Cómo afecta el síndrome de Churg-Strauss a los órganos: Corazón, pulmones, riñones y más

El síndrome de Churg-Strauss provoca una inflamación que puede afectar a muchos órganos diferentes.

Otro nombre para el síndrome de Churg-Strauss es granulomatosis eosinofílica con poliangitis (EGPA). Si lo padece, puede tener un número elevado de glóbulos blancos llamados eosinófilos, que normalmente ayudan a su sistema inmunitario a combatir los gérmenes. Pero en este caso, los eosinófilos se acumulan y forman bultos llamados granulomas en diferentes partes de su cuerpo.

Los órganos a los que afecta el síndrome de Churg-Strauss pueden ser diferentes en cada persona.

Corazón

La inflamación de los vasos sanguíneos del corazón se denomina vasculitis. A veces se forman granulomas en el interior del corazón, lo que puede provocar algunos tipos diferentes de problemas cardíacos.

La membrana que rodea el corazón (pericardio) puede hincharse, un problema conocido como pericarditis. El pericardio protege el corazón y evita que se expanda demasiado. La pericarditis afecta al ritmo del corazón y a su funcionamiento. A veces puede causar problemas graves en el corazón.

La pared muscular que rodea al corazón también puede hincharse. Cuando el corazón se hincha, es posible que no pueda bombear tan bien como debería. A veces bombea demasiado rápido o fuera de su ritmo normal.

Algunas personas con el síndrome de Churg-Strauss pueden sufrir un infarto de miocardio por una obstrucción del flujo sanguíneo al corazón.

El músculo cardíaco necesita un flujo constante de sangre para funcionar correctamente. El corazón puede quedar tan dañado que no puede bombear lo suficiente para enviar la sangre que necesita su organismo. Esto se llama insuficiencia cardíaca.

Pulmones

Los pulmones son uno de los órganos más comunes a los que afecta esta enfermedad. Casi todas las personas que padecen el síndrome de Churg-Strauss tienen asma, es decir, una inflamación de las vías respiratorias de los pulmones. La hinchazón estrecha las vías respiratorias y dificulta la respiración. El asma también provoca síntomas como sibilancias y tos.

El tipo de asma que padecen las personas con síndrome de Churg-Strauss es el asma eosinofílica. Es una forma más grave que se produce cuando los eosinófilos extra que fabrica el cuerpo se acumulan en los pulmones y hacen que se hinchen.

Riñones

Los riñones filtran los desechos de la sangre para producir orina. Unos diminutos grupos de vasos sanguíneos llamados glomérulos filtran la sangre a medida que ésta fluye por los riñones.

Cuando se padece el síndrome de Churg-Strauss durante mucho tiempo, se pueden dañar estos diminutos filtros, lo que da lugar a una enfermedad denominada glomerulonefritis.

Los riñones dañados no pueden eliminar tantos residuos y líquidos, que se acumulan en la sangre. En raras ocasiones, los riñones pueden fallar por completo y dejar de filtrar.

Nariz y senos paranasales

El síndrome de Churg-Strauss puede causar una inflamación en los espacios detrás de la nariz, llamada sinusitis. Puede notar dolor alrededor de los ojos y las mejillas, la nariz tapada y una secreción espesa por la nariz.

Algunas personas tienen pólipos, es decir, crecimientos indoloros dentro de la nariz. Los pólipos no son peligrosos, pero con el tiempo pueden obstruir los conductos nasales y dificultar la respiración.

Sistema digestivo

Hasta la mitad de las personas con síndrome de Churg-Strauss tienen problemas en el aparato digestivo. Podría padecer colitis, que es una inflamación en el revestimiento interno del colon, la parte inferior del intestino grueso. El dolor de vientre es un posible síntoma.

Piel

El síndrome de Churg-Strauss afecta a la piel en aproximadamente dos de cada tres personas que lo padecen. Los eosinófilos normalmente ayudan al organismo a combatir las infecciones, pero cuando se tienen demasiados, pueden acumularse en los vasos sanguíneos bajo la piel.

A veces los vasos sanguíneos pierden sangre, lo que forma manchas de color púrpura en la piel. A algunas personas les sale un sarpullido. Otras tienen bultos en los codos u otros lugares. Pueden formarse llagas en la piel. Cuando esas llagas se curan, pueden dejar cicatrices.

Nervios

La inflamación también daña los nervios. Dado que los nervios transmiten sensaciones al cuerpo, su daño puede causar entumecimiento, dolor, hormigueo o ardor, especialmente en las manos y los pies.

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