Mientras superas la neumonía, hay muchas formas de aliviar la tos, los dolores y la fiebre a medida que mejora tu salud. Utilice las diapositivas del médico para saber qué tipo de cosas puede hacer para ayudar a mejorar su estado de salud.
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La neumonía no desaparece de la noche a la mañana. Es posible que necesites entre una semana y un mes para mejorar. Dependiendo del tipo de neumonía que tengas, tu médico puede recetarte un medicamento que combata las bacterias o un medicamento que combata los virus para ayudarte a mejorar. Mientras esperas a que eso funcione, hay un montón de formas de aliviar la tos, los dolores y la fiebre.
Agua, té y sopa
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Incluso cuando estás sano, necesitas muchos líquidos para mantenerte hidratado. Pero son más importantes cuando se tiene neumonía, porque ayudan a aflojar la mucosidad de los pulmones. De este modo, podrás eliminarla cuando tosas. Las mejores opciones son el agua, el té caliente y las sopas a base de caldo, como la sopa de pollo. Sin embargo, mantente alejado de la cafeína y el alcohol. Pueden deshidratarte.
Pregunta por los medicamentos para la tos
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Es posible que tengas la tentación de engullir un jarabe para la tos. Pero ten en cuenta que la tos es la forma que tiene tu cuerpo de intentar eliminar la mucosidad de tus pulmones, y necesitas que eso ocurra. Así que pregunta a tu médico si debes tomar algún medicamento para la tos. Si la tos te impide descansar lo suficiente, puedes tomar la dosis más pequeña que te permita conciliar el sueño. O, en su lugar, prueba con una mezcla tibia de miel y limón.
Toma algo para los dolores
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Si los dolores o la fiebre te agotan, un analgésico puede ayudarte, como el ibuprofeno o el paracetamol. Asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta sobre la cantidad que debes tomar y la frecuencia. Hablando de tomar medicamentos: Si el médico te da un antibiótico, tómate todas las dosis, incluso si empiezas a sentirte bien antes de consumirlo. Si lo dejas demasiado pronto, la neumonía podría volver a aparecer.
Utiliza una compresa caliente
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Puede hacer que te sientas más cómodo mientras esperas que la medicina te baje la fiebre. Moja un paño con agua tibia y colócalo sobre la frente o el cuello durante 20-30 minutos. Es una forma relajante de refrescar el cuerpo desde el exterior.
Tose de forma correcta
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Si tose mucho, es mejor que lo haga de la forma que más le ayude. Siéntate en una silla e inclínate un poco hacia delante. Mientras aprieta un brazo contra el vientre, tosa bruscamente un par de veces en un pañuelo de papel. Tómate un momento para relajarte. Después, vuelve a hacerlo. Si la tos le duele, puede ser útil presionar una almohada contra el vientre mientras lo hace.
Vapor calmante
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La humedad del aire que inhalas ayuda a aflojar la mucosidad de tus pulmones. Toma baños o duchas calientes para poder respirar el vapor. Como no puedes estar en el baño todo el tiempo, también puedes instalar un humidificador en tu casa para que el aire tenga más humedad. Asegúrate de seguir las instrucciones para conseguir el nivel adecuado de humedad. Y mantén la máquina limpia para evitar que crezcan bacterias y moho.
Prueba la cúrcuma
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En el sur de Asia, esta especia dorada se ha utilizado durante siglos para tratar problemas respiratorios, dolores y fatiga. Los investigadores han descubierto que podría combatir las infecciones y hacer que la neumonía irrite menos los pulmones. Si quieres comprobar si te ayuda, prueba a tomarla en alimentos, suplementos o una taza de té de cúrcuma. Pero ten cuidado: tomar demasiada puede provocar un malestar estomacal. Y consulta a tu médico para asegurarte de que no afecta a los medicamentos que tomas.
Descansa de verdad
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Esta es tu oportunidad de dormir hasta el mediodía o de convertirte en un teleadicto. Tu cuerpo necesita descansar para ayudarle a combatir la neumonía. Así que tienes que tomártelo con calma. Deja que otra persona se encargue de tus tareas o recados. Cuando empieces a sentirte un poco mejor, no te excedas. Ve a lo seguro, para no dar a la infección la oportunidad de volver.
Aléjate del humo
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El humo del cigarrillo puede empeorar tus síntomas. Así que aléjate de los que fuman. Y si fumas, este es el momento de dejarlo. Fumar te hace más propenso a contraer neumonía u otros problemas pulmonares en el futuro. Otro consejo: aunque una chimenea cálida pueda resultar acogedora, debes evitarla, así como cualquier otra zona en la que el aire no esté limpio.
Ejercicios para los pulmones
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Los ejercicios de respiración pueden dar un impulso a tus pulmones mientras superas la neumonía. Respira profundamente de cinco a diez veces y luego tose con fuerza dos o tres veces. Esto debería expulsar algo de mucosidad de los pulmones. O simplemente respira lenta y profundamente. Otro ejercicio que puedes probar: Sopla a través de una pajita en un vaso de agua.
Los niños y la neumonía
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Si tu hijo tiene neumonía, es posible que no quiera comer mucho. Mientras beba... mucho líquido, no pasa nada. Si tiene dolores o fiebre, dale ibuprofeno o paracetamol. No le des nunca aspirina a un niño: puede provocar una enfermedad grave llamada síndrome de Reyes. Y no le des ibuprofeno si está deshidratado o tiene menos de 6 meses sin consultar antes con el médico.
Cuando tu hijo tose
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Pregunta al médico de tu hijo antes de darle un medicamento para la tos. De hecho, si es menor de 6 años, pregúntale antes de probar cualquier remedio de venta libre. Un humidificador junto a su cama puede ayudar. Si le cuesta conciliar el sueño, ponle la cabeza y el pecho más altos que el resto del cuerpo. Y no dejes que nadie fume en tu casa: eso podría empeorar su tos.
No seas demasiado impaciente
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Asegúrate de que estás completamente bien antes de intentar volver a tu rutina habitual. No vayas a la escuela ni al trabajo hasta que tu temperatura vuelva a ser normal y dejes de toser. Si no estás seguro de haber recuperado la forma, consulta a tu médico.