EAP vs. Insuficiencia Venosa Crónica: Cómo conocer la diferencia

Conozca las diferencias entre la arteriopatía periférica (EAP) y la insuficiencia venosa crónica, sus síntomas, causas y cómo pueden afectar a su salud.

Enfermedad arterial periférica (EAP) frente a insuficiencia venosa crónica (IVC)

La arteriopatía periférica y la insuficiencia venosa crónica son dos enfermedades vasculares que impiden un flujo sanguíneo saludable. Puede ser fácil confundirlas porque comparten algunos aspectos comunes, pero también difieren en muchos aspectos...

Tanto la arteriopatía periférica como la insuficiencia venosa crónica presentan síntomas que causan problemas en las piernas. Las personas que padecen una u otra enfermedad pueden tener dolores en las piernas, los tobillos o los pies, así como dolor, calambres o decoloración de la piel. También pueden tener llagas o úlceras en la piel que no se curan bien.

Si padece arteriopatía periférica, es posible que no tenga ningún síntoma, o que tenga entumecimiento en las piernas, hormigueo y piernas o pies con temperaturas diferentes. Las personas con IVC pueden tener las piernas hinchadas, picazón en la piel y venas varicosas más visibles.

Los factores de riesgo compartidos tanto para la arteriopatía periférica como para la insuficiencia venosa crónica son los antecedentes familiares, la edad, la obesidad, el tabaquismo y la hipertensión. Si tiene diabetes o colesterol alto, corre un mayor riesgo de padecer arteriopatía periférica. Las mujeres y las personas que no hacen suficiente ejercicio corren más riesgo de padecer IVC?

¿Qué es la arteriopatía periférica?

Las arterias son las encargadas de transportar el oxígeno desde el corazón hasta otras partes del cuerpo. Las paredes de las arterias sanas son lisas y permiten que la sangre fluya sin obstrucciones. La arteriopatía periférica se produce cuando las arterias se endurecen, se estrechan o se obstruyen y ya no pueden dejar que la sangre fluya libremente.

¿Qué causa la arteriopatía periférica?

La causa más común de la arteriopatía periférica es la aterosclerosis, una enfermedad en la que se acumula placa en las arterias. La placa está formada principalmente por grasa, colesterol y calcio que se adhiere a las paredes de las arterias. Las lesiones en las extremidades, la inflamación de las arterias y la exposición a altos niveles de radiación son otras causas más raras de la arteriopatía periférica.

Las personas con antecedentes familiares de infarto de miocardio, ictus u otros trastornos vasculares tienen un mayor riesgo de padecer arteriopatía periférica. El riesgo aumenta con la edad. Las personas que fuman, son obesas o tienen la presión arterial o los niveles de colesterol elevados también tienen un riesgo mayor que los demás?

¿Cuáles son los síntomas de la arteriopatía periférica?

La arteriopatía periférica afecta a más de ocho millones de estadounidenses mayores de 40 años. Lo más habitual es que bloquee el flujo sanguíneo a las piernas y los pies, pero algunos tipos pueden afectar al flujo sanguíneo del cerebro, los riñones o los intestinos.

Los síntomas de la arteriopatía periférica pueden ser diferentes para cada persona, dependiendo de la localización y la gravedad de las arterias obstruidas. Algunas personas pueden tener síntomas muy leves o ninguno. Algunos de los síntomas más comunes de la arteriopatía periférica son los siguientes

  • Dolor de piernas, dolores o calambres al caminar que cesan al descansar

  • Debilidad, entumecimiento u hormigueo en las piernas

  • Piel azulada, pálida o descolorida

  • Sentir una pierna o un pie más frío que el otro

  • Llagas en el pie o en la pierna que cicatrizan lentamente

  • Vello de las piernas y uñas de los pies que crecen lentamente

Si no se trata, la arteriopatía periférica puede provocar dolor en las piernas incluso en reposo, y es posible que no pueda desplazarse bien. Las úlceras en las piernas provocadas por la arteriopatía periférica pueden causar infecciones y gangrena, o muerte de los tejidos, por falta de flujo sanguíneo. Las infecciones pueden extenderse a otras zonas del cuerpo como los músculos, los huesos y el torrente sanguíneo?

¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?

Las venas de su cuerpo deben luchar a menudo contra la gravedad para seguir moviendo la sangre hacia el corazón. Los músculos de las piernas ayudan al proceso apretando las venas cuando caminas o haces otros movimientos. A medida que la sangre asciende, las válvulas unidireccionales del interior de las venas impiden que retroceda y se acumule en las piernas.

A veces, las venas y las válvulas de su interior se dañan o no funcionan como deberían. La insuficiencia venosa crónica (IVC) se produce cuando las venas no pueden enviar eficazmente al corazón la sangre desoxigenada procedente de otras partes del cuerpo.

¿Qué causa la IVC?

La IVC se produce cuando las válvulas o las paredes de tus venas están dañadas. Las válvulas dañadas no pueden impedir correctamente que la sangre fluya hacia atrás. Las paredes de las venas dañadas pueden retorcerse, estirarse e hincharse, dificultando aún más el retorno de la sangre al corazón. Los daños en las válvulas y paredes de las venas pueden ser causados por:

  • La presión arterial alta.

  • Estar sentado o de pie durante mucho tiempo

  • Coágulos de sangre en las venas profundas de las piernas (trombosis venosa profunda)

  • Lesiones en las piernas

  • Cambios hormonales

  • Control hormonal de la natalidad

Las mujeres, las personas mayores de 50 años, las personas obesas y las personas que fuman tienen más riesgo de sufrir daños en las venas. Las personas que no hacen suficiente ejercicio o que han tenido varios embarazos también corren mayor riesgo.

Cuáles son los síntomas de la IVC?

Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica afectan a las piernas, los pies y los tobillos. Algunas molestias comunes son:

  • Dolor o palpitaciones en las piernas

  • Hinchazón de piernas y tobillos?

  • Venas varicosas

  • Piel áspera y correosa de las piernas

  • Picor en los pies o en las piernas

La IVC no tratada también puede provocar la rotura de unos diminutos vasos sanguíneos llamados capilares por la hinchazón y la presión en las piernas. La rotura de los capilares puede dar lugar a dolorosas úlceras, que son llagas abiertas que pueden no sanar normalmente y pueden propagar la infección...

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