Consejos para cuidarse mientras se cuida

El médico ofrece consejos para cuidar su propia salud mientras cuida a un ser querido.

Prueba estos consejos para ayudarte a gestionar el cuidado de tu ser querido y tu propio bienestar al mismo tiempo.

Pida ayuda.

No puedes hacerlo todo tú solo, así que no lo intentes. Involucra a otros familiares y amigos.

Sé específico sobre lo que necesitas. Haz que tu hermano haga una ronda de compras en el supermercado. Averigua si un vecino puede echar un ojo a las cosas durante media hora mientras tú te tomas un descanso. Investiga los recursos de la comunidad y mira qué tipo de ayuda hay disponible.

Busca apoyo.

Si a tus amigos les cuesta entender tu situación, únete a un grupo de apoyo para cuidadores. Conocerás a gente que sabe por lo que estás pasando y puede ofrecerte consejos. Pruebe con la agencia local de envejecimiento para conocer los grupos más cercanos a usted.

Cuida tu cuerpo.

Asegúrate de no ignorar tu propia salud. Hazte revisiones periódicas. Intenta llevar una dieta sana y dormir lo suficiente.

Mantente mentalmente sano.

Cuidar puede ser emocionalmente agotador, pero no debes dejar que eso se convierta en sentimientos de depresión. Si te sientes abrumado, concierta una cita con un consejero o terapeuta.

Céntrate en lo más importante.

Es posible que a veces sientas que tienes más cosas que hacer en un día de las que tienes tiempo. Así que concéntrate en lo que tienes que hacer y deja pasar el resto. El mundo no se acabará si pospones la limpieza del cobertizo durante unos meses o si te saltas la fiesta de fin de año de este año.

Mantente conectado.

Haz un esfuerzo por mantenerte cerca de las personas que te importan. No querrás dejar que tu carga de trabajo como cuidador ponga en tensión tus otras relaciones. Tus amigos y familiares pueden ser una enorme fuente de apoyo mientras cuidas a tu ser querido.

Considere la posibilidad de pedir una licencia en el trabajo.

Puede que el tiempo libre en tu trabajo no sea una opción económica. Pero recuerde que la Ley federal de Licencia Familiar y Médica le permite tomar hasta 12 semanas de licencia no remunerada para cuidar a un familiar enfermo.

Manténgase activo.

Aunque estés ocupado, mantén una rutina de ejercicios. Sacar tiempo la mayoría de los días de la semana para realizar alguna actividad física -incluso un simple paseo de 30 minutos por el barrio- te ayudará a mejorar tu estado de ánimo y a aumentar tu energía.

Perdónate a ti mismo.

Es natural que a veces te sientas frustrado con tu ser querido. A veces puede ocurrir por el estrés de cuidar. No te castigues por sentirte así.

Permítase un tiempo de inactividad.

Si te exiges demasiado, te quemarás. Así que intenta hacer pequeños descansos cada día y haz algo especial para ti cada semana. Ve una película con un amigo, date un masaje o ve a nadar.

Investiga sobre el cuidado de relevo.

Es una forma de dar alivio a los cuidadores que necesitan un descanso. Un sustituto te suplirá cuando lo necesites. A veces lo hacen voluntarios, otras veces profesionales a cambio de un coste. Puede ser por unas horas o por unos días. Consulta con tu agencia local de la tercera edad para informarte sobre el servicio de relevo más cercano a ti.

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