Presión arterial alta: Riesgos, causas y tratamientos

El riesgo de padecer hipertensión arterial comienza a aumentar cuando se cumplen los 45 años. Te explicamos cómo prevenir y tratar la hipertensión.La hipertensión, tanto en hombres como en mujeres, es un gran problema. Uno de cada tres estadounidenses adultos, unos 65 millones de personas, tiene la presión arterial alta, también conocida como hipertensión. Muchos más corren el riesgo de padecerla. Más de la mitad de los estadounidenses mayores de 60 años la padecen y, a lo largo de la vida, el riesgo de padecerla es del 90%.

La hipertensión es especialmente peligrosa porque la gente puede tenerla durante años sin saberlo. De hecho, 1 de cada 3 estadounidenses con esta enfermedad no lo sabe.

A pesar de estas sombrías estadísticas, la hipertensión no es inevitable. Hay muchas cosas que se pueden hacer para prevenir, retrasar y tratar la enfermedad.

¿Qué es la hipertensión arterial?

La sangre que bombea por el sistema circulatorio está sometida a presión, como el agua de las tuberías de una casa. Y al igual que un exceso de presión en el agua puede dañar las tuberías y los grifos, una presión sanguínea elevada puede suponer un problema. La hipertensión se produce cuando la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias es anormalmente alta.

Con el tiempo, la presión elevada puede causar una amplia gama de problemas. Pueden formarse pequeñas protuberancias, llamadas aneurismas, en los vasos sanguíneos. El corazón puede agrandarse, aumentando el peligro de insuficiencia cardíaca. Los daños en los vasos sanguíneos de los riñones pueden hacer que éstos fallen. Como los diminutos vasos sanguíneos de los ojos son especialmente vulnerables a los daños, la hipertensión puede provocar problemas de visión e incluso ceguera.

Son muchos los factores que pueden provocar la hipertensión. Está claro que la dieta juega un papel importante. Se ha comprobado que el exceso de sal, la escasez de potasio y el exceso de alcohol aumentan el riesgo de hipertensión. El exceso de estrés y la escasa actividad física aumentan el peligro de padecer hipertensión, al igual que el sobrepeso o la obesidad. Y, como ocurre con muchas enfermedades crónicas, la hipertensión suele ser hereditaria, lo que sugiere que la genética desempeña un papel importante.

En algunos pacientes, la hipertensión está relacionada con otros problemas médicos o puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos. Esta forma de la enfermedad se denomina hipertensión secundaria, porque se produce de forma secundaria a otras condiciones médicas.

Cómo se mide la presión arterial?

La hipertensión arterial suele diagnosticarse mediante la conocida prueba de presión arterial que consiste en colocar un manguito alrededor de la parte superior del brazo. El manguito se infla y luego los sensores miden la presión de la sangre que late contra las arterias.

La lectura aparece como dos números. El primero, el más alto de los dos, es la presión sistólica. Es la fuerza que se ejerce en las arterias cuando el corazón late. El segundo número es su presión diastólica, o la presión en las arterias cuando el corazón descansa entre latidos.

La tensión arterial normal pasa de unos 64/40 al nacer a unos 120/80 en un adulto sano. Si alguien le tomara la tensión justo después de dar un discurso o de correr 8 kilómetros, probablemente sería ligeramente alta. Esto no es necesariamente motivo de alarma: Es natural que la tensión arterial suba y baje con los cambios de actividad o el estado emocional.

También es normal que la tensión arterial varíe de una persona a otra, incluso de una zona del cuerpo a otra. Pero si su presión arterial se mantiene alta, debe hablar con su médico sobre el tratamiento. La hipertensión obliga al corazón a trabajar por encima de su capacidad. Además de lesionar los vasos sanguíneos, puede dañar el cerebro, los ojos y los riñones.

¿Qué tan alto es demasiado alto?

Se dice que las personas que tienen lecturas de 130/80 o más en al menos dos ocasiones tienen la tensión arterial alta.

Si la tuya es de 180/120 o más, busca atención médica de inmediato.

Su médico también podría decirle que tiene algo llamado prehipertensión. Es cuando su tensión es un poco más alta de 120/menos de 80. Unos 75 millones de estadounidenses entran en esta categoría. La prehipertensión puede aumentar las probabilidades de dañar las arterias, el corazón, el cerebro y los riñones. Muchos médicos dicen que la prehipertensión debe tratarse. Sin embargo, no hay pruebas de que proporcione ayuda a largo plazo.

Muchas personas que padecen hipertensión no se dan cuenta de que la tienen. A menudo se la denomina "el asesino silencioso" porque rara vez provoca síntomas, aunque cause graves daños en el organismo.

Si no se trata, la hipertensión puede provocar problemas graves, como:

  • Problemas de visión

  • Ataque al corazón

  • Accidente cerebrovascular

  • Insuficiencia renal

  • Insuficiencia cardíaca

Los pacientes críticos que tienen la presión arterial muy alta pueden tener "hipertensión maligna". Se trata de una urgencia médica y debe ser tratada en urgencias. Los síntomas pueden ser dolor en el pecho, dificultad para respirar, cambios en la visión, dolor de cabeza y debilidad.

Afortunadamente, la hipertensión puede controlarse. El primer paso es hacerse un chequeo de la presión arterial con regularidad.

Quién padece hipertensión arterial?

La hipertensión arterial es más probable en personas con antecedentes familiares de hipertensión, enfermedades cardíacas o diabetes.

También es más frecuente en personas que:

  • Afroamericanos

  • Mayor de 55 años

  • Sobrepeso

  • Inactivo

  • Bebedores empedernidos de alcohol

  • Fumadores

Si consume alimentos con alto contenido en sal, o utiliza medicamentos como los AINE (como el ibuprofeno y la aspirina), descongestionantes y drogas ilícitas como la cocaína, también tiene una mayor probabilidad de padecer hipertensión arterial.

Qué es la hipertensión esencial?

Hasta en el 95% de los casos de hipertensión registrados en Estados Unidos no se puede determinar la causa subyacente. Se trata de la hipertensión esencial.

La hipertensión suele ser hereditaria. La edad y la raza también influyen.

Más del 40% de los afroamericanos de EE.UU. padecen hipertensión.

La dieta y el estilo de vida también desempeñan un papel importante en la hipertensión esencial. La relación entre la sal y la hipertensión es especialmente notable. Los habitantes de las islas del norte de Japón son los que más sal consumen en el mundo. También son los más propensos a padecer hipertensión.

Muchas personas con hipertensión son "sensibles a la sal". Eso significa que cualquier cosa que supere una cantidad mínima les subirá la presión arterial.

Otras cosas asociadas a la hipertensión esencial son:

  • Obesidad

  • Diabetes

  • Estrés

  • Niveles bajos de potasio, calcio y magnesio

  • Falta de actividad física

  • Consumo excesivo de alcohol

Qué es la hipertensión secundaria?

Cuando se puede identificar una causa directa de la hipertensión, se trata de hipertensión secundaria. La enfermedad renal es la causa más común.

La hipertensión también puede ser provocada por tumores o afecciones que hacen que las glándulas suprarrenales (las pequeñas glándulas que se encuentran encima de los riñones) liberen grandes cantidades de hormonas que elevan la presión arterial.

Las píldoras anticonceptivas -especialmente las que contienen estrógenos- y el embarazo pueden aumentar la presión arterial. También pueden hacerlo otros medicamentos. Consulta a tu médico para saber si algo que tomas puede hacer que tus cifras aumenten.

Cómo se trata la hipertensión arterial?

Los médicos disponen de una amplia gama de medicamentos contra la hipertensión para tratarla. Estos tratamientos de la hipertensión incluyen diuréticos -a menudo llamados "diuréticos"-, betabloqueantes, bloqueadores de los canales de calcio, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA), bloqueadores de los receptores de la angiotensina II (BRA) y otros tipos de medicamentos.

Por muy eficaces que sean estos fármacos para controlar la tensión arterial, si llega al punto de necesitarlos, es posible que tenga que tomarlos durante el resto de su vida. Esta es una buena razón más para centrarse en la prevención.

Cómo puedo prevenir la hipertensión arterial?

Puede prevenir la hipertensión arterial y reducir las probabilidades de padecer una enfermedad cardíaca realizando algunos cambios en su estilo de vida?

1. Tenga en cuenta su dieta. Una dieta sana puede contribuir en gran medida a prevenir la hipertensión. Pruebe a seguir el plan de alimentación Dietary Approaches to Stop Hypertension (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión), también conocido como dieta DASH, que hace hincapié en muchas frutas y verduras y en productos lácteos bajos en grasa o sin ella. Los estudios realizados por los Institutos Nacionales de Salud han demostrado que la dieta DASH puede reducir la presión arterial. Y los resultados aparecen rápidamente, a menudo en dos semanas. Aléjese de la sal y las grasas saturadas y elimine las grasas trans. En su lugar, céntrate en alimentos ricos en fibra, calcio y magnesio.

El Programa Nacional de Educación sobre la Hipertensión recomienda no superar los 2.300 miligramos de sodio al día. Lo ideal es incluso más bajo: sólo 1.500. Para la persona media, que consume unos 4.200 miligramos al día, eso requiere un gran cambio. Pero los estudios demuestran que cuanto menor sea el consumo de sal, menor será la presión arterial.

2. Haz mucho ejercicio. Los entrenamientos aeróbicos regulares acondicionan el corazón y mantienen los vasos sanguíneos funcionando correctamente. También es aconsejable ser lo más activo posible a lo largo del día, aparte del entrenamiento. Investigadores de la Universidad de Minnesota publicaron los resultados de un estudio con casi 4.000 personas de entre 15 y 30 años a las que se hizo un seguimiento a lo largo del tiempo. Cuanto más activos eran, menor era el riesgo de desarrollar hipertensión.

3. Si tiene sobrepeso, intente reducirlo. Incluso perder unos pocos kilos puede suponer una gran diferencia.

4. Si fuma o bebe mucho alcohol, es el momento de dejarlo. Su médico puede aconsejarle sobre las formas más eficaces de hacerlo.

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