¿Vive con una pérdida auditiva? Utilice estos consejos para mejorar las conversaciones con los demás.
Si vives con una pérdida auditiva, las conversaciones pueden ser un reto. Pero a veces las ayudas más eficaces son pequeños cambios en el estilo de vida, dice Rosellen Reif, consejera en Raleigh, Carolina del Norte, que ayuda a personas con discapacidades físicas...
He aquí algunas cosas que pueden ayudar.
Pide que te avisen. Haz que tus seres queridos digan tu nombre y llamen tu atención antes de que empiecen a hablar. Por ejemplo, "Mamá, ¿dónde están las llaves del coche?
Mira a los demás cuando hablen. Asegúrate de que puedes ver la cara y los labios de la persona cuando habla. Sus expresiones y su lenguaje corporal pondrán en contexto lo que están diciendo.
Apaga el ruido. Cuando quieras mantener una conversación, apaga las cosas que puedan ahogarla, como la televisión o la radio, o aléjate de ellas. Cuando salgas a comer, pide una mesa alejada de los grupos grandes o de la cocina.
Repite la información. Muchos números y palabras suenan igual. Cuando te den un dato importante, como la hora o la fecha, repítelo. Mejor aún, ponlo por escrito.
Conoce tus límites. Si estás enfermo o cansado, tu capacidad auditiva o de comprensión de los demás puede ser peor de lo habitual.
Diga a los demás lo que necesita. Decir que tengo problemas de audición es un buen comienzo, pero no da a la persona con la que hablas consejos sobre la mejor manera de ayudarte, dice Reif.
Sé claro en lo que necesitas que hagan. Puedes pedirle que te mire cuando hable. Además, pídele que no coma, mastique chicle o fume mientras habla para que puedas ver su boca.
Al dar a las personas formas específicas de ayudarle a oír, dice Reif, está reduciendo su frustración y confusión, así como la suya propia.
Encuentra una alternativa al ¿qué? Decir "¿qué?" una y otra vez puede sonar grosero, especialmente si lo dices un poco más alto porque te esfuerzas por entender, dice Angela Nelson, AuD, una doctora en audición de Burbank, CA.
En su lugar, diga lo que cree haber oído. Esa pequeña diferencia hace que la gente sienta que estás tratando de entender y puede aliviar la tensión.
Busca un dispositivo que te sirva. Un audiólogo profesional, un médico de oído, nariz y garganta (ENT), o un especialista en audífonos puede ayudarle a encontrar los productos que mejor se adapten a sus necesidades. Algunas opciones a tener en cuenta:
Audífonos. Hacen que el sonido sea más fuerte para ti, como tu propio sistema de audio personal. Los hay de muchas formas, colores y tamaños. Algunos se colocan detrás de la oreja, otros directamente en el canal auditivo.
Sistemas FM. Este sistema funciona bien en las aulas. El altavoz habla a un pequeño micrófono y el sonido se transmite de forma inalámbrica al audífono a través de la sala.
Dispositivos de alerta. Se conectan a un timbre, un teléfono o una alarma y emiten una luz intermitente o un sonido fuerte para llamar tu atención.
Otros dispositivos de ayuda a la audición son:
-
Amplificadores personales
-
Auriculares de infrarrojos
-
Teléfonos que muestran su conversación en una pantalla
Puede que te cueste acostumbrarte a este tipo de dispositivos. Pero una vez que te des cuenta de cómo mejoran tus interacciones con los demás y tu capacidad para volver a sentirte tú mismo, dice Reif, lo más probable es que estés encantado de incorporarlos a tu rutina diaria.
Incluya a sus seres queridos en las citas médicas. Su audiólogo puede enseñar a su familia cómo funcionan sus dispositivos auditivos y sugerirles otras formas de manejar su pérdida de audición.
Busque apoyo. Otras personas que viven con pérdida auditiva también pueden ser un gran recurso. Pida a su médico que le recomiende un grupo de apoyo en su zona o en Internet. Si sigue teniendo problemas, puede hablar de sus sentimientos con un terapeuta.
No dejes que la pérdida de audición no se trate. Las personas que no reciben ayuda para su enfermedad son más propensas a sentirse deprimidas o ansiosas. La investigación también ha encontrado una relación entre la pérdida de audición no tratada y la demencia.
Las personas que utilizan audífonos no sólo son más propensas a reunirse con sus amigos, sino que se sienten más seguras, más confiadas e incluso más felices con su vida sexual.
Oír no es sólo escuchar el bonito canto de un pájaro, dice Nelson. Si pierdes la audición, pierdes la comunicación y a las personas que te rodean.