El reposo en cama está fuera, el masaje está dentro. El doctor explica qué más hay de nuevo en el mundo de la fisioterapia después de una cirugía o lesión.
Cuando se trata de la rehabilitación de una operación o una lesión, el juego es totalmente nuevo hoy en día. Atrás quedan los largos periodos de reposo en cama y las semanas de baja laboral. Hoy en día, los médicos quieren que empiece de inmediato con una ronda de fisioterapia. Esto se debe a que las investigaciones sugieren que es segura y conduce a una recuperación más rápida y mejor.
"El tratamiento se ha vuelto más agresivo", dice Kosta Kokolis, fisioterapeuta, director clínico del estudio de fisioterapia TheraMotion en Nueva York. Dice que los fisioterapeutas de hoy en día tratan de crear cambios y hacer correcciones, en lugar de esperar a que el cuerpo siga su curso natural.
"Guiamos el proceso de curación", dice.
Ponte en movimiento
Antes, el médico te decía que envolvieras la zona lesionada para mantenerla quieta, dice Kokolis. También te sugería que dejaras de hacer tus actividades habituales y descansaras en la cama. Pero las investigaciones han cambiado esta forma de pensar. Los estudios demuestran que las personas que se mantienen activas durante la recuperación obtienen mejores resultados que las que se lo toman con calma.
Dan Collins, un profesional de las relaciones con los medios de comunicación de 53 años de Baltimore, es un ejemplo brillante. Se recuperó rápidamente tras una laminectomía de disco vertebral.
"Creo que gran parte de ello tiene que ver con el hecho de que te pongan en marcha lo antes posible", dice. "Fui directamente a la fisioterapia la mañana siguiente a mi operación de columna".
Hace años, si te operaban del hombro para arreglar un desgarro del manguito de los rotadores, podías llevar un cabestrillo durante 6-8 semanas y retrasar la fisioterapia hasta 4-6 semanas. "Ahora mis pacientes suelen dejar de llevar el cabestrillo, excepto cuando duermen, y empiezan la fisioterapia al final de la primera semana", dice el doctor Brian Schulz, cirujano ortopédico y especialista en medicina deportiva de la Clínica Ortopédica Kerlan-Jobe de Los Ángeles.
Hoy en día, los médicos quieren que empieces a recuperar la fuerza lo antes posible". La idea, dice Kokolis, es sencilla: Úsalo o piérdelo.
Técnicas prácticas
En el pasado, su fisioterapeuta puede haber confiado en tratamientos como la estimulación eléctrica, los ultrasonidos o la iontoforesis para tratar su dolor. "Pero eso no resuelve realmente tu problema", dice Kokolis. "No corrige ni arregla nada".
Hoy en día, los fisioterapeutas adoptan un enfoque más práctico. Prefieren la terapia manual, también llamada trabajo corporal, para llegar al origen del dolor y corregir el problema. Ayuda a la relajación, la flexibilidad y el alivio del dolor.
Por ejemplo, el terapeuta puede utilizar un masaje experto o manipular los huesos y las articulaciones con una fuerza cuidadosa y controlada. Puede realizar ejercicios de torsión, tracción o empuje de los huesos para mejorar la amplitud de movimiento.
Hoy en día, los terapeutas son más propensos a llevar su cuerpo al límite. A veces quieren que sientas algo de dolor, en lugar de evitarlo.
Limita el uso de dispositivos de ayuda
Hace unas décadas, si tenías problemas en la zona lumbar, es posible que tu médico te dijera que llevaras un corsé. Si cortabas el césped, por ejemplo, te lo ponías para tener más apoyo. Si tenías una lesión en el cuello, es posible que llevaras uno mientras conducías.
Hoy en día, los dispositivos de asistencia como los aparatos ortopédicos, los bastones, las muletas, las férulas o el calzado especial siguen utilizándose cuando son necesarios. Pero ya no son elementos imprescindibles.
"Intentamos utilizarlos lo menos posible", dice Kokolis. Los terapeutas entienden ahora que mantener inmóvil la zona lesionada en realidad la debilita.
Vuelve a tus actividades habituales
En el pasado, el objetivo principal de la rehabilitación era aumentar su rango de movimiento. Si te operaban del hombro, por ejemplo, el terapeuta intentaba ayudarte a volver a moverlo 180 grados completos.
Pero llegar a esa cifra no garantiza que puedas hacer todo lo que te gustaría, ya sea limpiar la casa o jugar al tenis. E incluso sin una amplitud de movimiento completa, es posible que funcione bien.
Por eso, los terapeutas han cambiado su enfoque para que puedas utilizar mejor tu articulación. Ahora el objetivo es que vuelvas a realizar tus actividades habituales. Al principio, puede ser conseguir que pueda vestirse o cepillarse el pelo. Eso puede llevarle a caminar, subir escaleras o levantar cosas.
Para Collins, retomar su equipo deportivo para perseguir su pasión fue el éxito definitivo. "Al final pude volver a practicar mi deporte: la esgrima", dice. Y eso, añade, fue una terapia en sí misma.