Cómo funciona el hígado

El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo, y tiene un montón de tareas importantes que realizar. Descubre cómo filtra las toxinas, ayuda a descomponer los alimentos que ingieres y fabrica las proteínas que mantienen tu cuerpo en buen estado.

Es una cuña de color rojo oscuro, del tamaño de un balón de fútbol, que pesa alrededor de un kilo. El hígado ocupa el espacio que hay debajo de la parte derecha de la caja torácica y se encuentra encima del estómago. Está formado por dos partes llamadas lóbulos: un lóbulo izquierdo más pequeño y un lóbulo derecho más grande.

Cómo el hígado domina las toxinas

Después de que la sangre sale de su tracto digestivo y fluye hacia su hígado, el hígado se prepara para procesar una amplia variedad de sustancias químicas peligrosas en su torrente sanguíneo.

Las células que procesan estas toxinas las descomponen en moléculas menos peligrosas para el organismo. Por ejemplo, las células hepáticas transforman el amoníaco, que se libera al digerir las proteínas, en un subproducto inofensivo llamado urea, que sale del organismo al orinar.

El hígado también gestiona de forma segura el alcohol que bebes, convirtiéndolo en una sustancia química llamada acetato, que otros tejidos del cuerpo descomponen en dióxido de carbono y agua.

El papel de tu hígado en la digestión

Necesitas a tu hígado para digerir cualquier cosa que comas que tenga grasa. Cada día, las células del hígado producen casi un litro de bilis, un líquido verde oscuro que fluye hacia unos tubos llamados conductos biliares.

Desde allí, la bilis pasa al duodeno, una sección del intestino delgado, donde rompe la grasa en partículas más pequeñas. Esto permite a las células absorber mejor los nutrientes que contienen los alimentos.

Mantener el azúcar en sangre bajo control

Después de una comida, el hígado trabaja con otro órgano llamado páncreas para controlar los niveles de azúcar en sangre (glucosa).

Si el nivel de azúcar en sangre baja demasiado, el hígado descompone los azúcares que ha almacenado en una forma llamada glucógeno y los libera en el torrente sanguíneo. Esto hace que las células dispongan de más azúcares para obtener energía.

En otras ocasiones, cuando el nivel de azúcar en sangre es más alto, el hígado filtra parte de la glucosa de la sangre y la almacena como glucógeno para utilizarla más tarde.

Cómo almacenar el hierro de tu cuerpo

El hígado almacena la mayor parte del hierro que ingieres y lo distribuye al resto del cuerpo.

Creación de proteínas

Mientras que su hígado ayuda a procesar gran parte de lo que se mueve a través de su sistema digestivo, también es un constructor maestro. Crea una amplia variedad de proteínas que tu cuerpo necesita.

Entre estas proteínas se encuentran los factores de coagulación que ayudan a detener las hemorragias. El hígado también produce una proteína llamada albúmina, que se encarga de que el líquido de la sangre no se filtre a otros tejidos del cuerpo.

El hígado produce un gran número de proteínas de la familia de las enzimas, que descomponen diferentes moléculas para que el organismo pueda utilizarlas mejor.

El hígado también produce moléculas fuera de la familia de las proteínas. Crea aproximadamente la mitad del colesterol del cuerpo, que es un bloque de construcción para hormonas como el estrógeno y la testosterona.

Protección contra los gérmenes

Cuando se contrae una infección, el hígado desempeña un papel en la lucha contra los gérmenes. Este órgano tiene un gran número de células llamadas fagocitos que detectan y destruyen los virus y las bacterias, especialmente los que llegan a través de tu sistema digestivo.

Su hígado puede volver a crecer

A diferencia de la mayoría de los otros órganos de su cuerpo, su hígado tiene una capacidad especial para renovar las partes dañadas de sí mismo. Suena increíble, ¿verdad? No te sientas mal si tu reacción es que parece más ciencia "ficción" que realidad. Según una encuesta realizada a médicos en colaboración con el UPMC, más de tres cuartas partes de los encuestados afirman no saber que el hígado puede volver a crecer.

La capacidad de regeneración del hígado hace posible un procedimiento llamado trasplante de hígado de donante vivo, en el que se dona parte del propio hígado a alguien que lo necesita. Tras esta operación, tanto el donante como el receptor acabarán teniendo un hígado completamente funcional.

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