Enfermedad pulmonar intersticial: Cribado y pruebas

Si tiene esclerosis sistémica, no ignore esa tos crónica. Podría ser un signo de enfermedad pulmonar intersticial. Aquí tiene lo último en pruebas para detectarla.

Pruebas para detectar la enfermedad pulmonar intersticial

Si tiene esclerosis sistémica (SSc), corre un mayor riesgo de sufrir problemas pulmonares. La SSc provoca la acumulación de colágeno en todos los órganos. Cuando esto ocurre en los pulmones, se produce una inflamación y cicatrización del tejido pulmonar, una afección denominada enfermedad pulmonar intersticial (EPI). Los estudios demuestran que entre un tercio y la mitad de las personas con esclerosis sistémica desarrollan este trastorno.

Si nota síntomas como falta de aire, baja tolerancia al ejercicio y tos persistente, acuda al médico de inmediato. La clave es el diagnóstico precoz y el uso temprano de un tratamiento preventivo, ya que una vez que se produce el daño pulmonar, éste no puede revertirse. Su médico puede pedirle una o varias pruebas para saber si tiene SSc-ILD.

Pruebas de imagen

Radiografía de tórax. Suele ser la primera prueba que se realiza si se queja de falta de aire y de una tos persistente y fastidiosa. Si padece una enfermedad pulmonar intersticial, es posible que el médico vea líneas blancas muy finas en la radiografía. Esto se debe a la inflamación e hinchazón de los pulmones, que hace que el tejido sea denso.

Tomografía computarizada (TC). Esta prueba de imagen es clave para el diagnóstico de la enfermedad pulmonar intersticial. Combina los rayos X con la tecnología informática para obtener diferentes imágenes en distintos ángulos de sus pulmones. Esto permite ver los pulmones y las zonas circundantes con mayor detalle. Asegúrese de obtener una TC de alta resolución, que puede detectar incluso pequeñas anomalías que podrían ser una EPI. También puede mostrar exactamente dónde están las lesiones, lo que puede ayudar a guiar el tratamiento.

Ecocardiograma. La esclerosis sistémica puede dañar los vasos sanguíneos de los pulmones. Esto reduce el nivel de oxígeno en la sangre de su cuerpo. También puede provocar un aumento reflejo de la presión sanguínea en las arterias pulmonares, un trastorno conocido como hipertensión arterial pulmonar (HP). Un ecocardiograma utiliza ondas sonoras para visualizar su corazón y examinar sus estructuras y ver si su bombeo es normal o no, y para buscar la HP.

Análisis de sangre

Cuando usted tiene esclerosis sistémica, su cuerpo puede producir ciertos anticuerpos que aumentan el riesgo de tener EPI. Su médico puede pedirle análisis de sangre para buscarlos. También puede solicitar una prueba de gases en sangre arterial, que mide los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. Esto puede mostrar si usted está recibiendo suficiente oxígeno y sus pulmones están eliminando suficiente dióxido de carbono.

Pruebas de la función pulmonar

Estas pruebas miden la capacidad de sus pulmones para mover el aire hacia adentro y hacia afuera. Incluyen:

Espirometría. Esta prueba le hace exhalar con fuerza a través de un tubo conectado a una máquina. Ayuda a medir la capacidad de los pulmones para retener y mover el aire, así como la facilidad con la que el oxígeno puede pasar de los pulmones al torrente sanguíneo.

Prueba de difusión pulmonar. Se inhala una cantidad muy pequeña de monóxido de carbono a través de una boquilla, se mantiene durante unos segundos y luego se exhala. Si la cantidad de monóxido de carbono que exhala es superior a la normal, sus pulmones pueden tener problemas de absorción de oxígeno. Esto puede ser un signo de EPI.

Oximetría. Esta sencilla prueba utiliza un pequeño dispositivo electrónico colocado en uno de sus dedos para medir los niveles de oxígeno en sus glóbulos rojos. Se puede realizar mientras se está sentado o como parte de una prueba de caminata de 6 minutos. Si sus niveles de oxígeno descienden con la actividad, puede significar una EPI.

Biopsia de pulmón

La mayoría de las personas con esclerosis sistémica pueden ser diagnosticadas con EPI a través de una combinación de imágenes y pruebas de función pulmonar. En ciertos casos, el médico puede querer examinar una pequeña cantidad de células pulmonares con un microscopio. Esto se denomina biopsia. Puede realizarse de varias maneras:

Biopsia transbronquial. El médico pasa un tubo fino a través de la boca o la nariz para observar el interior de los pulmones y extraer un pequeño trozo de tejido pulmonar. El examen de los pulmones con este tubo se denomina broncoscopia. Puede realizarse bajo sedación o anestesia general. Es muy segura, aunque después puede haber una pequeña hemorragia, un dolor de garganta temporal, ronquera y tos.

Lavado broncoalveolar. El médico introduce una solución salina a través de un tubo para lavar las vías respiratorias y luego la retira. El líquido que sale contiene células y otras cosas, como bacterias, de los sacos aéreos de tus pulmones. El médico lo analizará en el laboratorio.

Biopsia quirúrgica. Las biopsias de pulmón son más invasivas y pueden tener más complicaciones que otros procedimientos. Pero es posible que le hagan una si no proporcionan un diagnóstico claro. Suelen realizarse bajo anestesia general por vía laparoscópica, lo que significa que el cirujano ve los pulmones y toma muestras de tejido a través de un pequeño monitor de vídeo que se introduce entre las costillas.

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