La aterradora relación entre la hipertensión y el ictus

La hipertensión es la primera causa prevenible de ictus. Un médico explica las razones.

Los expertos dicen que el 80% de los accidentes cerebrovasculares pueden prevenirse. La mejor manera de hacerlo es mantener la presión arterial en un rango saludable. Eso significa menos de 120/80.

Cuándo es demasiado alta la tensión arterial?

Si su presión arterial es constantemente de 130/80 o más, tiene hipertensión. Sus cifras suben y bajan de forma natural dependiendo de lo que esté haciendo y de lo estresado que esté a lo largo del día. Debes comprobarlas varias veces antes de obtener un diagnóstico.

La cifra superior (sistólica) es la fuerza que ejercen las arterias cuando late el corazón. La inferior (diastólica) es la presión entre latidos, cuando el corazón descansa.

Si cualquiera de las dos cifras es más alta de lo normal, significa que su corazón está bombeando más fuerte de lo que debería. Los estudios demuestran que, con el paso del tiempo, eso aumenta las probabilidades de sufrir un ictus.

Cómo provoca la hipertensión arterial un ictus?

La hipertensión somete a sus arterias a una tensión constante. Al igual que un neumático demasiado inflado, el exceso de fuerza en el interior de los vasos sanguíneos daña las paredes de las arterias y las debilita.

Hay dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares, y la hipertensión aumenta la probabilidad de ambos.

Accidentes cerebrovasculares causados por la obstrucción del flujo sanguíneo. En casi 9 de cada 10 casos, el ictus se produce porque algo, normalmente un coágulo, bloquea el flujo de sangre al cerebro. Los médicos lo llaman ictus isquémico. Sin oxígeno, las células cerebrales empiezan a morir en cuestión de minutos. Por lo general, un coágulo se forma en el lugar de un vaso sanguíneo obstruido o en algún otro lugar del cuerpo y luego llega al cerebro. Un coágulo que se desplaza suele significar que hay un problema subyacente, a menudo un latido irregular del corazón llamado fibrilación auricular (FA).

Los coágulos son más frecuentes con la hipertensión porque ésta acelera la aterosclerosis, un trastorno que hace que las arterias se endurezcan, se estrechen y se obstruyan con placas de grasa. La hipertensión también aumenta la probabilidad de sufrir fibrilación auricular. Hace que la sangre se acumule en el corazón, donde puede formarse un coágulo. La fibrilación auricular es muy peligrosa porque quintuplica las posibilidades de sufrir un ictus. Pero hay tratamientos para ello.

Accidentes cerebrovasculares causados por una hemorragia en el cerebro o a su alrededor. Son los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Suelen ser más graves y mortales que los provocados por coágulos. Un vaso sanguíneo débil se rompe, normalmente a causa de un aneurisma, un punto que se ha hinchado por la presión. La hipertensión arterial daña las arterias y las hace más propensas a romperse o reventar.

La hipertensión también puede provocar coágulos que dan lugar a mini accidentes cerebrovasculares temporales. El accidente isquémico transitorio, o AIT, se produce cuando un coágulo se disuelve o se desprende por sí solo. La mayoría de las personas se recuperan completamente de los AIT, pero son una advertencia de que puede producirse un accidente cerebrovascular completo. La hipertensión aumenta la probabilidad de que se produzca un AIT de la misma manera que un ictus isquémico: estrechando las arterias y aumentando la probabilidad de que se formen placas y coágulos.

Lo que puedes hacer

Si consigue controlar su presión arterial, puede reducir casi a la mitad la posibilidad de sufrir un ictus. Hable con su médico para saber si la medicación le ayudaría. También puedes proponerte:

  • Comer menos sal, azúcar y grasas saturadas (principalmente de la carne y las aves). Evite las grasas trans artificiales (que suelen encontrarse en los alimentos procesados que tienen ingredientes hidrogenados). Coma más fibra, frutas y verduras de hoja verde.

  • Consigue un peso saludable. Una barriga grande, comparada con el tamaño de tus caderas, es un signo de demasiada grasa en tu cuerpo.

  • Deja de fumar. Si ya fuma, dejar de hacerlo le ayudará a reducir las probabilidades de sufrir un ictus.

  • Limite el consumo de alcohol. Beber demasiado puede elevar su presión arterial.

  • Haga ejercicio con regularidad. Intente realizar 30 minutos de actividad aeróbica, como paseos a paso ligero, 5 veces a la semana.

  • Reduce tu estrés. Los estudios demuestran que el estrés constante te hace más propenso a sufrir un ictus o un AIT.

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