Hay una serie de factores que su médico oncólogo tendrá en cuenta a la hora de elaborar su plan de tratamiento. Esto es lo más importante.
Cuando se trata del tratamiento del cáncer de pulmón, su médico se basará principalmente en el estadio y el tipo de tumor. Pero también son importantes otros factores, como su estado de salud general y las enfermedades preexistentes. Esto es lo que debe saber.
Estadio del cáncer
El tipo más común de cáncer de pulmón es el cáncer de pulmón no microcítico (CPNM). Si tiene un CPNM en fase inicial (generalmente en estadio 0 o I), el único tratamiento que necesitará es la cirugía, la mayoría de las veces. Pero cuanto más avanzado esté su
más avanzado esté el cáncer, más tratamientos necesitará. Por ejemplo, si tiene un cáncer en estadio II, el médico suele recomendar quimioterapia después de la cirugía. Si se encuentra en el estadio III, es probable que le recomienden quimioterapia y radioterapia después de la operación.
Si su cáncer está muy avanzado -estadio IVB-, los médicos comprobarán si su tumor presenta mutaciones, o ciertos cambios, antes de decidir cuál es el mejor tratamiento.
Tanto los biomarcadores genéticos como los de inmunoterapia son importantes, afirma el doctor Alexander Drilon, especialista en cáncer de pulmón del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.
Los marcadores genéticos incluyen mutaciones en estos genes:
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KRAS
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EGFR
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ALK
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ROS1
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BRAF
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RET
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MET
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NTRK ?
Si el médico detecta alguno, el primer tratamiento será probablemente un fármaco de terapia dirigida. El médico también comprobará la presencia de una proteína conocida como PD-L1, que se encuentra tanto en las células inmunitarias de su cuerpo como en las cancerosas. Si su tumor presenta cantidades elevadas de PD-L1, se le considera un buen candidato para un tratamiento de inmunoterapia como nivolumab (Opdivo) o pembrolizumab (Keytruda).
El cáncer de pulmón microcítico (CPM) crece rápidamente. La mayoría de las personas con CPCP tienen un cáncer que ya se ha extendido en el momento del diagnóstico. Los mejores tratamientos son la radioterapia y la quimioterapia. Si su cáncer está muy avanzado, su médico puede recomendar los medicamentos de inmunoterapia atezolizumab (Tecentriq) o durvalumab (Imfinzi), junto con los medicamentos de quimioterapia etopósido y carboplatino.
Su estado de salud
Los problemas de salud que podrían influir en la forma en que los médicos deciden tratar su cáncer incluyen:
Presión arterial alta. Los medicamentos anti-VEGF como el bevacizumab (Avastin) ayudan a bloquear una proteína llamada VEGF. Esto ayuda a bloquear el suministro de flujo sanguíneo a los tumores y reduce el tamaño del cáncer. Pero estos medicamentos pueden afectar a otros vasos sanguíneos, lo que puede provocar una presión arterial alta. En estos casos, es importante controlar la presión arterial antes de iniciar el tratamiento, dice Drilon.
Trastornos autoinmunes. La inmunoterapia refuerza la capacidad del sistema inmunitario para detectar y eliminar las células cancerosas. Aunque funciona bien, los expertos creen que podría causar problemas a las personas con enfermedades autoinmunes como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide. Podría hacer que su sistema inmunitario se pusiera en marcha y atacara los tejidos sanos.
En estas situaciones, querríamos ser mucho más cautelosos con la inmunoterapia, explica Drilon. Si la enfermedad es grave, lamentablemente la evitamos. En el caso de los pacientes con un historial de enfermedades poco moderadas, bien controladas y que no se sabe si son activas, a menudo se discuten los pros y los contras con los pacientes.
Enfermedad renal o hepática. La mayoría de los medicamentos se descomponen en el hígado y se eliminan a través de los riñones. Por eso es tan importante que el médico pida análisis de sangre para evaluar la función renal y pulmonar antes de empezar el tratamiento, dice Drilon.
Estas pruebas ayudan a determinar si los órganos del cuerpo están lo suficientemente sanos para procesar los tratamientos, explica.
Si tienes un daño renal o hepático preexistente, es posible que necesites una dosis diferente. Es posible que su médico le pida que se someta a pruebas periódicas para controlar estos órganos.
Edad. Un estudio de 2018 descubrió que más del 60% de las personas mayores de 80 años con cáncer de pulmón en estadio III no recibieron ningún tipo de tratamiento. Otras investigaciones sugieren que los adultos mayores con cáncer de pulmón tienen las mismas perspectivas que los más jóvenes.
Personalmente, no privaría del tratamiento a un paciente mayor y en forma sólo porque supere una determinada edad, afirma Drilon. No nos limitamos a considerar la edad como un número: Hacemos una evaluación general del estado del paciente, a pesar de su edad numérica.
Esto es especialmente cierto en el caso de las nuevas terapias contra el cáncer de pulmón, como las inmunoterapias, que suelen tener menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional.
El tabaquismo. Algunas personas con cáncer de pulmón siguen fumando después del diagnóstico. Pero esto puede provocar daños en los pulmones que afecten a su capacidad para soportar el tratamiento, afirma Drilon. Un estudio descubrió que las personas que lo hacían informaban de síntomas de cáncer de pulmón más intensos, como:
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Mayores niveles de dolor
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Fatiga
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Dificultad para respirar
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Problemas para comer
Fumar también puede cambiar la forma en que su cuerpo procesa los medicamentos de quimioterapia haciéndolos menos efectivos. Además, aumenta el riesgo de que el cáncer reaparezca o de que se produzca un segundo cáncer de pulmón no relacionado.