¿Tiene una enfermedad cardíaca? El médico le explica cómo añadir ejercicio a su vida puede ser muy útil para su corazón.
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Fortalecerá tu corazón.
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Reducir la presión arterial.
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Ayudarle a alcanzar y mantener un peso saludable.
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Quemar el estrés.
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Aumenta tu estado de ánimo y tu autoestima.
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Ayudar a dormir mejor.
Antes de empezar, haga estas preguntas a su médico:
Qué cantidad de ejercicio puedo hacer al día?
Con qué frecuencia puedo hacer ejercicio a la semana?
Qué tipos de actividades debo probar y cuáles debo evitar?
Debo hacer coincidir el momento de tomar mis medicamentos con mi horario de ejercicio?
Debo tomarme el pulso mientras hago ejercicio? A qué frecuencia de pulso debo aspirar?
Hay algún signo de alarma al que deba prestar atención?
Lo que debe hacer
¿Eres nuevo en el ejercicio? Al principio ayuda trabajar con un entrenador físico certificado. Si tienes problemas de corazón, pide a tu cardiólogo que te recomiende uno.
Cardio (ejercicio aeróbico)
. Esto hace que tu corazón lata más rápido. También disminuye su presión arterial. Dependiendo de lo que apruebe tu médico, podrías:
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Caminar
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Trotar
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Saltar la cuerda
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Bicicleta
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Esquí
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Patín
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Fila
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Danza
Entrenamiento de fuerza
tonifica y construye tus músculos. Los pesos pesados pueden aumentar tu presión arterial a corto plazo. Así que quédate con pesos más ligeros y sólo levántalos más veces. Prueba con pesas de mano, máquinas de pesas en un gimnasio, bandas de resistencia o tu propio peso corporal.
Un buen enfoque es hacer varias series de cada ejercicio, y luego dejar que esos músculos descansen un día o dos entre las sesiones.
Cómo sacar el máximo partido a tu entrenamiento
Si usted es un novato en el ejercicio, usted obtendrá el máximo de su entrenamiento si usted sigue estas reglas simples:
Empieza despacio.
La Asociación Americana del Corazón recomienda que trabajes hasta hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana. Cuanto más ejercicio pueda hacer, más sano estará usted -y su corazón-. Pero cualquier cantidad ayuda a su salud.
Aumente gradualmente.
Poco a poco, haz tus entrenamientos más largos o más duros con el tiempo. Deberías ser capaz de hablar durante tu entrenamiento. Si no puedes, probablemente sea demasiado intenso para ti.
Sigue con ello.
Iniciar y mantener cualquier nuevo hábito requiere trabajo. El ejercicio no es diferente. Pero hay formas de aumentar tus posibilidades de éxito.
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Marque su calendario. Haz un hueco en tu apretada agenda para hacer ejercicio.
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Busca un compañero de ejercicio.
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Cambia tu rutina cuando te aburras.
Utiliza estos consejos para un gran entrenamiento:
Espera al menos una hora después de comer una comida antes de hacer ejercicio.
Calentamiento. Entra en tu entrenamiento haciendo la actividad a un ritmo más lento y suave. Eso ayuda a que tu corazón (y el resto de tu cuerpo) se adapte lentamente de descansar a trabajar duro.
Enfríate cuando termines. Disminuye gradualmente tu ritmo, no te detengas de repente. Sentarse, quedarse quieto o tumbarse justo después de hacer ejercicio puede hacer que te sientas mareado o aturdido, o incluso que tengas palpitaciones (una sensación de aleteo en el pecho).
Bebe agua a sorbos antes, durante y después del entrenamiento.
Presta atención a tu cuerpo
Hacer ejercicio puede hacer que tus músculos se resientan al principio. Eso es normal. El dolor desaparecerá a medida que tu cuerpo se acostumbre al ejercicio. Pero si tiene un dolor repentino o intenso, o cualquiera de los siguientes síntomas, deje de hacer ejercicio inmediatamente. Si los síntomas continúan, llame a su médico o al 911.
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Dolor en el pecho
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Debilidad
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Mareos o aturdimiento
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Presión o dolor en el pecho, cuello, brazo, mandíbula u hombro