Este tipo de cáncer que comienza en la boca, la garganta y los pulmones. El médico explica qué causa el adenoma bronquial y cómo lo tratan los médicos.
El adenoma bronquial es un tipo de cáncer poco frecuente que se inicia en las glándulas y conductos mucosos de las vías respiratorias pulmonares (bronquios) o de la tráquea, así como en las glándulas salivales.
Aunque la palabra "adenoma" significa un tumor no canceroso, la mayoría de los adenomas bronquiales son cancerosos y pueden extenderse a otras partes del cuerpo. Sin embargo, suelen crecer lentamente y son tratables, así que si tiene uno, tenga en cuenta que tienen un buen pronóstico.
Tipos
Entre ellos se encuentran:
Tumores carcinoides
afectan a las células productoras de hormonas y a las células nerviosas. Pueden formarse en los pulmones o en el estómago y los intestinos.
Carcinoma adenoide quístico
suele comenzar en las glándulas salivales de la boca y la garganta. También puede afectar a la tráquea, a las glándulas lagrimales de los ojos, a las glándulas sudoríparas o al útero, la vulva o las mamas de la mujer.
Carcinoma mucoepidermoide
se produce en las glándulas salivales. La mayoría de los cánceres de este tipo afectan a las glándulas parótidas, situadas delante de las orejas.
Causas
Los médicos no conocen la causa exacta. Los genes pueden desempeñar un papel en algunas formas de este cáncer.
Las personas con una enfermedad hereditaria llamada neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (NEM) son más propensas a padecer tumores carcinoides de pulmón. Someterse a radiaciones en la cabeza y el cuello puede aumentar el riesgo de carcinoma mucoepidermoide.
Síntomas
Es posible que no tenga ningún síntoma al principio, porque los tumores carcinoides y algunos otros tipos de adenomas bronquiales crecen lentamente.
Los tipos de síntomas que acabe teniendo dependen de la localización del cáncer.
Los síntomas de los tumores carcinoides incluyen:
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Tos, a veces con sangre
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Sibilancias
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Dificultad para respirar
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Dolor en el pecho
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Enrojecimiento de la cara
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Infecciones como la neumonía
Los síntomas del carcinoma adenoide quístico incluyen:
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Bulto en el paladar, bajo la lengua o en el fondo de la boca
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Problemas para tragar
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Voz ronca
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Adormecimiento en la mandíbula, el paladar, la cara o la lengua
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Bulto debajo de la mandíbula o delante de la oreja
Los síntomas del carcinoma mucoepidermoide incluyen:
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Hinchazón en las glándulas cercanas a las orejas, bajo la mandíbula inferior o en la boca
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Adormecimiento o debilidad de su cara
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Dolor en la cara
Diagnóstico
Para diagnosticar el adenoma bronquial, el médico puede realizar una o varias de estas pruebas:
Biopsia
se extrae un pequeño trozo de tejido. Un especialista examina la muestra con un microscopio para ver si se trata de un cáncer.
Rayos X
utiliza bajas dosis de radiación para obtener imágenes de las estructuras internas de su cuerpo. Una radiografía de tórax puede buscar un tumor en los pulmones.
La resonancia magnética, o MRI por sus siglas en inglés,
utiliza potentes imanes y ondas de radio para obtener imágenes de los órganos y estructuras del interior del cuerpo. Puede mostrar el tamaño del tumor. Es posible que le den un líquido para beber o en una vena antes de la prueba. Este medio de contraste ayudará a crear una imagen más clara.
Es posible que su médico también le haga otro tipo de exploraciones para buscar el tumor y ver si se ha extendido.
Tratamiento
El tratamiento que reciba dependerá de su:
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El tipo y el estadio del cáncer
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Edad
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Salud
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Preferencias
Las opciones incluyen:
Cirugía.
Es el principal tratamiento para los adenomas bronquiales. El cirujano extirpará el cáncer y parte del tejido que lo rodea. También se pueden extirpar los ganglios linfáticos que rodean al tumor para evitar que la enfermedad se extienda.
Radiación.
Este tratamiento utiliza rayos X de alta energía para eliminar las células cancerosas. Puede aliviar los síntomas y ayudarle a sentirse mejor. También puede recibirla después de la cirugía para matar cualquier célula cancerosa que haya quedado.
La mayoría de las veces, recibirá la radiación desde una máquina fuera de su cuerpo. Otra opción es la implantación de pequeños gránulos radiactivos cerca del tumor. Unos días más tarde, el médico se los retirará.
La radiación puede causar efectos secundarios como:
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Fatiga
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Enrojecimiento de la piel en la zona donde recibió el tratamiento
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Dolor de garganta y de boca
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Tos
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Dificultad para respirar
Estos problemas deberían desaparecer una vez que deje el tratamiento.
Quimioterapia.
La quimioterapia utiliza fármacos para matar las células cancerosas en todo el cuerpo. Se recibe a través de una vena (IV) o en forma de píldora. Puede recibir quimioterapia junto con otros tratamientos si el cáncer se ha extendido. O bien, puede recibirla después de la cirugía para eliminar las células cancerosas que hayan quedado.
Los posibles efectos secundarios de la quimio incluyen:
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Fatiga
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Náuseas y vómitos
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Pérdida de cabello
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Pérdida de apetito
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Diarrea
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Aumento del riesgo de infección
Inmunoterapia.
Este tratamiento utiliza medicamentos para potenciar la capacidad de su sistema inmunitario de encontrar y destruir el cáncer. La inmunoterapia puede reducir los tumores o detener su crecimiento.
Terapia dirigida.
Estos tratamientos buscan proteínas o genes que son exclusivos de tu cáncer y que le ayudan a crecer. Luego se dirige a esas sustancias para impedir que el cáncer se extienda.
Qué se puede esperar
Su tratamiento podría ponerle en remisión. Esto significa que los médicos no pueden encontrar ningún cáncer en su cuerpo y que usted no tiene síntomas.
Los adenomas bronquiales pueden reaparecer incluso después de ser tratados. Esto se denomina recidiva. Acudirá a su médico para que le haga revisiones periódicas, análisis de sangre y exploraciones para comprobar si hay signos de cáncer. Si el cáncer reaparece, su médico probará los mismos tratamientos, o nuevos tratamientos para detener su propagación.
Apoyo
El tratamiento del adenoma bronquial puede ser estresante. Es importante que hable abiertamente de sus sentimientos con sus médicos, enfermeras y los demás miembros de su equipo de tratamiento. Un terapeuta, psicólogo o consejero puede ayudarle a superar algunas de las preocupaciones y emociones que pueda sentir.
También puede buscar un grupo de apoyo para otras personas con esta enfermedad. Es útil poder hablar con personas que saben por lo que estás pasando, porque saben cómo es y pueden relacionarse contigo.