Consejos para recibir la mejor atención en urgencias
Las emergencias no alteran tu vida todos los días, gracias a Dios, pero ocurren. Si estás cortando tomates para la cena, te distraes y te haces un corte en la mano que requiere puntos de sutura. Tu hijo, que trepa por los árboles, se cae de una rama alta. O su cónyuge pisa un clavo oxidado mientras limpia el garaje. Estas y otras situaciones similares pueden suponer un viaje a la sala de urgencias local. ¿Qué debe saber para ahorrar tiempo y recibir la atención que necesita en su próxima visita inesperada a urgencias?
He aquí algunos consejos básicos.
Venga preparado. "Lo más importante es venir equipado con un buen historial", dice al doctor Lewis Kohl, presidente de medicina de urgencias del Long Island College Hospital de Brooklyn (Nueva York). "Conozca todos los medicamentos que está tomando y la dosis de cada uno".
Espere. El paciente medio pasa 3,2 horas en la sala de urgencias. Eso incluye el tiempo que pasa no sólo con el médico, sino también esperando. Ten paciencia, pero si crees que pasa demasiado tiempo, acércate al puesto de enfermería y habla. "No está de más hacer preguntas. Las urgencias se llenan de gente y la gente puede perderse en el barullo", dice Kohl.
Esté atento. Pregunte y obtenga nombres. Si tienes una alergia a los medicamentos o al látex, asegúrate de decirlo, una y otra vez. Los errores graves ocurren incluso en las mejores situaciones. Si una enfermera está a punto de conectar una bolsa de líquido a su vía intravenosa o le presenta un medicamento para que lo tome, pregunte qué es y para qué sirve. Si sabes que estás esperando una prueba y hace tiempo que te la han pedido, recuérdale al personal que estás esperando.
Apaga. Los teléfonos móviles, las BlackBerry y los demás aparatos electrónicos esenciales "pueden causar estragos en la señal de los equipos médicos", dice el doctor Joshua Kugler, presidente del departamento de servicios de urgencias del South Nassau Communities Hospital de Oceanside (Nueva York), que aboga por apagarlos mientras se está en la zona de tratamiento.
Lleva apoyo y prepárate para quedarte. Las personas allegadas o los amigos son de gran ayuda "si el paciente siente dolor o necesita que le lleven a casa", dice Rosemary Lowry, enfermera jefe del servicio de urgencias del Providence Hospital de Southfield (Michigan). Además, si la situación ha sido lo suficientemente grave como para acudir a urgencias, es posible que tenga que quedarse en observación o ingresado. Esté preparado para esa posibilidad.
Benefíciese de la atención rápida. Lleve ropa cómoda o incluso una almohada. Y mientras esperas, medita sobre esto: Estás en la vía rápida médica. "Aquí te pueden hacer una radiografía, un análisis de sangre y ver a un médico y una enfermera en cuatro horas, mientras que en la consulta de un médico tardarías una semana", dice Kohl.