¿Qué debes hacer si a tu pareja le acaban de diagnosticar el VIH? Aprende cuándo debes hacerte la prueba, por qué debes considerar la PrEP y qué cambios en el estilo de vida debes hacer para que ambos se mantengan sanos y fuertes.
A tu pareja le acaban de diagnosticar el VIH. Puede que estés asustado, preocupado o confundido. Qué significa esto para tu salud, tu vida sexual y tu relación? Responder a estas preguntas puede ayudarte a proteger tu salud y a tranquilizarte.
Deberías hacerte la prueba tú también?
Sí. Si tu pareja tiene el VIH, debes hacerte la prueba de inmediato. Esto es importante, porque las relaciones sexuales con tu pareja pueden exponerte al VIH. Hacerse la prueba puede indicarte si estás infectado.
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Si los resultados de la prueba del VIH son positivos: Puedes empezar el tratamiento de inmediato para reducir tu carga viral. Se llama TAR, o terapia antirretroviral. Las combinaciones de fármacos reducen la cantidad de VIH en la sangre hasta el punto de que el virus no aparezca en los análisis. Los médicos lo llaman indetectable. Este tratamiento te ayuda a mantenerte sano para que puedas tener una vida normal y larga.
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Podría ser la PrEP adecuada para ti? Aunque tu prueba del VIH sea negativa, la infección por el VIH de tu pareja te pone en riesgo de contraer el virus también. Puedes tomar la PrEP, o profilaxis previa a la exposición, para protegerte durante las relaciones sexuales. Los medicamentos de la PrEP pueden reducir el riesgo de contraer el VIH, incluso si estás expuesto. Ayudan a tu cuerpo a bloquear el virus para que no pueda infectarte.
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Si los resultados de la prueba son negativos: Puede tener cierta tranquilidad. Pero también puedes tomar medidas para protegerte durante las relaciones sexuales hasta que el tratamiento de tu pareja empiece a hacer efecto. Eso suele ser 6 meses, suponiendo que tu pareja empiece a tomar la medicación para su VIH. Durante este tiempo, utiliza preservativos durante las relaciones sexuales o protectores dentales durante el sexo oral como medida de precaución. La PrEP también puede ayudar a evitar que contraigas el VIH.
Debe volver a hacer la prueba si la primera fue negativa?
Sí. El VIH no siempre aparece de inmediato en algunas pruebas. El intervalo entre la infección y el momento en que el virus aparece se denomina periodo ventana. Incluso si has sido infectado, los resultados pueden ser negativos durante ese tiempo.
Hazte una prueba de seguimiento para asegurarte de que no eres seropositivo. El tiempo que debe esperar para volver a hacerse la prueba (después de su última exposición) depende del tipo de prueba del VIH que utilice:
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Pruebas de VIH de cuarta generación: Estas pruebas más nuevas pueden detectar el VIH 4 o más semanas después de la exposición al virus.
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Pruebas de tercera generación, pruebas rápidas y kits de autotest del VIH: Estos pueden detectar el VIH a los 3 o más meses de la exposición.
Tu médico puede repasar el periodo de ventana para obtener un resultado preciso del tipo de prueba que te hagas. Pueden aconsejarte sobre cuánto tiempo debes esperar para volver a hacerte la prueba y así estar segura de que estás infectada.
Cambios en el estilo de vida para ti y tu pareja
Ambos pueden tomar medidas para mantenerse sanos y reforzar sus sistemas inmunitarios, incluso si sólo uno de ustedes tiene el VIH. Con una dieta y un estilo de vida saludables, el cuerpo puede absorber mejor los medicamentos para el VIH. Además, pueden funcionar mejor y causar menos efectos secundarios.
Lleva una dieta sana. La infección por el VIH y los medicamentos que toma tu pareja pueden provocar malestar estomacal o dificultar la absorción de los nutrientes de los alimentos. Es importante seguir una dieta sana y equilibrada. Una buena nutrición ayudará a que el sistema inmunitario de ambos se mantenga fuerte.
Tanto si tienes el VIH como si no, sigue estos consejos de alimentación saludable:
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Lleva una dieta variada de alimentos frescos como frutas, verduras, productos lácteos, proteínas y cereales.
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Consume alimentos más bajos en grasas saturadas, azúcares y sodio.
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Ten cuidado con las infecciones transmitidas por los alimentos. Las personas con VIH son más propensas a contraer estos bichos. Cocina los alimentos a una temperatura segura antes de comerlos. Guarda los alimentos frescos en la nevera para que no se estropeen. Mantén la carne, el marisco y las aves crudas lejos de la lechuga o la fruta. Lávate las manos y las encimeras después de preparar las comidas.
Haz ejercicio con regularidad. La actividad física mantiene tu sistema inmunológico fuerte para que puedas combatir las infecciones. El ejercicio mantiene su cuerpo y su mente sanos y fuertes. Busca actividades que os gusten a ti y a tu pareja para que podáis ejercitaros juntos y seguir una rutina.
No fume. Fumar aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer y otras enfermedades graves, como las cardiopatías, tanto si tienes el VIH como si no. Si tu pareja con VIH fuma, dejar de hacerlo puede ayudar a mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas del VIH.
Las personas con VIH que fuman tabaco tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón, cabeza y cuello, cuello de útero y otros. También son más propensos a padecer enfermedades graves como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, EPOC o neumonía. Fumar también puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades que conducen al SIDA.
Disfruta de una vida sexual sana y segura. El hecho de que tu pareja haya sido diagnosticada con el VIH no significa que debas dejar de disfrutar del sexo. Una vida sexual satisfactoria es importante para una relación y también puede aliviar tu estrés y el de tu pareja.
Utiliza prácticas sexuales seguras para reducir las posibilidades de infección durante el sexo. Los preservativos previenen el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Toma medicamentos de la PrEP para reducir las posibilidades de contraer el VIH. Evita los lubricantes que contengan policuaternio o policuaternio-15, ingredientes que aumentan el riesgo de transmisión del VIH.
Apoye a su pareja en su viaje hacia el tratamiento
Estar ahí para tu pareja durante su tratamiento del VIH:
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Mantén conversaciones abiertas sobre el diagnóstico y cómo afecta a su autoestima. Asegura a tu pareja que la terapia antirretroviral puede ayudarle a controlar la carga viral del VIH y a mantenerse sano. Escuche sus preocupaciones y sea comprensivo.
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Aprende todo lo que puedas sobre el VIH, incluyendo el TAR y cómo tener un estilo de vida saludable.
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Ayude a su pareja a tomar sus medicamentos para el VIH a tiempo para que funcionen lo mejor posible. Trabajen juntos para crear una rutina o recordatorios para tomar los medicamentos cada día.
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Si alguno de los dos se siente estresado, abrumado o deprimido, acuda a un tratamiento de salud mental o únase a un grupo de apoyo. Hablar con otras personas puede ayudaros a ambos a aliviar vuestras preocupaciones.