Linfoma folicular: cómo hablar con tu médico

¿Abrumado tras el diagnóstico? Hazle a tu médico estas preguntas sobre el linfoma folicular, incluyendo la estadificación, el pronóstico y las opciones de tratamiento.

Es útil saber qué esperar, para poder tomar las decisiones adecuadas para usted.

Una de las cosas más importantes que puede controlar en este momento es la comunicación. Hay mucha información general sobre su enfermedad, pero sólo su médico puede hablar específicamente de su estado y planificar el tratamiento.

Después de su diagnóstico, mantenga una conversación detallada con su médico. ¿Es usted el tipo de persona que quiere conocer todos los detalles, o sólo los más destacados? Haga una lista de sus preguntas con antelación; utilice las que aparecen a continuación para empezar... Durante la cita, tome notas o grabe la conversación, siempre y cuando su médico esté de acuerdo. También puede ser útil llevar a alguien de confianza para que tome notas por ti, o simplemente para que sea un segundo par de oídos.

Si no entiendes algo, no pasa nada. El cáncer tiene su propio lenguaje, y esto puede ser un proceso abrumador. Pídele a tu médico que te lo explique de otra manera. Ésta no es la última vez que puede hacer preguntas sobre su enfermedad, pero es un buen punto de partida.

¿En qué fase se encuentra mi linfoma folicular?

Hay cuatro etapas del linfoma folicular:

  • Estadio I: Hay cáncer en un ganglio linfático o en una zona de ganglios linfáticos.

  • Estadio II: El cáncer está en 2 o más ganglios linfáticos o áreas de ganglios linfáticos en un lado del diafragma.

  • Estadio III: Hay cáncer en los ganglios linfáticos de ambos lados del diafragma

  • Estadio IV: El cáncer se ha extendido más allá de sus ganglios linfáticos a la médula ósea u otros órganos.

Su médico utilizará una o más pruebas, incluyendo una biopsia, una TEP o una TC para determinar su estadio.

Cuál es mi pronóstico?

Para muchos, ésta es la pregunta más crítica de todas. Aunque se investigan y prueban continuamente nuevos tratamientos, el linfoma folicular no es actualmente una enfermedad curable. Pero crece tan lentamente en la mayoría de los casos que los médicos lo consideran una enfermedad crónica: Algo con lo que se puede vivir, y vivir bien, durante muchos años.

Qué tratamientos tengo a mi disposición?

La espera vigilante y la vigilancia activa son frases comunes en el tratamiento del linfoma folicular. Dado que esta forma de cáncer suele propagarse lentamente, significa que tu equipo de atención médica puede optar por no comenzar el tratamiento de inmediato. En cambio, te harán pruebas periódicas hasta que el cáncer comience a causar problemas.

Si el tratamiento es lo más adecuado para ti, tu médico puede recomendarte uno de estos métodos o una combinación de ellos, en función del estadio de tu enfermedad:

La radiación suele utilizarse para tratar el linfoma folicular en su fase inicial. Suele aplicarse sólo en las zonas del cuerpo afectadas por el linfoma.

La terapia con anticuerpos monoclonales se administra mediante una infusión intravenosa para atacar las células linfáticas cancerosas.

La quimioterapia es un método intravenoso que introduce fármacos anticancerosos en el torrente sanguíneo para cubrir la mayoría de las zonas del cuerpo.

La terapia dirigida mediante medicamentos es una forma de utilizar fármacos para atacar las células cancerosas y dejar las sanas en paz.

La inmunoterapia utiliza fármacos que enseñan al sistema inmunitario a encontrar y atacar las células cancerosas del organismo.

El trasplante de médula ósea o de células madre se convierte en una opción si otros tratamientos no han reducido la cantidad de cáncer en su cuerpo. En primer lugar, la quimioterapia, que a veces se combina con la radioterapia, mantiene el sistema inmunitario tranquilo. A continuación, los médicos pueden infundirle células madre sanas de la médula ósea, ya sea de su propio cuerpo o de un donante.

La terapia con células T receptoras de antígenos quiméricos (CAR) puede ser una opción si su cáncer no responde o reaparece después de dos rondas de tratamiento estándar. Los glóbulos blancos se extraen del cuerpo y se modifican en el laboratorio para que se adhieran a una proteína específica de una célula cancerosa denominada antígeno. A continuación, estos glóbulos se infunden de nuevo en el organismo para que se adhieran a las células cancerosas y las eliminen.

A medida que el sistema inmunitario trabaja para combatir el cáncer, libera unas sustancias químicas en la sangre denominadas citoquinas. Esta avalancha de sustancias químicas puede provocar fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos intensos, cansancio, dolores de cabeza y dolor. También puede tener un mayor riesgo de infecciones después de este tratamiento. Otros posibles efectos secundarios son las reacciones alérgicas y los problemas del sistema nervioso, como mareos, confusión o convulsiones.

Tendrá que acudir a un centro de tratamiento especial para someterse a él, y los médicos le vigilarán de cerca durante varias semanas después del procedimiento.

Más preguntas que hacer

Independientemente del tratamiento que le recomiende su médico, hay más preguntas que le pueden servir para el seguimiento:

  • Cuál es el objetivo de este tratamiento?

  • Dónde lo voy a recibir? ¿En casa? ¿En el hospital? En un centro de salud?

  • Con qué frecuencia la tendré?

  • Durante cuánto tiempo espera que me someta a este tratamiento?

  • Podré trabajar durante el tratamiento?

Cuáles son los efectos secundarios a corto y largo plazo de este plan de tratamiento?

Todo método de tratamiento conlleva una serie de posibles efectos secundarios. Por ejemplo, la quimioterapia puede hacer que se sienta cansado, con náuseas y que se le caiga el pelo.

La mayoría de los efectos secundarios pueden controlarse con medicación, y los síntomas suelen desaparecer cuando se interrumpe el tratamiento. Pregunte a su médico qué puede hacer para aliviar los efectos secundarios que pueda tener.

Algunas formas de tratamiento pueden afectar a su fertilidad. Si planea tener hijos en el futuro, pregunte a su médico sobre sus opciones.

¿Cuál es la probabilidad de que el cáncer vuelva a aparecer?

Dado que el linfoma folicular no es actualmente curable, siempre existe la posibilidad de que vuelva a aparecer si entra en remisión. También existe la posibilidad de que el cáncer no responda al primer tratamiento que pruebes.

Hay muchos factores que intervienen, como la edad, el estado de salud general, el estadio de la enfermedad y el tipo de células cancerosas que tiene. A partir de estos datos, junto con la información sobre la respuesta de su organismo al primer tratamiento, su médico considerará muchas otras opciones, o una combinación de ellas, para un tratamiento de segunda línea.

Cómo puedo ayudar a mi cuerpo ahora mismo?

Tu salud juega un papel importante en lo bien que aguantas el tratamiento. Concéntrese en alimentos saludables, como carnes magras, frutas, verduras y cereales integrales. Su médico puede recomendarle un nutricionista o suplementos. El ejercicio durante el tratamiento es bueno tanto para el cuerpo como para la mente. Pregunte a su médico qué formas de ejercicio pueden ser las mejores para su cuerpo.

Cuáles son los siguientes pasos?

Esto depende de si su médico le recomienda o no un tratamiento. Si está en modo de espera vigilante, su médico puede decirle cuándo debe volver a hacerse pruebas de referencia. Si te sometes a un tratamiento, tu médico debería poder compartir un calendario o ponerte en contacto con alguien que pueda hacerlo...

¿Qué sistemas de apoyo recomienda?

El tratamiento del cáncer es mucho más que el aspecto físico. También es un proceso mental, emocional y espiritual. No importa dónde vivas o cuál sea tu nivel de ingresos, hay grupos de apoyo online o presenciales y trabajadores sociales y terapeutas oncológicos que pueden ayudarte. Si tu médico no te da estos recursos, pide información.

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