Cuando el VIH no está bajo control, puedes empezar a tener síntomas que nunca habías tenido. He aquí lo que debes tener en cuenta y cómo sentirte mejor.
¿Por qué te sientes mal?
Es posible que tu VIH no esté controlado. Esto es lo más probable si no estás en tratamiento antirretroviral, que son los medicamentos que combaten el virus. Sin embargo, también puede ocurrir si no estás tomando la terapia antirretroviral correctamente, o si los fármacos no están funcionando para ti.
Cuando el VIH crece de forma incontrolada, la cantidad de virus en la sangre aumenta y daña el sistema inmunitario. Destruye unas células llamadas CD4. Sin un número suficiente de éstas, tu cuerpo tiene dificultades para combatir las infecciones comunes y otros problemas de salud que normalmente podría manejar con facilidad...
Llama a tu médico si tienes nuevos síntomas. Él puede llegar al fondo de lo que está mal y encontrar maneras de ayudarte a sentirte mejor.
Síntomas y tratamiento del VIH
Pérdida de peso: Bajar de peso sin proponérselo es un signo evidente de que tu VIH puede ir por mal camino. El propio VIH no tratado o las infecciones que contraigas a causa de él pueden hacerte perder peso. Además, si estás enfermo, puede que no tengas ganas de comer.
Si pierdes el 10% o más de tu peso corporal (como 15 libras si pesas 150 libras), podrías tener lo que se llama síndrome de desgaste. También tienes diarrea, debilidad y fiebre durante aproximadamente un mes. Esto afecta sobre todo a las personas con VIH avanzado.
Es importante tratar de recuperar el peso. Además de tomar los medicamentos para el VIH, hay algunas cosas que pueden ayudar:
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Habla con un dietista para asegurarte de que tu dieta es equilibrada y te aporta las calorías que necesitas.
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Aumenta tu masa muscular con entrenamientos como el levantamiento de pesas o ejercicios de resistencia, como flexiones, planchas y sentadillas.
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Prueba con suplementos ricos en proteínas. (Antes, pregunta a tu médico o dietista si los necesitas).
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Tratar las infecciones que puedan causar diarrea o pérdida de apetito.
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Su médico puede recetarle medicamentos para ayudar con el síndrome de desgaste, llamados acetato de megestrol (Megace) y dronabinol (Marinol)?
Problemas de la piel: La sequedad y el picor de la piel es un problema común para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado por el VIH. Las infecciones cutáneas como el impétigo o la tiña también pueden ser un problema.
Los tratamientos incluyen:
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Cremas antifúngicas o antibacterianas.
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Esteroides y antihistamínicos
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¿Hidratantes?
El molusco contagioso es una infección vírica que provoca pequeñas protuberancias de color carne en la piel. El virus puede crecer sin control en personas con VIH, por lo que hay que acudir a un dermatólogo para recibir tratamiento de inmediato.?
Erupción dolorosa y con ampollas: Podría tratarse de un herpes zóster si has tenido varicela, ya que el mismo virus causa ambas cosas. Por lo general, el herpes zóster afecta a las personas mayores de 60 años. Pero si tienes el VIH, puedes contraerlo aunque seas más joven.
Es importante que acudas a tu médico si crees que tienes herpes. Los medicamentos antivirales pueden ayudarle a superarlo más rápidamente, pero debe empezar a tomarlos lo antes posible.
Otros tratamientos son:
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Medicamentos para el dolor
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Loción de calamina, baños de avena coloidal o compresas húmedas para aliviar el picor
Fiebre: Tener temperatura suele significar que tu cuerpo está luchando contra una infección. Es posible que tu médico te haga algunas pruebas para averiguar cuál es la causa de la fiebre y así poder decidir cómo tratar el problema.
Además de seguir los consejos de tu médico, haz estas cosas para bajar la fiebre:
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Toma paracetamol... o... ibuprofeno
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Utilizar compresas frías
Tos persistente: La tos no siempre es un signo de algo grave. Pero una que persiste durante semanas puede serlo.
Las personas con recuentos bajos de CD4 son más propensas a contraer una infección pulmonar llamada neumonía por pneumocystis (PCP). Puede causar tos seca, dificultad para respirar y hacer que te sientas muy cansado.
Asegúrate de hablar con tu médico si tienes los síntomas de esta infección: sin tratamiento, puede ser mortal. Es posible que tenga que ser ingresado en el hospital para su diagnóstico y tratamiento.
Las personas con un sistema inmunitario débil son más propensas a contraer la tuberculosis. Es posible que expulse mucha flema al toser y que tenga dolor en el pecho, fiebre y pérdida de peso. Si las pruebas demuestran que tienes tuberculosis, tendrás que tomar antibióticos durante varios meses.
Sudores nocturnos:? ¿Te despiertas en mitad de la noche empapado de sudor? Puede ser un síntoma del propio VIH o de otras infecciones (como la tuberculosis). La sudoración cesará cuando tu médico descubra la causa del problema y la trate.
¿Qué otra cosa puedes hacer mientras tanto?
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Haz que tu dormitorio sea lo más fresco posible bajando la temperatura y poniendo en marcha ventiladores.
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Compre pijamas y sábanas que absorban la humedad.
Problemas en la boca: No es raro que las personas con VIH tengan llagas en la boca. Las infecciones pueden causar problemas como aftas o herpes labial a medida que la enfermedad empeora.
Estas afecciones pueden hacer que sea doloroso masticar y tragar los alimentos. Tu médico puede sugerirte medicamentos para combatir la infección y el dolor.
Diarrea de larga duración: Las personas con sistemas inmunitarios débiles pueden contraer infecciones que provocan diarrea. Esta puede durar varias semanas. El médico hará un examen exhaustivo para determinar el problema.
Para controlar los síntomas, su médico puede sugerir:
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Medicamentos antidiarreicos para frenar los desechos en los intestinos y evitar que vaya con tanta frecuencia
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Alimentos blandos y fáciles de digerir como los plátanos, el arroz y las patatas
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Mucha agua, té y otras bebidas saludables para mantenerse hidratado
Informe a su médico si la diarrea empeora o tiene fiebre, vómitos o dolor.
Reciba tratamiento para prevenir los síntomas
Los síntomas y enfermedades descritos anteriormente son probablemente el resultado de un VIH avanzado, lo que significa que el virus ha estado creciendo sin control en tu cuerpo durante meses o años.
Si no estás tomando la terapia antirretroviral o no la estás tomando exactamente como se supone que debes hacerlo, ahora es el momento de empezar a tomarla correctamente. Estos medicamentos reducirán la cantidad de virus en la sangre para que tu sistema inmunitario pueda recuperarse. Incluso las personas con el VIH descontrolado pueden recibir el tratamiento adecuado y llevar una vida sana. Asegúrate de seguir los consejos de tu médico en lo que respecta a la medicación para el VIH y otros medicamentos prescritos para tus condiciones específicas.
Es posible que tengas que cambiar tus medicamentos si no soportas los efectos secundarios o si no controlan bien tu enfermedad. Pero no dejes de tomarlos antes de hablar con tu médico.