Enfermedades pulmonares y máscaras: Mitos y realidades

Si tienes una enfermedad pulmonar como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), es importante que tomes medidas para protegerte del COVID-19 y otros virus. Pero puede que te preguntes si el uso de una mascarilla para reducir el riesgo de enfermedad dificultará la respiración o incluso empeorará tu enfermedad pulmonar.

Hay muchos mitos que circulan sobre quién debe usar una mascarilla y cómo y cuándo debe usarla, dice el Dr. Frank Coletta, director de medicina pulmonar y jefe de cuidados críticos del Mount Sinai South Nassau en Oceanside, Nueva York. Siga leyendo para conocer los datos sobre las máscaras y las enfermedades pulmonares.

Mito: las mascarillas no son seguras para las personas con enfermedades pulmonares

Realidad: Casi todas las personas con enfermedades pulmonares pueden y deben usar una mascarilla. No restringen la respiración, dice Coletta. Pueden resultar un poco incómodas, pero eso no significa que se esté recibiendo menos oxígeno.

Los estudios demuestran que las mascarillas no afectan al intercambio de aire, ni siquiera en el caso de las personas con enfisema grave, dice el Dr. Bradley Hayward, neumólogo de Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian en Nueva York. Su respiración puede ser más cálida. Pero si crees que eso es incómodo, imagina estar conectado a un respirador porque tienes COVID-19.

Puede que hayas oído que las mascarillas provocan una peligrosa acumulación de dióxido de carbono (CO2) que acabas inhalando. Eso también es un mito. Las partículas de CO2 son tan pequeñas que atraviesan fácilmente las mascarillas, incluidas las mascarillas de protección especiales llamadas N95. Aun así, si tiene una enfermedad pulmonar muy grave y se siente incómodo, hable con su médico para encontrar la mejor mascarilla para usted.

Mito: las mascarillas no previenen el COVID-19 ni otras enfermedades

Realidad: La única forma de garantizar por completo que no se va a enfermar es evitar el contacto con otras personas. Pero las mascarillas reducen el riesgo de COVID-19 en al menos un 70%. Además, las investigaciones demuestran que si te expones al virus COVID-19 mientras llevas una mascarilla, los síntomas pueden ser más leves. Esto se debe a que estará expuesto a menos partículas del virus, lo que podría hacer que su enfermedad fuera menos grave.

Si se utilizan correctamente, las mascarillas también ayudan a prevenir otras enfermedades graves, como la gripe y la neumonía, afirma Coletta. Esto es muy importante, porque las personas con enfermedades pulmonares suelen enfermar gravemente, a veces incluso por un virus del resfriado.

Mito: hay que llevar la mascarilla en todo momento

Realidad: Hay ciertos momentos en los que es seguro quitarse la mascarilla. Si estás caminando al aire libre y no hay otras personas alrededor, está bien quitarse la máscara, dice Hayward. Asimismo, no es necesario llevar una mascarilla cuando se está solo en casa o con los miembros de la familia que viven en ella. La excepción: Si alguien con quien vives muestra signos de enfermedad, aunque sólo sea un resfriado, o ha estado cerca de alguien que ha estado enfermo, ponte la mascarilla cuando estés cerca de él, dice Coletta.

Puede que te preguntes si todavía necesitas llevar una mascarilla cuando te distancias socialmente. Mantenerse a dos metros de distancia de otras personas ayuda a reducir el riesgo de contraer el COVID-19 y otros virus de otras personas. Pero hasta que la pandemia termine, debes seguir usando una mascarilla cuando estés cerca de personas que no forman parte de tu hogar.

Mito: No se puede llevar mascarilla si se utiliza oxígeno para respirar

Realidad: La mayoría de las personas que utilizan oxígeno pueden llevar una mascarilla con seguridad. Si no está seguro o tiene dudas, hable con su especialista en pulmones. Si usas oxígeno, Hayward dice que puedes poner la mascarilla directamente sobre la cánula (el tubo de plástico que lleva el oxígeno a la nariz).

La mascarilla debe cubrirte la boca y la nariz. Si la llevas debajo de la nariz, es inútil, dice Coletta. Incluso con la cánula puesta, puedes expulsar partículas a través de la nariz que podrían enfermar a otra persona si estás infectado. También puedes inhalar partículas de virus que pueden enfermarte.

Mito: todas las mascarillas son igual de eficaces

Realidad: La mayoría de las mascarillas reducen el riesgo de enfermar, pero sólo si las usas de forma correcta. Tanto las mascarillas de tela como las quirúrgicas son buenas opciones, dicen Hayward y Coletta. Si utilizas una mascarilla de tela, asegúrate de lavarla entre cada uso, añade Coletta. Del mismo modo, deseche las mascarillas quirúrgicas después de cada uso.

La mascarilla debe cubrir la boca y la nariz sin apretarlas. Eso es una señal de que es demasiado pequeña y puede dificultar la respiración. La mascarilla tampoco debe tener huecos en los laterales. Hacer un nudo en los bucles de las orejas puede ayudar a reducir los huecos. O prueba con una mascarilla de otro tamaño o marca.

Hay algunos tipos de mascarillas que no protegen eficazmente contra el COVID-19 y otros virus. Omite las que tienen una válvula de exhalación, dice Hayward. Las válvulas permiten que las partículas más grandes entren y salgan de la mascarilla, lo que aumenta el riesgo de enfermedad. Evite los pañuelos y las polainas. Las investigaciones demuestran que no bloquean las gotas de la boca o la nariz.

Una mascarilla de tela debe tener dos capas. También puedes llevar dos mascarillas a la vez, como ha sugerido recientemente el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.

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