Probablemente sepa que la presión arterial alta es mala para usted, pero ¿sabía que la presión arterial baja también puede causar problemas? Averigua más sobre las causas, cuándo debe preocuparte y qué hacer al respecto.
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Su médico puede decirle que tiene la tensión baja cuando sus cifras son inferiores a 90 sobre 60. El término médico es "hipotensión". Pero no siempre es un problema. A diferencia de la presión arterial alta, los médicos no suelen utilizar un conjunto estándar de cifras para saber si estás enfermo. Pero si también tienes síntomas como mareos y náuseas, podría ser una señal de que tu presión arterial es demasiado baja para una buena salud.
Medición de la presión arterial
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Un manguito vinculado a un dispositivo especial se aprieta alrededor del brazo para obtener dos mediciones. La cifra superior, o "sistólica", anota la presión que ejerce su sangre contra las paredes de las arterias cuando el corazón late. La cifra inferior, o "diastólica", mide la presión entre latidos, mientras el corazón se relaja y se llena de sangre. Puedes obtener las lecturas en la consulta de tu médico o en casa.
Síntomas
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Tu cerebro suele mostrar los primeros síntomas de hipotensión. Además de los mareos y las náuseas, tu ánimo puede estar bajo, te puede faltar energía y te cuesta pensar con claridad. Algunas personas se sienten tan mareadas como para desmayarse o notan la piel fría y húmeda, una respiración más rápida, visión borrosa o dolor en el pecho. Si su presión baja está causada por la deshidratación, también puede sentir una sed inusual.
Causa: Vasos sanguíneos dilatados
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A veces los vasos sanguíneos se ensanchan. Eso significa que hay más espacio para que la sangre se extienda, lo que ejerce menos presión sobre las paredes de esos vasos. Algunos fármacos, sobre todo un tipo llamado vasodilatador, pueden provocar esto. También pueden hacerlo las lesiones de la columna vertebral que dañan ciertos nervios, las infecciones bacterianas graves y las reacciones alérgicas. También pueden hacerlo problemas hormonales como la enfermedad de Addison, que debilita las glándulas suprarrenales.
Causa: Menos sangre
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Menos sangre significa menos presión en tus venas y arterias. Una lesión puede hacer que sangres, ya sea por fuera de tu cuerpo, donde puedas verlo, o por dentro. También puede ocurrir si no bebes lo suficiente, si tus vasos sanguíneos pierden líquido o si tienes una enfermedad sanguínea llamada anemia. A veces los riñones eliminan demasiado líquido debido a una enfermedad o a ciertos medicamentos, como los diuréticos.
Causa: Problemas cardíacos
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Cuanta más sangre bombee el corazón por minuto, mayor será la presión arterial. Ciertos medicamentos, junto con problemas hormonales, daños en el corazón o señales eléctricas erróneas, pueden hacer que tu corazón lata con demasiada lentitud, lo que disminuye esa presión. O puede ser que su corazón no sea tan fuerte como antes debido a un ataque cardíaco, una insuficiencia cardíaca o problemas con las válvulas, y por eso no bombea tanta sangre por latido.
Causa: Ponerse de pie rápidamente
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Normalmente, cuando te pones de pie de forma repentina, tu cuerpo envía una señal al cerebro que dice: "¡Eh! Acabamos de dejar caer un montón de sangre hacia las piernas y el vientre, y tenemos que bombear un poco más hacia arriba antes de que te marees y te desmayes". Pero a veces, el cerebro no recibe el mensaje con la suficiente rapidez y empiezas a sentirte mareado. Incluso puedes desmayarte. Tu médico puede llamar a este problema "hipotensión ortostática" o "síncope vasovagal".
Causa: Estar de pie durante periodos prolongados
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Después de estar de pie durante un tiempo, la sangre puede empezar a acumularse en las piernas. Si el cerebro no le dice al corazón que bombee lo suficiente para mantener la presión arterial alta, ésta puede bajar lo suficiente como para provocar mareos y náuseas. Incluso puedes desmayarte. Su médico podría llamar a esto "hipotensión neuralmente mediada". Al igual que una mala relación, el problema es la mala comunicación, en este caso, entre el corazón y el cerebro.
Cómo obtener un diagnóstico
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Una vez que su médico conozca sus síntomas, los análisis de sangre pueden ayudar a diagnosticar la razón de su presión arterial baja. Un electrocardiograma, una ecografía y otras pruebas comprueban la salud de su corazón. La maniobra de Valsalva observa las señales nerviosas que controlan el corazón y los vasos sanguíneos, y una prueba de "mesa basculante" examina cómo responde su cuerpo a los cambios de posición.
Tratamiento
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Depende de la causa. Es posible que tenga que tratar las afecciones que le provocan la tensión arterial baja. Si el problema es la medicación, es posible que tenga que cambiarla o reducir la dosis, pero hable siempre primero con su médico. Otros fármacos pueden ayudar a aumentar la tensión arterial si es necesario, y los calcetines de compresión pueden ayudar a empujar la sangre hacia arriba desde donde se acumula en las piernas. Si no tiene síntomas molestos, es posible que no necesite tratamiento.
Cambios en el estilo de vida
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Puede ayudar a disminuir los síntomas de la presión arterial baja en casa.
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Vuelva a añadir un poco más de sal a su dieta, pero consulte primero con su médico.
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Bebe más agua (a menos que tu médico te haya restringido la ingesta de líquidos). Mantiene el volumen de sangre, lo que aumenta la presión arterial.
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Reduce el consumo de alcohol. Puede deshidratarte y reducir el volumen sanguíneo y la presión arterial.
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Coma varias comidas pequeñas y bajas en carbohidratos, en lugar de tres grandes, si su presión baja después de comer.
Cuándo acudir al médico
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Si se siente confuso o nota una respiración rápida y superficial, un pulso débil y rápido y una piel fría y húmeda, puede estar en estado de shock (hipotensión extrema). Acuda inmediatamente a un servicio de urgencias. Pero las cifras de presión arterial bajas, especialmente sin otros síntomas, no suelen ser un signo de un problema grave. Habla también con tu médico si empiezas a sentirte mareado o aturdido.