Cómo hablar de la seguridad al volante con sus padres mayores

Hablar con su padre o madre mayor sobre la reducción de la conducción puede ser difícil. He aquí algunos consejos para ayudar a iniciar la conversación.

Envejecimiento y conducción

No todo el mundo envejece al mismo ritmo, por lo que no hay una edad determinada en la que los conductores mayores deban dejar de conducir. El envejecimiento afecta a tu cuerpo de forma mental y física. Como al conducir se utilizan tanto las capacidades mentales como las físicas, la conducción se verá afectada a medida que se envejece.

Algunos factores que pueden afectar a los conductores de edad avanzada son:

  • Reflejos y tiempo de reacción más lentos.

  • Pérdida de la audición o de la visión.

  • Empeoramiento de las condiciones de salud.

  • Demencia, que puede afectar a la memoria y a la capacidad de tomar decisiones seguras.

  • Debilitamiento de los músculos y rigidez de las articulaciones.

  • Uso de medicamentos, especialmente si los efectos secundarios causan somnolencia o mareos.

Los conductores de 65 años o más tienen más posibilidades de morir en un accidente de tráfico que los conductores de entre 35 y 54 años. Esto no sólo se debe a los efectos que el envejecimiento tiene sobre la conducción, sino también a que los mayores son más susceptibles de sufrir lesiones más graves.

Señales de que tu padre podría no ser seguro para conducir

Hay varias señales que pueden darte la pista de que tu padre o madre mayor puede necesitar reducir su conducción. Si empieza a notar alguna de estas cosas, considere la posibilidad de llevar a su progenitor para que sea evaluado por su proveedor de atención médica.

  • Olvidar señalizar, usar los espejos correctamente o revisar los puntos ciegos.

  • Perderse en zonas conocidas.

  • Ser incapaz de juzgar correctamente las distancias.

  • No seguir correctamente las señales de tráfico ni utilizar el buen juicio para tomar decisiones de conducción seguras.

  • Tener pequeños accidentes o chocar contra los bordillos.

  • Agitarse con facilidad.

  • Dificultad para prestar atención o no distraerse.

Si empiezas a notar alguno de estos problemas mientras tu padre o madre conduce, pregúntate si te sientes seguro como pasajero en el coche de tus padres. Más aún, pregúntate si te sientes seguro con tu padre conduciendo a tus hijos sin que tú estés presente. Si la respuesta a estas preguntas es negativa, es hora de hablar con tus padres sobre su forma de conducir.

Cómo hablar con tus padres mayores sobre la conducción

Hablar con su progenitor sobre la renuncia a una parte de su independencia puede ser difícil.

Planifique con antelación. Empieza a pensar en la conversación en cuanto empieces a notar cambios en la conducción de tus padres, cuanto antes, mejor. Cuando empieces a pensar en hablar con tu padre, decide quién debe ser el que hable con él. Puedes ser tú, un hermano o incluso tu otro progenitor. Sea quien sea, debe ser alguien con quien tu progenitor esté más receptivo.

No quieres que tus padres se sientan bombardeados por tener demasiadas cosas que les digan que no deberían conducir. Asegúrate de que sea una conversación individual. Elige un momento en el que tu padre esté relajado y cómodo. Asegúrate de que no está demasiado cansado y de que está alerta.

Explícale los motivos. Explica a tu padre que te preocupa su forma de conducir de forma comprensiva y cariñosa. Dile que es normal que a esta edad se produzcan cambios mentales y físicos que afectan a la conducción. Hazle saber que comprendes que estos cambios, junto con el hecho de dejar de conducir, pueden ser difíciles. Si tu padre se enfada, mantén la calma y sé amable.

Hable de las opciones. Hay opciones disponibles para los conductores de edad avanzada. Lo primero que puedes hacer es concertar una cita con el médico de tus padres para obtener una opinión profesional. Esto puede ser útil si tu padre se resiste a dejar de conducir. Dependiendo de la opinión del médico, es posible que su padre pueda seguir conduciendo en algunas condiciones.

Si tu padre quiere seguir siendo independiente, sugiérele el transporte público como alternativa a la conducción. De este modo, podrá desplazarse con seguridad sin demasiada ayuda. Si el transporte público no es una opción en el lugar donde vives, Uber o Lyft podrían serlo. Algunas ciudades también tienen programas de transporte disponibles para las personas mayores a puntos como centros médicos, centros comerciales y eventos comunitarios.

Seguridad en la conducción para personas mayores

Muchos estados exigen que los conductores mayores se examinen. Debes buscar los criterios de tu estado para asegurarte de que tu padre cumple con las normas de conducción segura. Algunas pruebas que tu padre puede necesitar a medida que envejece para conducir con seguridad son:

  • Un examen físico. El médico de tus padres puede evaluar su estado físico y su salud en general. También puede comprobar si hay algún cambio en la salud que pueda afectar a la conducción.

  • Pruebas cognitivas. Si tu padre tiene problemas de memoria u otros problemas que afectan a su capacidad de tomar decisiones, una evaluación cognitiva puede ayudar a determinar sus habilidades de seguridad al volante.

  • Pruebas de visión y audición.

  • Una evaluación de la conducción. Una tercera parte objetiva, como un terapeuta ocupacional (OT) o un especialista en rehabilitación de la conducción (DRS), puede ayudar a evaluar las habilidades del conductor de edad avanzada. También pueden ir a un paseo para ver al conductor en acción y evaluar la seguridad de su conducción.

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