TDAH vs. Cerebro sin TDAH

Si tu hijo tiene TDAH, sabes que se enfrenta a obstáculos distintos a los de los niños con cerebros sin TDAH. Aprende más sobre las diferencias.

El TDAH no significa que tu hijo no sea tan inteligente como los niños que no lo padecen. Pero puede afectar a su rendimiento o a su forma de actuar en la escuela y en otras áreas importantes de la vida. Los expertos han descubierto diferencias en los cerebros de las personas con y sin esta enfermedad. Éstas podrían cambiar a medida que el niño crece y se desarrolla.

Cuáles son las diferencias entre el cerebro con y sin TDAH?

La estructura del cerebro de tu hijo. Algunos estudios han descubierto que diferentes partes del cerebro pueden ser más pequeñas en quienes padecen TDAH.

Su cerebro está dividido en lóbulos, que son diferentes áreas que controlan ciertas funciones. Como su nombre indica, el lóbulo frontal está en la parte delantera de la cabeza. Esta sección de tu cerebro ayuda con:

  • La organización

  • Planificación

  • Enfoque

  • Toma de decisiones

  • Resolución de problemas

  • Memoria

  • Juicio

  • Control de los impulsos

  • Motivación

  • Lenguaje

  • Comportamiento social

  • Su capacidad para retrasar la gratificación

  • Su concepto del tiempo

Si tu hijo tiene TDAH, su lóbulo frontal puede desarrollarse más tarde que el de las personas que no lo tienen. Los estudios realizados en personas con TDAH descubrieron un menor volumen cerebral en ciertas áreas, algunas de las cuales controlan la respuesta emocional y el control de los impulsos, lo que puede suponer una lucha para los niños con TDAH.

Las personas con TDAH también pueden tener un menor tamaño general del cerebro. Los expertos observaron esto más en los niños que en los adultos.

Es posible que las partes más pequeñas y menos maduras del cerebro de tu hijo no lleguen a crecer hasta el mismo punto que las personas sin TDAH.

El funcionamiento del cerebro de tu hijo. El TDAH puede implicar cambios en el flujo sanguíneo de ciertas partes del cerebro de tu hijo, como las áreas prefrontales. Esto significa que hay menos función cerebral en esos lugares.

La región prefrontal de su cerebro se ocupa de las funciones ejecutivas, que son las habilidades de alto nivel que le ayudan a controlar sus comportamientos. Se trata de habilidades organizativas, de planificación, de concentración, de memoria y de respuestas emocionales.

Los expertos creen que el TDAH puede impedir que algunas áreas del cerebro trabajen juntas como deberían. A esto lo llaman conectividad funcional del cerebro. Un estudio reveló que los niños con TDAH no tienen las mismas conexiones cerebrales que los que no lo padecen. Un cerebro con TDAH puede tener diferentes conexiones entre la corteza frontal y el área de procesamiento visual. Esto significa que las personas con TDAH pueden procesar las cosas de forma diferente a las personas que no padecen la enfermedad.

La química del cerebro de su hijo. Los neurotransmisores transmiten mensajes de las células nerviosas a la siguiente célula nerviosa, muscular o glandular. Ayudan a tu cuerpo a procesar la información de otros órganos. La dopamina y la noradrenalina son los neurotransmisores más relacionados con la función ejecutiva, que es un problema común para las personas con TDAH.

Si tu hijo tiene TDAH, hay un desequilibrio en su sistema de dopamina. Puede que no tenga suficiente dopamina o suficientes receptores para ella. Por otra parte, es posible que su cuerpo no esté utilizando la dopamina correctamente.

Por eso los médicos suelen recetar medicamentos estimulantes para los síntomas del TDAH. Estos medicamentos pueden ayudar a aumentar la producción de dopamina o a que el cuerpo de su hijo la utilice mejor.

¿Cómo diagnostican los médicos el TDAH?

El médico de tu hijo utilizará el Manual de Diagnóstico y Estadística (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría para diagnosticar su TDAH. Además de establecer pautas para los criterios de diagnóstico, el manual también garantiza que los niños reciban el tratamiento adecuado para su enfermedad.

Para ser diagnosticado con TDAH, su hijo debe mostrar un patrón de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad. Estos síntomas también tienen que afectar negativamente al desarrollo de su hijo.

En el caso del tipo inatento, su hijo debe presentar seis o más síntomas (para niños de hasta 16 años) o cinco o más (para los mayores de 17 años). Estos síntomas deben estar presentes durante al menos 6 meses. Incluyen:

  • No puede prestar mucha atención a los detalles/comete errores por descuido

  • Problemas para mantener la atención durante las actividades

  • Parece no prestar atención a alguien cuando habla

  • No cumple con las instrucciones

  • Problemas con las actividades de organización

  • Evita o no le gustan las tareas que requieren un esfuerzo mental durante un periodo prolongado

  • Tiende a perder los objetos necesarios

  • Se distrae con facilidad

  • Es olvidadizo durante las actividades diarias

Para la hiperactividad e impulsividad, su hijo debe tener seis o más síntomas (para los niños de hasta 16 años) o cinco o más (para los de 17 años en adelante) durante al menos 6 meses. Los síntomas incluyen:

  • Tiende a inquietarse o a dar golpecitos con los pies o las manos

  • Se levanta de su asiento con frecuencia (en situaciones en las que no es apropiado)

  • Corre o trepa por lugares que no debería

  • No puede jugar o participar en actividades sin hacer ruido

  • Parece estar siempre en movimiento

  • Habla constantemente

  • Responde a bocanadas antes de que termine la pregunta

  • Le cuesta esperar su turno

  • Tiende a interrumpir a los demás

Para obtener un diagnóstico, su hijo también debe tener:

  • Muchos de estos síntomas antes de los 12 años

  • Signos en dos o más entornos (escuela, actividades extraescolares, hogar, etc.)

  • Síntomas que interfieren en su calidad de trabajo

  • Ninguna otra enfermedad que describa mejor sus síntomas

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