¿Quién debe formar parte de tu equipo médico cuando tienes el VIH? Descubre cómo puedes controlar tu enfermedad con la ayuda de especialistas en enfermedades infecciosas, nutricionistas, terapeutas y otros profesionales.
Algunos de los proveedores que pueden ayudarte son
Médico de cabecera del VIH
Tu proveedor de atención primaria del VIH encabeza tu equipo de atención médica. Puede ser un médico, un doctor, una enfermera o un médico especialista en enfermedades infecciosas. Te recetará medicamentos para el VIH, controlará tu estado de salud general y te remitirá a otros médicos si lo necesitas. Puedes elegir un médico, una enfermera, un asistente médico o un ginecólogo/obstetra, pero cuanta más experiencia tengan con pacientes con VIH, más cómodo te sentirás con tu atención. No sientas que tienes que encontrar el médico perfecto: siempre puedes cambiar.
Especialista en enfermedades infecciosas (ID)
El VIH debilita tu sistema inmunitario, por lo que es más fácil que enfermes. Si tu médico de cabecera cree que tienes algún tipo de infección, puede remitirte a un especialista en enfermedades infecciosas. Como han recibido una intensa formación en todo tipo de infecciones, los especialistas en ID pueden realizar pruebas, hacer un diagnóstico y elegir la mejor manera de tratarte.
OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA
El VIH puede afectar a los órganos y glándulas que te ayudan a tener un bebé. Un ginecólogo/obstetra puede diagnosticar y tratar los problemas que puedan surgir, como una infección vaginal o cambios en tu periodo. También puede detectar enfermedades más graves, como el cáncer de cuello uterino, que las mujeres con VIH corren un mayor riesgo de padecer. Tanto si decides formar una familia como si quieres asegurarte de no quedarte embarazada, tu ginecólogo/obstetra puede ofrecerte asesoramiento y apoyo.
Si es posible, busca un ginecólogo/obstetra experto en VIH y SIDA. En general, las mujeres que acuden a ginecólogos/obstetras con más experiencia en la atención del VIH tienden a obtener mejores resultados que las que acuden a un proveedor que sólo tiene una experiencia limitada en la atención del VIH.
Farmacéutico
Si tienes preguntas sobre un medicamento recetado o de venta libre, tu farmacéutico puede responderlas. También puede realizar algunos exámenes de salud y administrarte las vacunas que necesites.
Nutricionista
Comer bien es bueno para tu sistema inmunitario y tu peso. También puede facilitar que tu cuerpo absorba los medicamentos para el VIH que tomas. Un experto en nutrición puede ayudarte a elegir alimentos saludables, sugerirte recetas y ayudarte a planificar las comidas.
Dentista
El VIH te pone en riesgo de sufrir problemas de salud bucal que van desde aftas y sequedad bucal hasta caries y diferentes infecciones. Un dentista puede detectar y tratar estos problemas. También puede darte consejos sobre cómo cuidar mejor tus dientes y encías.
Servicios sociales
Algunas personas de tu equipo pueden ayudarte a gestionar tu VIH en el día a día:
-
Un gestor de casos averigua los tipos de servicios que necesitas y te pone en contacto con ellos.
-
Un trabajador social puede ofrecer asesoramiento para problemas como la ansiedad o el abuso de sustancias.
-
Un navegador de pacientes le ayuda a entender y obtener lo que necesita de su plan de salud. Las enfermeras que ayudan a coordinar los cuidados también pueden desempeñar esta función.
Fisioterapeuta
Es común tener dolor de huesos y articulaciones cuando se tiene el VIH. Un fisioterapeuta puede idear ejercicios que te hagan sentir más cómodo y mejoren tu capacidad de movimiento. También puede ayudarte a ver cómo la actividad regular puede hacer que te sientas mejor y con más control de tu salud.
Terapeuta
El miedo, la conmoción, la depresión, la ansiedad y la ira son sentimientos normales que puedes tener después de descubrir que tienes el VIH. Un consejero, un psicólogo o un psiquiatra pueden ayudarte a hablar de tus sentimientos y a encontrar mejores formas de afrontarlos.