El médico explica las pruebas y exámenes utilizados para diagnosticar la enfermedad de reflujo ácido.
También conocida como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la enfermedad por reflujo ácido es una irritación crónica del revestimiento del esófago de una persona por el ácido del estómago. Por lo general, sólo es molesto. Sin embargo, la ERGE puede tener consecuencias graves, como la esofagitis y el esófago de Barrett. El esófago de Barrett es una afección que aumenta la probabilidad de padecer cáncer de esófago.
Cuáles son los síntomas de la enfermedad del reflujo ácido?
Las personas que padecen la enfermedad del reflujo ácido suelen presentar algunos o todos los síntomas siguientes:
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Dolor al tragar o dificultad para tragar.
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Mal aliento y/o mal sabor de boca
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Eructos
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Dolor en el pecho
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Acidez de estómago
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Ronquera
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Regurgitación
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Dolor de garganta
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Tos
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Asma
Cómo se diagnostica el reflujo ácido?
Si usted experimenta los síntomas clásicos de la enfermedad por reflujo ácido -acidez estomacal crónica y regurgitación- sin ninguna complicación molesta, puede ser relativamente fácil para su médico hacer un diagnóstico de reflujo ácido.
Algunas personas tienen una ERGE que no responde al tratamiento. O pueden tener otros síntomas preocupantes, como pérdida de peso, dificultad para tragar, anemia o heces negras. Si usted es uno de ellos, puede necesitar alguna de las siguientes pruebas.
Cómo diagnosticar el reflujo ácido con una radiografía de deglución de bario
Su médico puede decidir utilizar un procedimiento especial de rayos X, la radiografía de deglución de bario, para descartar cualquier problema estructural en su esófago. En esta prueba indolora de reflujo ácido, se le pedirá que trague una solución de bario. El bario permite a los médicos tomar radiografías de su esófago.
La ingestión de bario no es un método seguro para diagnosticar la ERGE. Sólo una de cada tres personas con ERGE presenta alteraciones esofágicas visibles en las radiografías.
Diagnóstico del reflujo ácido con endoscopia o EGD
Durante una endoscopia, el médico introduce un pequeño tubo con una cámara en el extremo a través de la boca hasta el esófago. Esto permite al médico ver el revestimiento del esófago y del estómago.
Antes de introducir el tubo, el gastroenterólogo puede administrarle un sedante suave para ayudarle a relajarse. El médico también puede rociar su garganta con un spray analgésico para que el procedimiento sea más cómodo para usted.
Esta prueba de reflujo ácido suele durar unos 20 minutos. No es dolorosa y no interfiere con su capacidad de respirar.
Aunque esta prueba puede detectar algunas complicaciones de la ERGE, como la esofagitis y el esófago de Barrett, sólo la mitad de las personas con enfermedad por reflujo ácido presentan cambios visibles en el revestimiento del esófago.
Cómo diagnosticar el reflujo ácido con una biopsia
Dependiendo de lo que muestre la EGD, su médico puede decidir realizar una biopsia durante el procedimiento. Si este es el caso, su gastroenterólogo pasará un diminuto instrumento quirúrgico a través del endoscopio para extraer un pequeño trozo del revestimiento del esófago. La muestra de tejido se enviará a un laboratorio de patología para su análisis. Allí se evaluará si existe una enfermedad subyacente, como el cáncer de esófago.
Cómo diagnosticar el reflujo ácido con una manometría esofágica
Su médico puede realizar una manometría esofágica para ayudar a diagnosticar el reflujo ácido. Se trata de una prueba para evaluar su función esofágica. También comprueba si el esfínter esofágico, una válvula entre el estómago y el esófago, funciona tan bien como debería.
Tras aplicar un agente anestésico en el interior de la nariz, el médico le pedirá que permanezca sentado. A continuación, le pasará un tubo estrecho y flexible por la nariz, a través del esófago y hasta el estómago.
Cuando el tubo esté en la posición correcta, el médico le pedirá que se acueste sobre su lado izquierdo. Cuando lo haga, los sensores del tubo medirán la presión que se ejerce en varios puntos del interior del esófago y el estómago. Para evaluar aún más el funcionamiento del esófago, es posible que le pidan que beba algunos sorbos de agua. Los sensores de la sonda registrarán las contracciones musculares del esófago a medida que el agua desciende hasta el estómago.
La prueba suele durar entre 20 y 30 minutos.
Diagnóstico del reflujo ácido con la monitorización de la impedancia esofágica
Para obtener una imagen aún más detallada del funcionamiento de su esófago, el gastroenterólogo puede recomendar la monitorización de la impedancia esofágica. Si es así, se puede realizar junto con la manometría.
Esta prueba utiliza un tubo de manometría con electrodos colocados en varios puntos a lo largo de su longitud. Mide la velocidad a la que los líquidos y los gases pasan por el esófago. Cuando estos resultados se comparan con los de la manometría, el médico podrá evaluar la eficacia con la que las contracciones esofágicas mueven las sustancias a través del esófago hasta el estómago.
Cómo diagnosticar el reflujo ácido con la monitorización del pH
Esta prueba utiliza un monitor de pH para registrar la acidez en su esófago durante un período de 24 horas.
En una versión de esta prueba, se pasa un pequeño tubo con un sensor de pH en el extremo a través de la nariz hasta la parte inferior del esófago. El tubo se deja durante 24 horas y la parte que sale de la nariz se fija en un lado de la cara. Estará conectada a un pequeño dispositivo de grabación que puede llevar puesto o en la mano.
Durante el transcurso de esta prueba de reflujo ácido, anotará en un diario cuándo come o bebe. También pulsará un botón específico del dispositivo de grabación para indicar cuándo experimenta síntomas de reflujo ácido. Esta información detallada permitirá al médico analizar e interpretar los resultados de su prueba.
En la actualidad se utiliza una versión más reciente de esta prueba, que es inalámbrica. En esta versión se coloca un pequeño sensor de pH en la parte inferior del esófago mediante succión. La pequeña cápsula es capaz de comunicarse de forma inalámbrica con un dispositivo de grabación fuera de su cuerpo durante 48 horas. Al final, la cápsula se desprende y pasa por el resto del tubo digestivo.
Muchos pacientes han encontrado que el examen de monitorización inalámbrica del pH es mucho más agradable que la versión tradicional. Ambas técnicas arrojan información similar.