Una visión general de la claudicación, incluyendo los signos, las causas, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de este síntoma de la enfermedad arterial periférica (EAP).
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Cuando haces ejercicio, tus músculos necesitan mucho oxígeno y nutrientes para funcionar correctamente y mantenerse sanos. La claudicación impide que eso ocurra: limita el valioso flujo sanguíneo que llega a tus músculos mientras haces ejercicio. Esta enfermedad provoca dolor en las piernas, sobre todo al caminar. También se conoce como claudicación intermitente porque el dolor cesa cuando se descansa.
¿Cuáles son los síntomas?
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El dolor es el síntoma más notable de la claudicación. Suele aparecer en las pantorrillas, los muslos, las nalgas, las caderas y los pies. A veces puede sentirse en los hombros, bíceps y antebrazos.
El movimiento, como el ejercicio, desencadena un brote de dolor, que disminuye al descansar. Otros síntomas son:
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Piel de los pies brillante, lisa o irregular
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Cambios de color en su pierna (rojo o pálido)
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Pies fríos
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No puede mantener una erección (impotencia)
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Dolor nocturno en las piernas
Síntomas: Etapas avanzadas
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En las últimas etapas de la enfermedad, podrías notar:
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Su piel se siente fría al tacto
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Dolor en las extremidades que se convierte en entumecimiento
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Piel descolorida
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Lesiones o heridas en la piel que no mejoran
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Dolor incluso cuando estás en reposo
Qué causa la claudicación?
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En la mayoría de los casos, la claudicación es un síntoma de enfermedad arterial periférica (EAP). Estas arterias llevan la sangre a los vasos de los brazos y las piernas.
Cuando el colesterol, las células sanguíneas y otros residuos se acumulan en el revestimiento de la arteria (lo que se denomina aterosclerosis), se frena el flujo sanguíneo hacia los brazos o las piernas. El resultado es el dolor en la extremidad afectada.
¿Quién la padece?
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Las probabilidades de padecer arteriopatía periférica y claudicación son mayores si se es fumador y si alguien de la familia padece la enfermedad. Ciertos problemas de salud también aumentan sus probabilidades:
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Colesterol alto
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Presión arterial alta
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Obesidad
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Diabetes
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Enfermedad renal de larga duración
Cómo se diagnostica la claudicación?
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El objetivo al diagnosticar la claudicación es encontrar cualquier arteria constreñida en sus piernas. En primer lugar, el médico le preguntará sobre su estado de salud general y sus síntomas. A continuación, le hará un examen físico, que incluirá la piel de las extremidades que le han molestado.
Pruebas
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Su médico también podría hacerle una o más pruebas para averiguar si tiene claudicación, entre ellas:
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Tomar el pulso en las muñecas o en los pies para medir el flujo sanguíneo de la extremidad
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Comprobación de la presión arterial del tobillo y del brazo (índice tobillo-brazo)
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Pruebas de marcha para conocer la distancia y la fuerza con la que puede caminar sin dolor
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Ver el flujo sanguíneo (ecografía Doppler)
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Búsqueda de vasos sanguíneos constreñidos (resonancia magnética o tomografía computarizada)
Tratamiento: Ejercicio
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El ejercicio, especialmente caminar, tiene muchos beneficios para tratar la claudicación. Tendrá menos dolor, mejorará la salud de los vasos sanguíneos y podrá hacer ejercicio durante más tiempo.
Pruebe lo siguiente: Camine hasta que sienta un ligero dolor y luego descanse. Continúe el ciclo durante 30 a 45 minutos al menos 3 días a la semana. Puede empezar con un programa supervisado y luego ir aumentando el ejercicio en casa.
Tratamiento: Medicina
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Los medicamentos ayudan a controlar el dolor y otros problemas de salud que pueden acompañar a la claudicación y la EAP:
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Cilostazol. Este medicamento alivia el dolor y le da un mejor flujo sanguíneo.
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Estatinas. Los medicamentos que reducen el colesterol alejan la placa que se acumula en las arterias.
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La presión arterial. Los medicamentos para la presión arterial combaten el infarto y el ictus.
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Medicamentos antiplaquetarios. La aspirina, el clopidogrel (Plavix) y otros fármacos impiden la formación de coágulos.
Tratamiento: Procedimientos
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Los medicamentos y el ejercicio no siempre mejoran la EAP. En un caso grave, el médico puede sugerir un procedimiento. Hay dos tipos:
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Angioplastia. El médico introducirá un tubo fino con un pequeño globo en el extremo a través de los vasos sanguíneos. Una vez colocado, inflará el globo para ensanchar la arteria.
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Cirugía vascular. El médico puentea un vaso sanguíneo obstruido con otro sano para mejorar el flujo sanguíneo.
Tratamiento: Cuidado de los pies
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Otra parte importante del manejo de la claudicación es el cuidado de los pies. Pregunte a su médico cómo inspeccionar sus pies y tratar cualquier lesión. También deberá usar calcetines y zapatos con el apoyo y la protección adecuados.
¿Funciona la medicina alternativa?
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Puede pensar en tomar vitaminas o suplementos para tratar la claudicación y la EAP. Los investigadores han estudiado el ginkgo biloba, la L-arginina, la vitamina E, las vitaminas del complejo B y la terapia de quelación.
Por el momento, no hay pruebas claras de que estas terapias traten la claudicación o la EAP. Algunas incluso pueden ser perjudiciales. Asegúrese de pedir consejo a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
Otros posibles problemas de salud
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La claudicación puede afectar a algo más que a las piernas. Las arterias obstruidas y endurecidas que conducen al corazón y al cerebro también podrían desencadenar un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular. Otros posibles problemas de salud son:
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Heridas o llagas que tienen problemas para cicatrizar
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Muerte de tejidos y músculos (gangrena)
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Extirpación de extremidades (amputación)
Cómo puedo prevenirlo?
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Con algunos cambios médicos y de estilo de vida, es posible evitar que aparezca la claudicación. Aquí tienes algunas cosas que puedes probar:
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Dejar de consumir tabaco y nicotina
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Hacer ejercicio regular (caminar funciona bien)
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Coma una variedad de alimentos saludables
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Manténgase en un peso saludable
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Mantener controlados los niveles de azúcar en sangre, la presión arterial y el colesterol