médico ofrece una visión completa de las causas, los síntomas y los tratamientos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), un trastorno digestivo que puede provocar graves complicaciones.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico, o ERGE, es un trastorno digestivo que afecta al anillo muscular situado entre el esófago y el estómago. Este anillo se llama esfínter esofágico inferior (EEI). Si la padece, puede sufrir ardor de estómago o indigestión ácida. Los médicos creen que algunas personas pueden tenerlo debido a una afección llamada hernia de hiato. En la mayoría de los casos, se pueden aliviar los síntomas de la ERGE mediante cambios en la dieta y el estilo de vida. Pero algunas personas pueden necesitar medicación o cirugía.
Causas de la ERGE
El término gastroesofágico se refiere al estómago y al esófago. Reflujo significa fluir hacia atrás o regresar. El reflujo gastroesofágico se produce cuando lo que hay en el estómago regresa al esófago.
En una digestión normal, el EEI se abre para permitir que los alimentos entren en el estómago. Luego se cierra para impedir que los alimentos y los jugos gástricos ácidos vuelvan al esófago. El reflujo gastroesofágico se produce cuando el EEI es débil o se relaja cuando no debería. Esto permite que el contenido del estómago suba al esófago.
Factores de riesgo de la ERGE
Más de 60 millones de adultos estadounidenses tienen acidez estomacal al menos una vez al mes, y más de 15 millones de adultos tienen acidez estomacal todos los días, incluidas muchas mujeres embarazadas. Estudios recientes muestran que la ERGE en bebés y niños es más común de lo que los médicos pensaban. Puede provocar vómitos que se repiten una y otra vez. También puede provocar tos y otros problemas respiratorios.
Algunos médicos creen que una hernia de hiato puede debilitar el EEI y aumentar las posibilidades de reflujo gastroesofágico. La hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago sube hacia el pecho a través de una pequeña abertura en el diafragma (hiato diafragmático). El diafragma es el músculo que separa el abdomen del pecho. Estudios recientes demuestran que la abertura del diafragma ayuda a sostener el extremo inferior del esófago.
Muchas personas con una hernia de hiato no tienen problemas de acidez o reflujo. Pero tener una hernia de hiato puede permitir que el contenido del estómago refluya más fácilmente hacia el esófago.
La tos, los vómitos, los esfuerzos o los esfuerzos físicos repentinos pueden aumentar la presión en el vientre y provocar una hernia de hiato. Muchas personas de 50 años o más, por lo demás sanas, tienen una pequeña. Aunque suele ser una afección de mediana edad, las hernias de hiato afectan a personas de todas las edades.
Las hernias de hiato no suelen necesitar tratamiento. Pero puede ser necesario si la hernia corre el riesgo de estrangularse o retorcerse de forma que se interrumpa el riego sanguíneo. También puede ser necesario tratarla si tiene una junto con ERGE grave o esofagitis (inflamación del esófago). El médico puede intervenir quirúrgicamente para reducir el tamaño de la hernia o evitar que se estrangule.
Hay otras cosas que pueden aumentar la probabilidad de padecer ERGE:
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Tener sobrepeso u obesidad
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Embarazo
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Retraso en el vaciado del estómago (gastroparesia)
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Enfermedades del tejido conectivo como la artritis reumatoide, la esclerodermia o el lupus
La dieta y el estilo de vida pueden empeorar el reflujo ácido si ya lo tiene:
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Fumar
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Ciertos alimentos y bebidas, como el chocolate y los alimentos grasos o fritos, el café y el alcohol
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Comidas copiosas
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Comer demasiado pronto antes de acostarse
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Ciertos medicamentos, incluida la aspirina
Síntomas de la ERGE
El síntoma más común de la ERGE es el ardor de estómago (indigestión ácida). Suele sentirse como un dolor ardiente en el pecho que comienza detrás del esternón y sube hacia el cuello y la garganta. Muchas personas dicen que se siente como si la comida volviera a la boca, dejando un sabor ácido o amargo.
El ardor, la presión o el dolor de la acidez pueden durar hasta dos horas. Suele ser peor después de comer. Acostarse o agacharse también puede provocar acidez. Muchas personas se sienten mejor si se ponen de pie o toman un antiácido que elimine el ácido del esófago.
La gente a veces confunde el dolor de la acidez con el de una enfermedad cardíaca o un ataque al corazón, pero hay diferencias. El ejercicio puede empeorar el dolor de las enfermedades cardíacas, y el descanso puede aliviarlo. El dolor de la acidez estomacal es menos probable que acompañe a la actividad física. Pero no se puede notar la diferencia, así que busque ayuda médica de inmediato si tiene algún dolor en el pecho.
Además del dolor, también puede tener
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Náuseas
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Mal aliento
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Problemas para respirar
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Dificultad para tragar
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Vómitos
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Desgaste del esmalte de los dientes
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Un nudo en la garganta
Si tiene reflujo ácido por la noche, también puede tener:
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Una tos persistente
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Laringitis
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Asma que aparece de forma repentina o que empeora
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Problemas de sueño
Tratamiento de la ERGE y remedios caseros
El tratamiento de la ERGE tiene como objetivo reducir la cantidad de reflujo o disminuir el daño en el revestimiento del esófago por los materiales refluidos.
El médico puede recomendar medicamentos de venta libre o con receta para tratar los síntomas.
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Antiácidos: Estos medicamentos pueden ayudar a neutralizar el ácido en el esófago y el estómago y detener la acidez. Muchas personas encuentran que los antiácidos de venta libre proporcionan un alivio temporal o parcial. Un antiácido combinado con un agente espumante ayuda a algunas personas. Los investigadores creen que estos compuestos forman una barrera de espuma en la parte superior del estómago que detiene el reflujo ácido. Pero el uso prolongado de antiácidos puede acarrear efectos secundarios, como diarrea, alteración del metabolismo del calcio (un cambio en la forma en que el cuerpo descompone y utiliza el calcio) y una acumulación de magnesio en el organismo. Un exceso de magnesio puede ser grave para las personas que padecen enfermedades renales. Si necesita antiácidos durante más de dos semanas, consulte a su médico.
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Bloqueadores H2: Para el reflujo y la acidez crónicos, el médico puede recomendar medicamentos para reducir el ácido en el estómago. Estos medicamentos incluyen los bloqueadores H2, que ayudan a bloquear la secreción de ácido en el estómago. Los bloqueadores H2 incluyen: cimetidina (Tagamet), famotidina (Pepcid) y nizatidina.
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Inhibidores de la bomba de protones (IBP): También conocidos como bombas de ácido, estos fármacos bloquean una proteína necesaria para producir ácido estomacal. Los IBP incluyen el dexlansoprazol (Dexilant), el esomeprazol (Nexium), el lansoprazol (Prevacid), el omeprazol (Prilosec), el omeprazol/bicarbonato de sodio (Zegerid), el pantoprazol (Protonix) y el rabeprazol (Aciphex).
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Procinéticos: En raras ocasiones, estos fármacos ayudan a que el estómago se vacíe más rápido para que no quede tanto ácido. También pueden ayudar con síntomas como la hinchazón, las náuseas y los vómitos. Pero también pueden tener efectos secundarios graves. Muchas personas no pueden tomarlos, y las que pueden hacerlo deben hacerlo sólo durante un tiempo limitado. Algunos ejemplos de procinéticos son la domperidona y la metoclopramida (Clopra, Maxolon, Metozolv, Reglan).
Cambios en la dieta y en el estilo de vida
Hay varios cambios que los médicos sugieren hacer en su estilo de vida para ayudar a disminuir los síntomas de la ERGE.
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Evite los alimentos y bebidas desencadenantes: Aléjese de los alimentos que pueden relajar el EEI, como el chocolate, la menta, los alimentos grasos, la cafeína y las bebidas alcohólicas. También debe evitar los alimentos y bebidas que pueden irritar un revestimiento esofágico dañado si provocan síntomas, como los cítricos y los zumos, los productos de tomate y la pimienta.
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Coma raciones más pequeñas: Comer porciones más pequeñas a la hora de la comida también puede ayudar a controlar los síntomas. Además, comer al menos 2 o 3 horas antes de acostarse permite que el ácido del estómago baje y que el estómago se vacíe parcialmente.
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Come despacio: Tómate tu tiempo en cada comida.
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Mastica bien los alimentos: Puede ayudarte a recordar esto si dejas el tenedor después de tomar un bocado. Recójalo sólo cuando haya masticado y tragado completamente ese bocado.
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Deja de fumar: Fumar cigarrillos debilita el EEI. Dejar de fumar es importante para reducir los síntomas de la ERGE.
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Eleve la cabeza: Elevar la cabecera de la cama sobre bloques de 15 centímetros o dormir sobre una cuña especialmente diseñada permite que la gravedad disminuya el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago. No utilice almohadas para levantarse. Eso sólo ejerce más presión sobre el estómago.
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Mantén un peso saludable: El sobrepeso suele empeorar los síntomas. Muchas personas con sobrepeso encuentran alivio cuando pierden peso.
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Usa ropa suelta: La ropa que aprieta la cintura ejerce presión sobre el vientre y la parte inferior del esófago.
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Acupuntura: En un estudio, el tratamiento con acupuntura detuvo el reflujo en el grupo de prueba mejor que los IBP, con resultados que duraron más tiempo. Se necesitan más estudios a gran escala para confirmarlo, pero los primeros resultados son prometedores.
Diagnóstico de la ERGE severa
Si tiene un reflujo esofágico grave y duradero, o si sus síntomas no mejoran con el tratamiento, es posible que necesite pruebas para un mejor diagnóstico. Para ello, su médico puede utilizar uno o varios procedimientos:
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Endoscopia: Su médico le introducirá en el esófago un pequeño tubo iluminado con una diminuta cámara de vídeo en el extremo (endoscopio) para buscar una inflamación o irritación del tejido (esofagitis). Si los resultados son anormales o dudosos, pueden extraer una pequeña muestra de tejido para realizar más pruebas (biopsia).
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Serie gastrointestinal superior: Esta puede ser una de las primeras pruebas que haga su médico. Es una radiografía especial que muestra el esófago, el estómago y la parte superior del intestino delgado (duodeno). Proporciona información limitada sobre un posible reflujo, pero puede ayudar a descartar otras afecciones, como las úlceras pépticas.
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Manometría esofágica y estudio de impedancia: Esta prueba comprueba si hay baja presión en su esófago. También puede mostrar defectos en la forma en que se contraen sus músculos esofágicos.
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Pruebas de pH: Si es difícil hacer un diagnóstico definitivo, su médico puede medir los niveles de ácido dentro de su esófago a través de esta prueba. Se trata de un seguimiento de la cantidad de ácido que hay en el esófago durante las comidas, la actividad y el sueño. Las nuevas técnicas de seguimiento del pH a largo plazo han hecho de ésta una herramienta más eficaz.
Cirugía para la ERGE severa
Si necesita altas dosis regulares de IBP para controlar los síntomas, tiene daños en el esófago incluso con la medicación y una hernia de hiato, puede necesitar una cirugía para la ERGE. Pero primero debe probar todos los demás tratamientos que pueda.
Fundoplicación: Se trata de un procedimiento que eleva la presión en la parte inferior de su esófago. El médico enrolla la parte superior de su estómago alrededor del EEI. Esto tensa el músculo y aumenta la presión en la parte inferior del esófago para detener el reflujo. Lo hará a través de un laparoscopio (pequeños orificios a través del vientre) o mediante cirugía abierta.
Fundoplicación transoral sin incisión (TIF): Una nueva variante de esta cirugía utiliza un endoscopio (un pequeño tubo con una cámara) para envolver el estómago alrededor del EEI con unos cierres de plástico. Es menos invasiva que la fundoplicación estándar.
Procedimiento Stretta: El médico introduce un pequeño tubo por el esófago que utiliza calor de baja radiofrecuencia para remodelar el EEI.
Cirugía LINX: El médico envuelve una banda de perlas de titanio magnéticas alrededor del lugar donde se unen el estómago y el esófago. La atracción magnética de las perlas lo mantiene lo suficientemente suelto como para permitir el paso de los alimentos al estómago, pero lo suficientemente apretado como para detener el reflujo.
Complicaciones de la ERGE
En ocasiones, la ERGE da lugar a complicaciones graves:
Úlcera esofágica: Los ácidos del estómago corroen el esófago hasta que se forma una úlcera abierta. Estas llagas suelen ser dolorosas y pueden sangrar. Pueden dificultar la deglución.
Estenosis esofágica: Los ácidos del estómago dañan la parte inferior del esófago y provocan la formación de tejido cicatricial. Este tejido cicatrizal se acumula hasta estrechar el interior del esófago y dificultar la deglución de los alimentos.
Esófago de Barretts: El reflujo ácido modifica las células del tejido que recubre el esófago. El revestimiento se vuelve más grueso y se enrojece. Esta enfermedad está relacionada con una mayor probabilidad de padecer cáncer de esófago.
Problemas pulmonares: Si el reflujo llega a la parte posterior de la garganta, puede causar irritación y dolor. Desde allí, puede llegar a los pulmones (aspiración). Si esto ocurre, su voz puede volverse ronca. También puedes tener goteo postnasal, congestión torácica y tos persistente. Si los pulmones se inflaman, puedes desarrollar asma, bronquitis e incluso neumonía.
Perspectiva de la ERGE
Aunque la ERGE puede limitar sus actividades cotidianas, rara vez pone en peligro su vida. Si comprende las causas y recibe el tratamiento adecuado, debería sentirse mejor.