Obtenga consejos para vivir y manejar la leucemia mieloide crónica.
Cómo vivir con la leucemia mieloide crónica
La leucemia mieloide crónica (LMC) y su tratamiento pueden afectar su vida de muchas maneras. Pero hay cosas que puedes hacer para enfrentar los desafíos de frente.
Cómo manejar los efectos secundarios
Las terapias dirigidas, denominadas inhibidores de la tirosina quinasa (ITK), son el principal tratamiento para la LMC. Pueden mantener el cáncer bajo control durante años. Pero también pueden causar efectos secundarios como:
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Fatiga
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Náuseas
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Dolor muscular
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Diarrea
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Erupción cutánea
Para combatir la fatiga,... intenta mantener un equilibrio saludable entre el descanso y la actividad. Está bien pedir ayuda a los amigos y a la familia para cocinar, hacer las tareas domésticas y ayudar a los niños cuando lo necesites.
Hay muchas formas de combatir las náuseas, pero no funcionan para todo el mundo. Tu médico puede sugerirte un medicamento contra las náuseas. (Asegúrese de averiguar si su seguro lo paga). La acupuntura -un tipo de medicina alternativa que utiliza agujas finas- también es una buena opción. Puede ser útil cuando se sienten náuseas o cansancio, o cuando se siente dolor por el tratamiento del cáncer. Otras opciones que debe consultar con su médico son:
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Comer jengibre crudo (pero no más de una cucharada al día)
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Tomar té de jengibre
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Respirar profundamente
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Marihuana medicinal
Para librarse de la diarrea,... evita los productos lácteos y las bebidas con gas o sin azúcar. Aléjate también de las comidas picantes o grasientas. Empeoran la situación. Los suplementos de probióticos, que ayudan a equilibrar las bacterias del intestino, pueden ayudar a que las cosas vuelvan a la normalidad.
Lleva un diario de síntomas... Anota todos los síntomas que tienes y cuándo se producen. Puedes ponerlo en un diario o en una aplicación de tu teléfono. Asegúrate de incluir:
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Lo que sientes
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Qué día es
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Más o menos a qué hora se empieza a notar
Esto hace un seguimiento de los efectos secundarios para que puedas gestionarlos mejor. Por ejemplo, si te das cuenta de que estás más cansado por la mañana o después de comer, planea descansar en esos momentos.
Dígaselo a su médico... Pregunte si puede tomar menos medicamentos. Esto puede ayudar a reducir los efectos secundarios.
Cómo pagar el tratamiento
El tratamiento de la LMC cuesta mucho, incluso cuando se tiene seguro. El precio exacto depende de su seguro, de dónde viva y de si toma un medicamento genérico o de marca.
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Para reducir los costes:
Sepa lo que debe... Póngase en contacto con su compañía de seguros, Medicare o Medicaid. Pregunte por los copagos, las franquicias y otros costes antes de empezar el tratamiento. Así podrá planificar con antelación los gastos de su bolsillo.
Pida ayuda financiera... Diga a su trabajador social y al equipo de atención si no puede pagar el tratamiento. Es posible que le consigan medicamentos más baratos o le ayuden con los copagos. También puede ponerse en contacto con la Sociedad Americana del Cáncer. Puede ayudarle si pierde o está a punto de perder su seguro. Otros grupos, como la Coalición de Asistencia Financiera para el Cáncer, pueden ayudarle a encontrar formas de pagar el cuidado de los niños o de conseguirle transporte para ir al médico.
Antes de surtir su receta, pida a su médico muestras de su medicamento. De este modo, si le causa efectos secundarios fuertes o no le funciona, no perderá dinero.
Escoge los genéricos. Asegúrese de preguntar a su médico por las versiones genéricas de sus medicamentos. Suelen costar menos que los de marca.
Revise sus facturas... Revise cuidadosamente sus facturas médicas. A veces se cobra demasiado, o se cobra por cosas que no se han hecho. Si crees que la factura es incorrecta, dilo. Pídele a tu trabajador social o a un familiar de confianza que te ayude a resolverlo.
Autocuidado
Cuando tienes LMC, tienes muchas cosas en tu plato. Tienes que hacer malabarismos con la familia, el trabajo y las facturas... todo ello mientras pasas por el tratamiento cada día. Estos consejos pueden hacerte la vida más fácil:
Hable con su jefe... Puede ser difícil, pero es importante que le diga a su jefe que tiene cáncer. Averigua si puedes trabajar desde casa, tener un horario flexible o salir antes cuando no te sientas bien. También puedes pedir una baja médica en virtud de la Ley de Baja Familiar y Médica.
Hable con su pareja... El tratamiento del cáncer puede cambiar la forma en que se siente sobre sí misma y su cuerpo. Y los efectos secundarios, como las náuseas, el dolor y la fatiga, pueden hacerle perder el interés por el sexo. Sea abierta y sincera con su pareja cuando no esté de humor. Hay muchas formas de mantener relaciones íntimas. Si tienes relaciones sexuales, es importante que utilices métodos anticonceptivos. El embarazo durante el tratamiento de la LMC perjudica tanto a la madre como al bebé.
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Ejercicio... Piensa que es una parte esencial de tu tratamiento. Aumenta la energía, el estado de ánimo y la fuerza, mejora tu salud en general y alivia el estrés. Intente correr, caminar o montar en bicicleta al menos 150 minutos a la semana. Haz también un par de sesiones de pesas a la semana. Para empezar, pida a su médico que le remita a un fisioterapeuta o a un programa para personas con cáncer.
Coma bien... La comida sana le proporciona la energía y los nutrientes que su cuerpo necesita para hacer frente al cáncer. También puede ayudar a combatir los efectos secundarios e incluso hacer que el tratamiento funcione mejor. Coma más plantas, cereales integrales, frutos secos, pescado y grasas saludables como el aguacate y el aceite de oliva (el aceite de oliva contiene compuestos que pueden proteger contra el cáncer). Evite las granadas y los pomelos, ya que pueden provocar una reacción grave con los medicamentos para la LMC. Reduzca el consumo de azúcar, carne roja y alimentos procesados.