El sistema respiratorio son los órganos y otras partes de tu cuerpo que intervienen en la respiración, cuando intercambias oxígeno y dióxido de carbono. Aprende más sobre las partes de tu sistema respiratorio, cómo respiras y cómo funciona tu sistema respiratorio para limpiar el aire.
El sistema respiratorio son los órganos y otras partes de tu cuerpo que intervienen en la respiración, cuando intercambias oxígeno y dióxido de carbono.
Partes del sistema respiratorio
Su sistema respiratorio incluye su:
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La nariz y la cavidad nasal
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Senos paranasales
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Boca
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Garganta (faringe)
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Caja de la voz (laringe)
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La tráquea
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Diafragma
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Pulmones
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Tubos bronquiales/bronquios
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Bronquiolos
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Sacos de aire (alvéolos)
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Capilares
Cómo respiramos?
La respiración comienza cuando inhalas aire por la nariz o... por la boca. Éste baja por la parte posterior de la garganta y llega a la tráquea, que se divide en conductos de aire llamados bronquios.
Para que los pulmones rindan al máximo, estas vías respiratorias deben estar abiertas. Deben estar libres de inflamación o hinchazón y de mucosidad adicional.
A medida que los bronquios atraviesan los pulmones, se dividen en conductos de aire más pequeños llamados bronquiolos. Los bronquiolos terminan en pequeños sacos de aire en forma de globo llamados alvéolos. Su cuerpo tiene unos 600 millones de alvéolos.
Los alvéolos están rodeados por una red de pequeños vasos sanguíneos llamados capilares. Aquí, el oxígeno del aire inhalado pasa a la sangre.
Tras absorber el oxígeno, la sangre llega al corazón. El corazón lo bombea por todo el cuerpo hasta las células de los tejidos y órganos.
Cuando las células utilizan el oxígeno, producen dióxido de carbono que pasa a la sangre. La sangre transporta el dióxido de carbono de vuelta a los pulmones, donde se elimina del cuerpo al exhalar.
Inhalación y exhalación
La inhalación y la exhalación son la forma en que tu cuerpo aporta oxígeno y se deshace del dióxido de carbono. El proceso cuenta con la ayuda de un gran músculo en forma de cúpula situado bajo los pulmones, llamado diafragma.
Al inspirar, el diafragma tira hacia abajo, creando un vacío que hace que entre aire en los pulmones.
Lo contrario ocurre con la espiración: El diafragma se relaja hacia arriba, empujando los pulmones y permitiendo que se desinflen.
Cómo limpia el aire el sistema respiratorio?
Tu sistema respiratorio tiene métodos incorporados para evitar que las cosas dañinas del aire entren en tus pulmones.
Los pelos de la nariz ayudan a filtrar las partículas grandes. Unos pelos diminutos, llamados cilios, se mueven a lo largo de las vías respiratorias con un movimiento de barrido para mantenerlas limpias. Pero si respiras cosas perjudiciales, como el humo del tabaco, los cilios pueden dejar de funcionar. Esto puede provocar problemas de salud como la bronquitis.
Las células de la tráquea y los bronquios producen una mucosidad que mantiene húmedos los conductos de aire y ayuda a mantener fuera de los pulmones cosas como el polvo, las bacterias y los virus, y... las cosas que provocan alergias.
La mucosidad puede traer cosas que llegan a lo más profundo de los pulmones. Entonces se tose o se traga.
Enfermedades del sistema respiratorio
Las enfermedades comunes del sistema respiratorio incluyen:
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Asma. Las vías respiratorias se estrechan y producen demasiada mucosidad.
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Bronquiectasias. La inflamación y la infección engrosan las paredes bronquiales.
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Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta enfermedad de larga duración empeora con el tiempo. Incluye la bronquitis y el enfisema.
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Neumonía. Una infección provoca la inflamación de los alvéolos. Pueden llenarse de líquido o pus.
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Tuberculosis. Una bacteria causa esta peligrosa infección. Suele afectar a los pulmones, pero también podría afectar al riñón, la columna vertebral o el cerebro.
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Cáncer de pulmón. Las células del pulmón cambian y se convierten en un tumor. Esto suele ocurrir por fumar o por otras sustancias químicas que has respirado.
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Fibrosis quística. Esta enfermedad está causada por un problema en los genes y empeora con el tiempo. Provoca infecciones pulmonares que no desaparecen.
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Derrame pleural. Se acumula demasiado líquido entre los tejidos que recubren los pulmones y el pecho.
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Fibrosis pulmonar idiopática. El tejido pulmonar se cicatriza y no puede funcionar como debería.
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Sarcoidosis. Se forman pequeños cúmulos de células inflamatorias llamados granulomas, a menudo en los pulmones y los ganglios linfáticos.