Síntomas de la regurgitación de la válvula mitral

Algunas personas con regurgitación de la válvula mitral no sienten síntomas. Otras pueden tener dificultad para respirar, mareos y cansarse con facilidad.

Algunas personas con esta afección pueden no sentir ningún síntoma, mientras que otras pueden tener dolor en el pecho, dificultad para respirar, un ritmo cardíaco irregular o mareos, entre otras cosas.

Algunos casos son leves y sólo hay que vigilarlos. Otros son más graves y pueden requerir medicamentos o cirugía. Debes asegurarte de que tu médico conoce tus síntomas para que pueda decidir qué hacer.

Conceptos básicos sobre el corazón

La válvula mitral controla el flujo de sangre a través del lado izquierdo del corazón, donde la sangre rica en oxígeno entra desde los pulmones y es bombeada al resto del cuerpo.

Se supone que es un paso unidireccional. Pero si la válvula no se cierra correctamente, la sangre puede retroceder hacia la aurícula izquierda, una de las cuatro cámaras del corazón. Es la regurgitación de la válvula mitral.

Síntomas comunes

Estos pueden variar de una persona a otra, pero es posible que sienta algunos de los siguientes:

Fatiga y falta de aire: La sangre que pasa por el lado izquierdo de su corazón alimenta su cuerpo, llevando oxígeno desde sus pulmones a sus células. Si parte de esa sangre vuelve a fluir hacia el corazón, puede acabar sintiéndose cansado o mareado, sobre todo si ha estado activo.

En los casos más graves, puede sentirse cansado o falto de aire incluso cuando está en reposo.

Palpitaciones: Se producen cuando el corazón se salta un latido. La sensación en el pecho puede ir desde un aleteo hasta un latido fuerte. Es más probable que esto ocurra cuando está acostado sobre su lado izquierdo.

Hinchazón de pies y piernas: La causa es la acumulación de líquido en el cuerpo, conocida como edema. Es un signo de que el corazón puede tener dificultades para bombear suficiente sangre al resto del cuerpo.

Otras cosas que usted o su médico pueden notar:

  • Se cansa con mayor facilidad

  • Tiene un soplo cardíaco (la sangre silba o se agita)

  • Tiene la presión arterial baja

  • Podría desmayarse

Detección

Un médico puede sospechar por primera vez que tiene esta enfermedad durante un examen físico normal mientras escucha su corazón con un estetoscopio.

Si no oye los signos reveladores pero usted tiene muchos de los síntomas, puede pedir otras pruebas.

Una prueba de seguimiento habitual es el ecocardiograma. En ella se utilizan ondas sonoras para obtener una imagen del corazón que late. Es posible que el médico también quiera realizar un ecocardiograma transesofágico (ETE), una tomografía computarizada (TC o TAC) o una resonancia magnética (RM) del tórax para ayudar a descubrir lo que está ocurriendo. Se trata de pruebas que proporcionan al médico una imagen de su interior.

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