La hepatitis C en bebés, niños y adolescentes

Puede que pienses que la hepatitis C sólo afecta a los adultos, pero los niños también padecen esta enfermedad hepática. Averigua cómo pueden contraerla los niños, las formas en que los médicos diagnostican la enfermedad y qué tipo de medicamentos la tratan.

Cuando tu bebé tiene hepatitis C

Si estás embarazada y tienes hepatitis C, puedes transmitir el virus que causa la enfermedad a tu bebé durante el parto, ya sea por vía vaginal o por cesárea.

Hay pruebas disponibles cuando tu hijo tiene 3 meses, pero muchos expertos no las recomiendan porque los bebés no pueden ser tratados hasta que son mayores.

Los signos de que su hijo tiene hepatitis C son:

  • Orina oscura y de color marrón

  • Deposiciones pálidas y de color arcilla

  • Dolor de estómago, vómitos o diarrea.

  • Ictericia (piel y ojos amarillentos)

  • Fiebre

  • Cansancio

  • Moretones

  • Hinchazón en las piernas

Su hijo también puede tener el hígado o el bazo agrandados. Su médico podrá comprobarlo con un examen físico o mediante pruebas de imagen.

El médico puede sugerirle a su hijo que se haga análisis de sangre para diagnosticar la hepatitis C. Son las mismas pruebas que se utilizan en los adultos, pero sólo se hacen en niños mayores de 2 años:

Prueba anti-HCV. Busca anticuerpos proteicos específicos en la sangre de tu hijo. Sin embargo, no es infalible, porque no muestra si el virus de la hepatitis C está activo.

Prueba del ARN del VHC o prueba cualitativa del VHC. Mide si el virus de la hepatitis C está activo en el torrente sanguíneo de su hijo.

Prueba cuantitativa del VHC o prueba de carga viral. Comprueba la cantidad de virus en la sangre. Los resultados se miden en unidades internacionales por litro (UI/L). Las cifras más bajas significan que la enfermedad es más fácil de controlar.

Genotipado viral. Esta prueba muestra qué tipo de hepatitis C, llamado "genotipo", está causando la infección de su hijo.

En raras ocasiones, el médico de tu hijo puede querer realizar una prueba de imagen por ultrasonidos para comprobar la posibilidad de que haya un cáncer de hígado.

Tenga en cuenta que el VHC tarda en mostrar síntomas, y el 80% de las personas que padecen la enfermedad no presentan ningún síntoma. De hecho, pueden pasar años sin signos de enfermedad.

La hepatitis C en niños de hasta 12 años

La hepatitis C desaparece sin tratamiento el 40% de las veces antes de que el niño cumpla dos años. El virus ha desaparecido en algunos niños de hasta 7 años.

Si su hijo sigue teniendo hepatitis C después de cumplir los 2 años, es posible que escuche a su médico decir que se trata de una infección "crónica". En la mayoría de los casos, la enfermedad causa problemas hepáticos menores. Alrededor del 25% de los niños tienen una mayor probabilidad de sufrir una cicatrización del hígado, llamada cirrosis. En la mayoría de los casos, esto no ocurre hasta que el niño se hace adulto.

Si su hijo necesita tratamiento, su médico puede sugerirle estos medicamentos:

Interferón y ribavirina. Los estudios demuestran que acabará con la infección por hepatitis C entre el 50% y el 90% de los casos. Es el único tratamiento aprobado para niños menores de 12 años. Tu hijo puede tener efectos secundarios como fatiga, fiebre, escalofríos y depresión.

Es probable que el médico le recomiende a su hijo que se vacune contra la hepatitis A y la hepatitis B, así como que se vacune regularmente contra la gripe. Pregunte a su médico sobre los medicamentos que debe evitar porque pueden causar daños en el hígado, como el paracetamol.

Asegúrate también de que tu hijo sigue una dieta saludable. Asegúrese de que come de forma regular y equilibrada, ingiere mucha fruta y verdura, disfruta de los cereales integrales y de los alimentos ricos en proteínas, y evita la sal.

La mayoría de los niños con hepatitis C llevan una vida activa y normal, incluso practicando deportes y participando en actividades sociales. La enfermedad no se transmite por contacto casual. Pero como el virus puede transmitirse a otros a través de la sangre y los fluidos corporales, su hijo no debe compartir objetos personales como cepillos de dientes y cortaúñas con otros niños. Y asegúrese de que mantenga cubiertas las heridas, como los cortes y las rozaduras.

Adolescentes con hepatitis C

Si su hijo no nació con hepatitis C, sino que contrajo la enfermedad en la adolescencia, es probable que lo haya hecho por utilizar agujas poco limpias al inyectarse drogas ilícitas, por mantener relaciones sexuales sin protección o por entrar en contacto con sangre infectada. Hasta 100.000 estadounidenses de entre 12 y 19 años tienen hepatitis C.

Sin tratamiento, los adolescentes con hepatitis C pueden contraer cirrosis. Aunque los adultos disponen de una amplia gama de medicamentos antivirales, la FDA ha aprobado dos para niños de 12 a 17 años:

Sofosbuvir (Sovaldi). Este fármaco, al igual que los adultos que lo toman, puede curar la enfermedad en la mayoría de los casos. Los efectos secundarios más comunes son la fatiga y el dolor de cabeza.

Ledipasvir-sofosbuvir (Harvoni). Es un medicamento antiviral combinado que hace desaparecer el virus hasta en el 95% de los niños que lo toman. Tu hijo puede tener efectos secundarios como diarrea, sensación de cansancio o problemas para dormir.

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