Si tiene asma o alguna otra enfermedad pulmonar, las pruebas de los pulmones en casa pueden ayudarle a hacer un seguimiento de su salud y a prevenir los problemas antes de que se produzcan.
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Bronquitis crónica
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Enfisema
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Asma obstructiva crónica
Una prueba de respiración en el consultorio suele significar que usted sopla en una máquina que mide la cantidad de aire que pueden tomar sus pulmones y la rapidez y fuerza con que puede expulsarlo. Estas cifras indican al médico si las vías respiratorias principales de los pulmones están sanas.
Algunos médicos sugieren también la monitorización en casa, ya que puede ayudarle a llevar un mejor control de su salud. Un aparato llamado medidor de flujo máximo te permite hacerlo. Lo sostienes en la mano y soplas en él con toda la fuerza que puedas para obtener una medida de la mayor tasa de flujo de aire que puedes producir.
Unos 600 litros por minuto es lo normal para el hombre medio, y 370 litros por minuto para la mujer media. Pero cada caso es diferente, así que habla con tu médico para saber si una prueba casera es adecuada para ti y cuáles deben ser tus cifras.
Qué hace
Tanto los niños como los adultos pueden utilizar un medidor de flujo máximo. El medidor puede ayudarte:
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Hacer un seguimiento de lo bien que está controlada su enfermedad
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Juzgar en qué medida ayuda su tratamiento
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Detectar un brote antes de que ocurra para poder actuar y evitarlo
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Ayudarle a decidir si debe llamar a su médico o acudir a urgencias
También puede necesitar una prueba casera si:
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Su enfermedad le despierta por la noche.
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Sus síntomas empeoran durante el día.
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Te encuentras con un resfriado, una gripe o cualquier otra cosa que interfiere en tu respiración.
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Necesitas usar tu inhalador de emergencia.
Cómo se usa
Puedes comprar el medidor sin receta en una farmacia. Hay varios tipos, pero funcionan prácticamente igual: Soplas en la boquilla tan fuerte y tan rápido como puedes, y el medidor te da un número que indica el funcionamiento de tus pulmones.
Su médico puede ayudarle a elegir el medidor más adecuado para usted. El médico o la enfermera también pueden asegurarse de que ha aprendido a utilizar el medidor. Cuando lo consiga, empezará por calcular su mejor lectura personal. Es la que obtiene cuando se siente bien y no tiene síntomas.
Para comprobar su mejor lectura, pruébese con el medidor todos los días durante 2 ó 3 semanas. Anote la cifra más alta de cada día. Cuando termine toda la serie de pruebas, la lectura más alta de todas es su mejor resultado personal. Esto puede ser una especie de punto de referencia. Usted y su médico lo utilizarán para elaborar un plan para controlar su enfermedad con medicación y otras terapias. Muchos de estos planes utilizan un sistema codificado por colores, como los semáforos que se ven cuando se conduce.
Si se encuentra bien la mayor parte del tiempo y su enfermedad no le causa muchos problemas, su médico puede decirle que no necesita utilizar el medidor todos los días. Cada pocos días puede ser suficiente. Pero si su enfermedad empeora, es posible que tenga que hacerse la prueba varias veces al día.