Por qué se demandan donantes vivos de hígado

Descubra cómo los donantes vivos benefician a quienes necesitan un trasplante de hígado, desde un menor tiempo de recuperación hasta un mayor índice de éxito y mucho más.

Unas 14.000 personas en EE.UU. están ahora en la lista de espera para un trasplante de hígado. La mayoría de ellas están esperando un trasplante de hígado de alguien que ha fallecido, a menudo en un accidente. Para que el hígado de una persona fallecida esté disponible para el trasplante, ésta debe haber decidido de antemano ser donante de órganos, o su familia debe dar su permiso.

No sólo la lista de personas que esperan un nuevo hígado es mucho mayor que el número de hígados disponibles de donantes fallecidos, sino que tampoco se puede predecir cuándo se producirá un trasplante. Encontrar a un familiar o conocido que esté dispuesto a ser donante en vida puede ayudar a resolver estos dos problemas.

Un donante vivo sólo dona una parte de su hígado. La parte restante del hígado que queda en su cuerpo vuelve a crecer. Con el tiempo, el donante debería tener un hígado que funcione con normalidad y de tamaño completo. Lo mismo ocurre si usted es la persona que recibe el nuevo hígado.

Beneficios de los trasplantes de donante vivo

Si necesita un nuevo hígado y consigue conectar con un donante vivo para su trasplante, puede programar una intervención quirúrgica que no esté demasiado lejos en el futuro y que sea conveniente para ambos.

Un tiempo de espera más corto puede salvarle la vida, ya que reduce el tiempo que su cuerpo tiene que vivir con un hígado defectuoso. Además, al salir de la lista de donantes fallecidos, se reduce el tiempo de espera para otras personas que necesitan un trasplante de hígado.

El hígado de un donante vivo se trasplanta muy rápidamente después de salir del cuerpo del donante, por lo que se mantiene sano. Los médicos no tienen que tomar medidas para preservar el hígado, como harían si procediera de un donante fallecido.

El riesgo de complicaciones tras el trasplante es menor con un hígado procedente de un donante vivo. Estos hígados también suelen durar más tiempo en el cuerpo del receptor. Esto aumenta las probabilidades de éxito a largo plazo del trasplante.

Un donante vivo es alguien que se ha sometido a pruebas específicas, por lo que usted sabrá que el nuevo hígado es adecuado. Por ejemplo, el donante tiene:

  • Análisis de sangre para asegurarse de que el tipo de sangre y los tejidos son compatibles

  • Evaluación psicológica

  • Evaluación por un especialista en hígado y un cirujano

  • Radiografía de tórax y electrocardiograma para comprobar la salud de los pulmones y el corazón

  • Imagen del hígado

También conocerás el historial médico de tu donante. No siempre es posible conocer el historial médico de un donante fallecido.

Desde el punto de vista del donante, es importante considerar los beneficios emocionales y mentales de ser un donante vivo. Tendrá la satisfacción de haber salvado la vida de alguien que lo necesita.

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