Las hormonas bajan y los cuerpos cambian, pero su vida sexual no tiene por qué sufrir. Utilice lo que tiene -y estos consejos- para mantenerla fuerte y satisfactoria.
Tengo un gráfico que dice: La gente mayor tiene sexo. Supéralo, dice Joan Price, autora galardonada de 77 años, conferenciante y educadora especializada en sexo para mayores. La sexualidad no tiene fecha de caducidad, pero mucha gente la deja pasar porque su cuerpo ya no funciona como antes. En cambio, podemos adaptarnos, inventar y recrear un sexo excitante, y relajarnos en él de una forma totalmente nueva.
¿Qué ha cambiado?
Cuando eras más joven, las hormonas impulsaban el sexo. A medida que envejece, sus niveles hormonales disminuyen.
En los hombres, esto significa niveles más bajos de testosterona.
Puedes notar:
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Orgasmos más cortos
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Eyaculación más débil y menor salida de semen
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Necesita más estimulación para conseguir y mantener una erección
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Necesita más tiempo para tener otra erección después de eyacular
En las mujeres, los niveles de estrógeno disminuyen antes y después de la menopausia.
Puedes notar:
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Sequedad vaginal
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Menor sensación de excitación sexual
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Cambios emocionales
Las condiciones médicas y las enfermedades, la medicación y la cirugía pueden afectar a tu salud sexual, y también a tu imagen corporal.
Algunas personas dicen: "Oh, no, ¿cómo puede alguien quererme con todas estas arrugas?" o "No puedo tener sexo porque mis erecciones son poco fiables", dice Price. Pero el sexo puede ser mejor en esta época de la vida de lo que nunca fue porque nos conocemos a nosotros mismos. Sabemos lo que necesitamos y lo que queremos en el sexo y en la vida.
Consejo 1: Comunicarse
La comunicación es el único consejo sexual válido para todos y a cualquier edad.
A las personas mayores no se les enseñó a hablar de sexo ni a reconocer el placer sexual y lo que necesitan, dice Price. No aprendimos a decirle a alguien: "Me encantaría que hicieras esto".
Tanto si llevas con tu pareja desde la cena como si llevas décadas, nadie puede leerte la mente. Las cosas que te sentían bien cuando eras más joven pueden no sentirse bien ahora. No finjas: Aprende a decir con cariño lo que necesitas.
Reconozca dónde se encuentra mental y físicamente, sugiere Price. Di: "No puedo mantener esta postura porque me duelen las rodillas, la espalda o el cuello", o "Necesitamos hacer un trío con un juguete sexual ahora mismo porque no puedo tener un orgasmo sin él".
Consejo 2: Amplía tu idea de buen sexo
Dado que la falta de hormonas hace más difícil alcanzar el orgasmo a medida que envejece, es posible que no cruce la línea de meta de la misma manera que antes. Pero aún puedes disfrutar del viaje.
El sexo es mejor cuando no está orientado a un objetivo. Podemos relajarnos en el placer de la sensación, dice Price. Elimina la expectativa de que el sexo tiene que ser un coito. Hay muchas otras formas de dar y recibir placer y sensaciones -y tal vez orgasmos- en lugar de tener este único acto sexual que siempre pensaste que era el verdadero sexo.
Consejo 3: Prueba un juguete sexual
A medida que se envejece, un juguete sexual no es sólo una mejora; puede ser la diferencia entre tener un orgasmo o no. Price, que también revisa juguetes sexuales, dice que hay muchos juguetes maravillosos para ambos miembros de la pareja.
Un buen juguete sexual debe ser lo suficientemente fuerte para el cuerpo que envejece, pero debe aumentar la intensidad en lugar de ir de cero a cien por hora. También debe ser:
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Capaz de funcionar durante mucho tiempo sin perder su carga.
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Fácilmente recargable
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Fabricado con materiales seguros para el cuerpo
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Cómoda de sostener durante largos periodos de tiempo
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Delgado (Price dice que las vaginas que envejecen no acogen tan bien la circunferencia)
Tal vez lo más importante es que tu juguete sexual sea algo que puedas controlar fácilmente por la mirada o el tacto. No hay nada menos sexy que buscar a tientas tus gafas para poder ver los controles de tu juguete sexual, dice Price.
Consejo 4: Experimenta con posiciones cómodas
Puede que tu posición habitual ya no te siente bien.
En lugar de probar una nueva postura, animo a la gente a encontrar la posición que le resulte más cómoda, la que le permita centrarse en la sensación de placer sin dolores ni molestias, dice Price. Puedes explorar nuevas posiciones por la novedad, y luego volver a la posición que te resulte más cómoda.
Consejo 5: Juega a los roles con un compañero o en tu mente
El juego de roles te da la libertad de decir cualquier cosa, hacer cualquier cosa y ser cualquier persona. La comunicación por adelantado con tu pareja te prepara para el éxito. Empieza con preguntas como éstas:
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¿Debemos interpretar una fantasía cada vez? O se nos ocurre una juntos?
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Nombra algo que te excite sólo de pensarlo, aunque nunca lo harías en la vida real?
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Si intentáramos representar lo que acabas de describir, ¿qué papel querrías que interpretara y cómo querrías que lo hiciera?
Si tu pareja no se siente cómoda, siempre puedes jugar en tu mente.
Nuestro principal órgano sexual es el cerebro, dice Price. Puedes jugar a tu fantasía sin que nadie lo sepa. No es una traición a lo que estás haciendo con tu pareja; es una mejora de lo que estás haciendo con tu pareja.
Consejo 6: Considere la posibilidad de una erótica apropiada para su edad
Si consumes erótica juvenil, puede que te deprimas más que te excites. Considere la posibilidad de consumir porno, revistas, libros o sitios web apropiados para su edad.
Las personas mayores ya están acomplejadas por las limitaciones que les impone el proceso de envejecimiento, como los dolores y la incapacidad de hacer las cosas como antes, dice Price. Celebrar la edad, y no sólo reconocerla, es una forma maravillosa de seguir siendo sexy y alegre a medida que envejecemos.