Terapia complementaria para la leucemia linfocítica crónica

Conozca qué terapias complementarias, como el yoga, la respiración profunda y la acupuntura, puede probar junto con su tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC).

Leucemia linfocítica crónica: Terapia complementaria

Los fármacos dirigidos, la cirugía y la radiación son algunos de los tratamientos comunes para la leucemia linfocítica crónica (LLC), pero la terapia complementaria también puede desempeñar un papel en el manejo de su enfermedad.

Las terapias complementarias, como el yoga, los masajes o la acupuntura, no sustituyen al tratamiento habitual contra el cáncer. Funcionan junto con él para aliviar los efectos secundarios y el estrés, y le ayudan a sentirse mejor en general.

Hable con el médico que trata su cáncer antes de probar una terapia complementaria para asegurarse de que es segura para usted y de que la utiliza correctamente.

Respiración y meditación

La respiración profunda es una forma sencilla de cortar la ansiedad y el estrés de vivir con cáncer. También puede ayudarte a dormir mejor.

Puedes hacer la respiración profunda en cualquier lugar. Para empezar, respire profundamente desde el diafragma, que está entre los pulmones y el vientre. Mantén la respiración durante unos segundos y luego suelta el aire lentamente.

La meditación lleva la respiración profunda un paso más allá al concentrar la mente. Siéntate en un lugar tranquilo y concéntrate en la sensación de tu respiración entrando y saliendo por la nariz y la boca. O céntrate en el sonido de una palabra que repitas, como "amor" o "esperanza". Deja que cualquier pensamiento pase por tu mente sin detenerte en él.

Yoga

El yoga combina la respiración profunda con movimientos y una serie de posturas. Cuando tienes cáncer, puede ayudarte a aliviar el estrés y mejorar tu estado de ánimo.

Si quieres probar el yoga, pregunta primero a tu médico para asegurarte de que las posturas son seguras para ti.

Acupuntura

Cuando te sometes a la acupuntura, un profesional pone agujas finas en puntos de tu cuerpo. Puede ayudar con los efectos secundarios de la quimioterapia como:

  • Dolor

  • Náuseas

  • Somnolencia

  • Sofocos

  • Adormecimiento u hormigueo en las manos y los pies

La acupuntura tiene pocos riesgos. Aun así, conviene acudir a un acupuntor autorizado que tenga experiencia en el tratamiento de personas con cáncer. Tratamientos como la quimioterapia pueden debilitar tu sistema inmunológico -la defensa del cuerpo contra los gérmenes-, lo que puede aumentar las posibilidades de una infección por una aguja sucia.

Masaje y reflexología

El masaje crea una sensación de calor en el cuerpo y aumenta el flujo sanguíneo a los órganos y tejidos. Puede ayudar a controlar el estrés, aliviar el dolor y hacer que se sienta relajado.

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La reflexología combina el masaje con elementos de acupuntura. El terapeuta masajea puntos de las manos y los pies.

Los estudios sugieren que el masaje ayuda con los síntomas de la leucemia, como el dolor, las náuseas, el cansancio y la dificultad para dormir. Ese alivio puede durar dos días después de la sesión.

El masaje es generalmente seguro para las personas con cáncer. Es posible que deba evitar el masaje de tejidos profundos si tiene un recuento bajo de plaquetas porque podría causar hematomas. Pregunte a su médico antes de probar esta terapia y busque un masajista que tenga experiencia en el tratamiento de personas con cáncer.

Aromaterapia

La aromaterapia utiliza aceites concentrados de plantas, llamados aceites esenciales, para aliviar los síntomas del cáncer. Puede inhalar estos aceites o pedir a un masajista que se los aplique en la piel.

En pequeños estudios, la aromaterapia ayudó a mejorar síntomas como estos en personas con cáncer:

  • Ansiedad

  • Apetito

  • Cansancio

  • Depresión

  • Náuseas

  • Dolor

Cada aceite esencial tiene un uso diferente. El aceite de jengibre ayuda con las náuseas. La mejorana dulce mejora el dolor y la ansiedad. La lavanda ayuda a relajarse y a dormir mejor.

Los aceites esenciales son seguros en general, pero en algunas personas pueden causar reacciones alérgicas o irritar la piel. Si tienes la piel sensible, tal vez quieras probar un poco del aceite en una pequeña zona de tu piel antes de usarlo durante un masaje.

Tai Chi

Esta forma de artes marciales chinas combina movimientos lentos y fluidos con respiración profunda y pensamientos concentrados. El tai chi es algo más que un programa de ejercicios. Los estudios demuestran que puede ser útil para la fatiga, los problemas de sueño, la depresión y el dolor. Y es lo suficientemente suave para las personas con cáncer.

La mejor manera de aprender tai chi es tomar una clase, ya sea en persona o virtualmente en línea. Informa al profesor si tienes algún problema articular o muscular antes de empezar. Es posible que tengas que modificar algunos de los movimientos.

Remedios de hierbas

Las plantas han formado parte del tratamiento de muchas enfermedades desde hace miles de años. Se han estudiado algunas hierbas por su capacidad para tratar el cáncer, entre ellas:

  • Ginseng

  • Ajo

  • Kenaf

  • Semilla de uva

  • Extracto de té verde

Aunque estos tratamientos naturales matan las células cancerosas o impiden que crezcan y se dividan en el laboratorio, hay investigaciones limitadas que demuestran que funcionan en las personas. Consulte a su médico antes de probar cualquier suplemento de hierbas. Aunque estos remedios son naturales, podrían causar efectos secundarios o interactuar con los medicamentos que toma para tratar su cáncer.

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