El médico explica la hepatitis C y la dieta, el ejercicio y el consumo de alcohol.
Comer bien
Qué deberías comer? La misma dieta que todo el mundo debería seguir para gozar de buena salud.
Eso significa muchas frutas y verduras, proteínas magras y cereales integrales. También debes reducir los alimentos grasos, la sal y el azúcar.
Si quieres probar una dieta que parece demasiado buena para ser verdad, consúltalo primero con tu médico.
Algunas personas con hepatitis C descubren que la enfermedad les hace tener menos hambre. Si esto le ocurre, no tiene que forzar un gran desayuno, comida y cena. Coma comidas más pequeñas con más frecuencia a lo largo del día.
Muévete
El ejercicio puede hacerte sentir más fuerte. También puede ayudar con la depresión que pueden causar algunos medicamentos para la hepatitis.
Por supuesto, un viaje al gimnasio puede parecer lo último que quieres hacer. Uno de los principales síntomas de la hepatitis C es la fatiga. Cuando estás cansado, puede parecer que un entrenamiento sólo te agotará más. Pero en realidad te ayuda a tener más energía.
Los CDC sugieren que hagas 30 minutos de ejercicio moderado al menos 5 días a la semana. Si eso es demasiado para ti, empieza con 10 minutos y ve subiendo. Consulta a tu médico sobre un plan de ejercicios antes de comenzarlo para asegurarte de que es seguro para ti.
¿Y el alcohol?
Puede dañar tu hígado. Por eso es especialmente arriesgado para las personas con una infección hepática como la hepatitis C. Pero los médicos no se ponen de acuerdo sobre si debes dejar de beber o sólo reducir la cantidad.
Algunos dicen que hay que dejar todo el alcohol. Otros creen que está bien limitarse a una copa de vino con la cena o a una cerveza en el partido.
Sin embargo, ninguna persona con hepatitis C debe beber con regularidad.
Pregunte a su médico si puede beber alcohol y, en caso afirmativo, qué cantidad es segura.