Cuando el cáncer de pulmón no microcítico se extiende a los huesos, éstos pueden doler. Descubra qué tratamientos pueden aliviarle.
Cuando el cáncer de pulmón no microcítico se propaga, los huesos son uno de los lugares más comunes a los que llega. Puede ser doloroso cuando esto ocurre, pero hay muchos tratamientos que aportan alivio y frenan el crecimiento de su enfermedad.
Por qué duele
Las células cancerosas liberan sustancias que dañan sus huesos, haciéndolos débiles y más propensos a romperse. Los huesos débiles o rotos pueden ser dolorosos. Los huesos dañados también pueden doler si se colapsan y presionan los nervios.
En algunas personas, el dolor de huesos es el primer signo de cáncer. El dolor puede empeorar a medida que el cáncer crece.
Pruebas que le pueden hacer
Si siente dolor en los huesos, acuda al médico que trata su cáncer. Allí buscarán signos de cáncer con pruebas como éstas:
Gammagrafía ósea. El médico inyecta en una vena una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva llamada trazador. A continuación, le toman imágenes de los huesos. El marcador resalta las áreas de cáncer en las imágenes.
TAC, o tomografía computarizada. Se trata de una potente radiografía que permite obtener imágenes detalladas de los huesos.
IRM, o resonancia magnética. Utiliza potentes imanes y ondas de radio para ver las estructuras del cuerpo, como los huesos.
Radiografía. Utiliza bajas dosis de radiación para obtener imágenes de tu interior, incluidos los huesos.
Tratamientos contra el cáncer
Algunos de los mismos métodos que su médico utiliza para tratar el cáncer en los pulmones pueden reducir los tumores y aliviar el dolor del cáncer que se ha extendido a los huesos.
Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos para detener el crecimiento de las células cancerosas en los pulmones, los huesos y otras partes del cuerpo. Este medicamento se toma por vía oral o se administra por vía intravenosa.
Este tratamiento reduce el tamaño de los tumores, lo que puede disminuir el daño a los huesos.
Algunos efectos secundarios que puede tener la quimioterapia son:
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Pérdida de cabello
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Fatiga
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Moretones o sangrado más de lo habitual
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Náuseas y vómitos
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Infecciones
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Cambios en el apetito
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Estreñimiento o diarrea
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Llagas en la boca
Radioterapia. Utiliza rayos de alta energía para matar las células cancerosas o detener el crecimiento de los tumores. Puede fortalecer sus huesos, hacerlos menos propensos a romperse y aliviar el dolor de huesos.
Recibirás la radiación desde una máquina externa a tu cuerpo. Podría tener algunos efectos secundarios, como:
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Irritación de la piel en la zona tratada
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Fiebre y escalofríos
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Fatiga
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Dolor al tragar (si recibe radiación en el pecho)
Tratamientos que ralentizan la descomposición de sus huesos
Bifosfonatos. Son fármacos que frenan la pérdida de hueso. Actúan impidiendo que unas células llamadas osteoclastos descompongan el hueso.
Es posible que haya oído que los bifosfonatos tratan la enfermedad de adelgazamiento de los huesos llamada osteoporosis. En el caso del cáncer que se ha extendido a los huesos, estos fármacos pueden reducir la pérdida ósea, prevenir las fracturas y aliviar el dolor.
Los bifosfonatos se administran por vía intravenosa aproximadamente una vez cada 3 ó 4 semanas.
Tenga cuidado con los efectos secundarios que pueden incluir:
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Cansancio
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Fiebre
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Náuseas o vómitos
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Pérdida de apetito
En muy raras ocasiones, los bifosfonatos pueden causar una enfermedad grave llamada osteonecrosis de la mandíbula (ONM). La ONM interrumpe el suministro de sangre a una parte del hueso de la mandíbula, lo que puede causar infecciones allí, así como llagas en la boca y pérdida de dientes. Su médico puede recomendarle que acuda a un dentista para una revisión antes de empezar a tomar este medicamento.
Denosumab (Prolia, Xgeva). El denosumab es un tipo de medicamento llamado anticuerpo monoclonal. Bloquea una sustancia llamada RANKL, que impide que los osteoclastos descompongan el hueso.
El denosumab se administra en forma de inyección bajo la piel cada 4 semanas. Puede ayudar a fortalecer los huesos y prevenir las fracturas.
Puede tener efectos secundarios como los siguientes:
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Náuseas
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Diarrea
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Cansancio
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Debilidad
Este medicamento también puede causar ONM en casos raros. Es posible que tenga que consultar a un dentista antes de empezar a tomarlo.
Analgésicos
Estos medicamentos no detendrán el daño óseo, pero pueden ayudarle a sentirse mejor. Los analgésicos que tratan el dolor óseo por cáncer incluyen:
AINE... Medicamentos como la aspirina y el ibuprofeno pueden ayudar con el dolor óseo leve. Actúan bloqueando unas sustancias llamadas prostaglandinas que hacen que los huesos duelan.
Opiáceos. Los analgésicos como la codeína, la oxicodona y el tramadol ayudan a combatir el dolor más intenso.
Gabapentina (Neurontin) y antidepresivos tricíclicos. Estos fármacos pueden ayudar a aliviarte si también tienes dolor nervioso.
También puede obtener alivio del dolor si pone calor o frío en los lugares que le duelen.
Cirugía
Los médicos pueden extirpar una parte o la totalidad del tumor si te presiona el hueso. También pueden colocar varillas, tornillos, alambres o clavos para mantener el hueso estable y evitar que se rompa.
Si tiene dolor de espalda, otra opción es un procedimiento llamado vertebroplastia. El cirujano inyecta un tipo de cemento especial en la columna vertebral para evitar que los huesos se rompan.