuelve la sangre del cuerpo al corazón

  • Cirugía

  • Trombectomía percutánea, durante la cual un médico introduce un tubo largo, fino y hueco (catéter) en los vasos sanguíneos para ayudar a romper un coágulo.

Quiénes corren el riesgo de sufrir problemas pulmonares relacionados con el lupus?

Ciertas poblaciones tienen una mayor probabilidad de padecer afecciones pulmonares relacionadas con el lupus. Entre ellas se encuentran:

  • Personas con lupus grave. Cuanto más grave sea el lupus que padece, más probabilidades tendrá de tener problemas pulmonares.

  • Mujeres en edad fértil. Las mujeres que tienen entre 15 y 44 años tienen el mayor riesgo de contraer lupus en primer lugar, lo que las pone en riesgo de contraer afecciones pulmonares.

  • Grupos minoritarios. Los negros, hispanos o latinos, asiáticos e indígenas se ven más afectados por el lupus que los blancos. Esto hace que las mujeres de estos grupos corran el mayor riesgo de todos.

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