¿Ha tenido un coágulo de sangre en el pulmón? Infórmese sobre la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica: su riesgo, síntomas comunes, tratamiento y prevención.
Síntomas
Los médicos suelen tener dificultades para diagnosticar la HPTEC porque los síntomas se parecen mucho a los que se observan en otras enfermedades. Normalmente, los síntomas aparecen lentamente. Pueden incluir:
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Dificultad para respirar, especialmente durante el ejercicio.
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Fatiga
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Debilidad
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Dolor o palpitaciones en el pecho
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Hinchazón en las piernas (edema)
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Dedos de las manos o de los pies azulados (cianosis)
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Desmayos
En raras ocasiones, la HPTEC también puede hacerle toser sangre.
Causas y factores de riesgo
La cicatrización de los coágulos de sangre está detrás de la HPTEC. Cuando se forman coágulos de sangre en los pulmones, éstos pueden convertirse en tejido cicatricial. El tejido cicatricial hace que los vasos sanguíneos se estrechen, o incluso pueden bloquearlos. Las arterias obstruidas o estrechas dificultan el bombeo de sangre por parte del corazón. Esto eleva la presión arterial. El músculo cardíaco también puede debilitarse con el tiempo.
Los factores que aumentan las posibilidades de que se forme un coágulo de sangre en los pulmones son:
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Estar sentado o tumbado durante un largo periodo de tiempo, como durante la recuperación de una enfermedad, o durante un viaje largo
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Al someterse a una operación quirúrgica
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Edad
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Obesidad
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Píldoras anticonceptivas con estrógenos
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Fumar
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Cáncer
Si ya tienes hipertensión pulmonar antes de que se te forme un coágulo en el pulmón, tienes más probabilidades de padecer HPTEC. Su riesgo también aumenta si tiene uno o más de los siguientes:
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No tiene bazo
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Terapia de sustitución de la tiroides
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Ciertos trastornos de la coagulación de la sangre, como el anticoagulante lúpico o el síndrome antifosfolípido
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Un marcapasos infectado
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Un tipo de sangre no O
Ciertos tipos de cáncer, enfermedades de la sangre o enfermedades inflamatorias pueden aumentar las probabilidades de padecerla también.
Diagnóstico
La HPTEC puede ser difícil de diagnosticar. Hay pruebas que pueden ayudar:
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Gammagrafía de ventilación/perfusión (Gammagrafía V/Q). Esta es la prueba de referencia que los médicos utilizan para detectar la enfermedad. Los médicos inyectan una proteína radiactiva en el torrente sanguíneo para poder rastrear cómo fluye la sangre por los pulmones.
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Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada busca coágulos de sangre. Te inyectan un tinte por vía intravenosa para ayudar a los médicos a verlos.
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Ecocardiograma. Los médicos realizan una ecografía del corazón para tomar lecturas de la presión de su lado derecho y observar cómo se contrae y relaja.
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Cateterización del corazón derecho. Este procedimiento implica un pequeño tubo llamado catéter que los médicos introducen en una vena de la ingle, el cuello o la muñeca. El médico guía el tubo hacia el lado derecho del corazón y luego hacia las arterias pulmonares. A medida que avanza, toman lecturas de la presión.
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Angiograma pulmonar. Un angiograma pulmonar comienza igual que un cateterismo cardíaco derecho. Una vez que el tubo está en las arterias pulmonares, el médico inyecta un tinte en ellas y toma radiografías para ver dónde están los coágulos.
Tratamiento
La forma más común de tratar la HPTEC es mediante la cirugía. Una tromboendarterectomía pulmonar (TEP), también llamada endarterectomía pulmonar, cura la enfermedad en más del 90% de las personas que la padecen.
Durante la intervención, el cirujano detiene el corazón y una máquina de bypass cardiopulmonar se encarga de mover la sangre. A continuación, el cirujano extrae los coágulos de los pulmones.
Como la operación es complicada, es mejor que la realice un cirujano que esté familiarizado con ella. Si no tiene acceso a uno, o tiene otras condiciones médicas que hacen que la cirugía sea arriesgada, hay otros tratamientos. La angioplastia pulmonar con balón es un procedimiento en el que los médicos inflan un pequeño globo dentro de las arterias pulmonares. Esto ayuda a ensancharlas para reducir la presión. También hay medicamentos que el médico puede recetar para ayudar a tratarla si no se puede operar.
Prevención
Para ayudar a mantener bajo el riesgo de padecer HPTEC, es probable que su médico le recete anticoagulantes o diluyentes de la sangre. Estos medicamentos ayudan a impedir la formación de coágulos en la sangre. Una dieta baja en sal también puede ayudar a reducir la presión arterial. El ejercicio físico aprobado por el médico también es fundamental para ayudarle a controlar la tensión arterial y mantener sanos el corazón y los pulmones.