Consumo de opiáceos entre los adultos mayores

Muchos adultos mayores toman estos analgésicos para aliviarse, pero también tienen efectos secundarios graves. Esto es lo que debe saber.

Los opiáceos son uno de los analgésicos más potentes. Pueden ser muy eficaces, sobre todo para el dolor intenso, dice el doctor Cary Reid, profesor asociado de medicina en el Weill Cornell Medical College de Nueva York e investigador del tratamiento del dolor.

Pero también tienen efectos secundarios graves, y los adultos mayores corren un mayor riesgo. Si no se toman según lo prescrito, los opiáceos pueden provocar dependencia o incluso adicción. Como médicos, nos preguntamos constantemente si los opioides son más beneficiosos que perjudiciales, dice Reid.

Por qué tantos adultos mayores toman opioides

A medida que uno envejece, su cuerpo también lo hace, dice la doctora Halena M. Gazelka, anestesióloga y presidenta del Programa de Administración de Opioides de la Clínica Mayo en Rochester, MN. Es más probable que tengas una enfermedad dolorosa, como artritis, lesiones de espalda o cáncer.

Si necesita una intervención quirúrgica por uno de estos problemas, su médico puede recetarle un opioide para ayudarle a mejorar. Los opiáceos son los fármacos que se utilizan para tratar el dolor agudo intenso, dice Reid. También se administran para el dolor crónico, normalmente como último recurso.

Todo esto explica por qué una persona de 65 años o más tiene tres veces más probabilidades de tomar un opioide en comparación con alguien de 20 años. Casi el 20% de las personas de edad avanzada reciben una receta de opiáceos en un año determinado.

Cómo afectan los opioides a los adultos mayores de forma diferente

Los adultos mayores suelen metabolizar, o procesar, los opioides de forma diferente. Cuando envejecemos, nuestros cuerpos tienen más grasa, dice Reid. Esto eleva el nivel de un opioide en el torrente sanguíneo. Es posible que los riñones no filtren la droga con la misma eficacia, lo que hace que permanezca más tiempo en el organismo.

Además, los opioides pueden interactuar con otros fármacos que toman las personas mayores, como los medicamentos para el sueño, las convulsiones y el dolor nervioso. Por ello, los adultos mayores son más propensos a sufrir efectos secundarios en comparación con alguien de 20 o 30 años, afirma Reid. En un estudio, casi el 30% de los hombres de 65 años o más tuvieron una reacción al tomar un opioide.

Los efectos secundarios más comunes son:

  • Estreñimiento

  • Náuseas

  • Fatiga y somnolencia

  • Mareos y pérdida de equilibrio

  • Confusión

Riesgo de abuso de opiáceos

Los opioides aumentan las sustancias químicas del cerebro llamadas endorfinas, que alivian el dolor y desencadenan sensaciones de placer. Son estas sensaciones de bienestar las que pueden preparar el terreno para el uso indebido, el abuso y la adicción.

El uso indebido se produce cuando se utiliza un fármaco de un modo que el médico no pretendía, afirma el doctor Benjamin Han, profesor adjunto de geriatría, gerontología y cuidados paliativos de la Facultad de Medicina de la UC San Diego. Por ejemplo, te tomas una dosis extra para el dolor de espalda. O tomas un analgésico para relajarte y dormir mejor.

El consumo de opiáceos es un problema creciente entre los adultos mayores. Un estudio reveló que el 7% de los adultos de 50 años o más admitió haber abusado de los opioides recetados. Esto puede provocar efectos secundarios peligrosos, dice Reid. Se puede crear una tolerancia, en la que se necesita una dosis mayor del fármaco para sentirse bien.

El mal uso abre la puerta al trastorno por consumo de opiáceos. Es entonces cuando los opiáceos afectan a tu vida. No puedes dejarlo o reducirlo. O tu consumo afecta a tu capacidad para trabajar o cuidar de tu familia. Otras señales de alarma son el deseo de consumir la droga o el hecho de tomarla en situaciones de riesgo, como cuando se conduce, dice Reid.

Prescripción de opiáceos a los adultos mayores

En las dos últimas décadas, el aumento de las adicciones y sobredosis de opiáceos ha creado una crisis de salud pública. Los expertos pensaban que los adultos mayores no eran tan propensos a abusar de los opioides, pero descubrieron que no era así. Cualquier persona de cualquier edad puede volverse dependiente de los opioides, afirma Gazelka.

A medida que los médicos y los pacientes fueron tomando conciencia de estos problemas, las prescripciones de opiáceos disminuyeron en todo el país. Pero siguen siendo los más comunes en los adultos mayores. A menudo, los pacientes mayores no tienen tantas opciones para el dolor, dice Gazelka. O no conocen o no pueden acceder a otros tratamientos, como la fisioterapia, la acupuntura y los bloqueos nerviosos.

Por otra parte, también existe la preocupación de que algunos médicos sean demasiado cautelosos a la hora de recetar opioides. Puede haber personas que no reciban estos medicamentos y que puedan beneficiarse de ellos, dice Reid. O puede que una persona con dolor grave rechace un opioide porque le preocupa la adicción.

Cómo tomar opiáceos con seguridad

Si su médico le sugiere un opioide, hable de los riesgos y efectos secundarios. Es importante que usted inicie la conversación, dice Reid. Según una encuesta, menos de la mitad de los adultos mayores a los que se les ha recetado un opiáceo dicen que su médico les advirtió sobre la adicción o la sobredosis.

Haz estas preguntas:

  • Tengo otras opciones en lugar de un opioide?

  • Prescribió la dosis más baja posible?

  • Qué efectos secundarios debo esperar y cómo puedo manejarlos?

  • Cómo decidiremos si este medicamento está funcionando? Podemos probar otra cosa si no lo hace?

  • Con qué frecuencia tendrá que verme para hacer un seguimiento de mi progreso?

  • Interactuará este opioide con alguno de mis otros medicamentos?

  • Le preocupa que pueda crear una adicción?

  • Cómo afectará la toma de este opioide a mi vida diaria, como por ejemplo a la hora de conducir?

Mientras tome un opioide, informe a su médico si tiene algún efecto secundario o cambios en su dolor. También necesitará citas de seguimiento, en las que su médico puede asegurarse de que los beneficios de tomar un opioide siguen siendo mayores que los riesgos.

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