Cómo el tratamiento del cáncer puede causar sudores nocturnos

Algunos tipos de cáncer pueden provocar sudores nocturnos, pero también lo hacen muchas otras cosas. A continuación, se presentan formas de identificar y hacer frente a los sudores nocturnos.

No es divertido despertarse con la ropa y las sábanas empapadas, pero hay formas de hacer más fácil la vida con ellos.

¿Por qué se producen?

Los sudores nocturnos pueden estar relacionados con el cáncer y con ciertos tratamientos oncológicos:

  • Linfoma

  • Leucemia

  • Tumores carcinoides (generalmente en el tracto digestivo)

  • Tumores del sistema suprarrenal

  • Terapia hormonal para cánceres de mama, ginecológicos y de próstata

Si la culpa es del cáncer, tendrá otros síntomas, como fiebre constante y pérdida de peso inexplicable.

Otras cosas que pueden provocar sudores nocturnos son:

  • Medicamentos como analgésicos recetados, esteroides y antidepresivos

  • Menopausia

  • VIH

  • Algunas infecciones bacterianas

  • Bajas de azúcar en la sangre

  • Una tiroides hiperactiva, o hipertiroidismo

  • Ansiedad

Cuáles son los síntomas?

Puedes notar:

  • Despertarte empapado: desde el pelo hasta la ropa y las sábanas

  • Escalofríos

  • Fiebre leve que da lugar a una fuerte sudoración

  • Sudores empapados sin fiebre.

  • Una repentina y breve sensación de calor acompañada de rubor o sudoración

Si tiene un diagnóstico de cáncer, llame a su equipo de tratamiento o a su médico si tiene:

  • Temblores o escalofríos que le hacen temblar

  • Fiebre de 100,5 F o superior (cuando se toma la temperatura por la boca) durante más de 24 horas

Cómo controlar los sudores nocturnos

Toma estas sencillas medidas para aliviar las molestias:

  • Si tienes fiebre, toma un medicamento como el paracetamol, siempre que el médico lo autorice.

  • Quítate la ropa mojada lo antes posible.

  • Cambia las sábanas si es necesario.

  • Báñate al menos una vez al día para calmar tu piel y mantenerte limpio.

  • Mantén un ventilador encendido por la noche.

  • No utilices demasiadas mantas.

  • Duerme con tejidos que alejen la humedad de tu piel.

  • Prueba una almohada de gel frío.

  • Mete un pie fuera de las sábanas, para bajar la temperatura de tu cuerpo.

  • Date una ducha fresca antes de acostarte.

  • Manténgase en un peso saludable.

También puedes probar técnicas de relajación y reducción del estrés como el yoga, la acupuntura, la meditación o los ejercicios de respiración. Algunos estudios demuestran que el ritmo lento y constante de la respiración puede aliviar los sudores nocturnos y ayudar a conciliar el sueño.

A última hora del día, y especialmente justo antes de acostarse, no:

  • Tomar alcohol o bebidas calientes

  • Hacer ejercicio

  • Comer alimentos picantes y calientes

Ninguna de estas cosas evitará los sudores nocturnos, pero deberían ayudar a aliviar sus síntomas.

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