Desde la sequedad de la piel y el dolor de las articulaciones hasta los problemas para caminar, a veces nuestro cuerpo envejece más rápido de lo que debería. A continuación, te explicamos cómo saber qué es lo normal y cómo puedes frenar cualquier problema.
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Si tu ritmo de andar se ralentiza cuando tienes 40 años, puede ser una señal de que estás envejeciendo más rápido de lo normal. Caminar es uno de los mejores y más fáciles ejercicios que puede hacer... Para empezar un programa de caminatas, comience con 5 minutos al día y vaya aumentando hasta llegar a 30 minutos. Intente llegar a los 100 pasos por minuto (para comprobarlo, cuente sus pasos durante 10 segundos y multiplique por seis).
Puntos de sol
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Las manchas solares de color marrón suelen aparecer en la cara, las manos y los brazos. Son comunes, sobre todo en personas mayores de 50 años. La mayoría son inofensivas y están causadas por años de exposición al sol. Consulte a su médico si:
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Son de color negro
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Cambian de forma
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Sangrar
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Tener un borde rugoso
Utiliza protector solar y cúbrete al sol para ayudar a prevenirlas. Evita estar al aire libre entre las 10 y las 14 horas, cuando el sol es más fuerte.
Problemas de memoria
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Los cambios leves en la memoria acompañan al envejecimiento y pueden empezar ya a los 40 años. Puede que le cueste más recordar nombres o hechos o recordar por qué subió las escaleras. Pero la mayoría de los casos de Alzheimer y otros tipos de demencia no se producen hasta después de los 65 años. Y la demencia no es una parte normal del envejecimiento. Para ayudar a mantener tu mente aguda:
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Coma sano
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Manténgase socialmente activo
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Hacer ejercicio
Articulaciones doloridas
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No todo el mundo tiene las articulaciones rígidas cuando envejece. Pero las probabilidades de padecer artrosis aumentan a medida que se envejece. Los hombres tienden a presentar síntomas a partir de los 45 años, y las mujeres a partir de los 55. No hay cura, pero se puede ralentizar su avance. Tan sólo una hora de ejercicio a la semana puede ayudar. Haga ejercicios de flexibilidad, de fuerza y aeróbicos. Si es la primera vez que hace ejercicio, consulte primero a su médico.
Piel seca
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Tu piel produce menos grasa a medida que envejece. Puede volverse seca y opaca, especialmente si tienes más de 40 años. Pero la sequedad también puede estar causada por cosas que haces (o no haces). Para prevenirla:
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Toma baños o duchas cortas con agua tibia -no caliente-.
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Limpia tu piel con suavidad e hidrátala bien.
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Bebe muchos líquidos.
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No pase mucho tiempo en el aire seco.
Ÿ Si tu piel sigue muy seca y con picores, acude a un dermatólogo para descartar problemas médicos.
Moretones fáciles
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Esto se vuelve más común una vez que pasas los 60 años. La piel se vuelve más fina y pierde grasa a medida que envejece. Los vasos sanguíneos también se vuelven más frágiles. Incluso algunos medicamentos pueden provocar más hematomas. La mayoría de los hematomas son inofensivos y desaparecen por sí solos. Consulte a su médico si:
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Sueles tener muchos moratones grandes, especialmente en el pecho, la espalda o la cara.
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Empezó a tener hematomas después de empezar a tomar un nuevo medicamento.
Problemas para subir escaleras
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Es normal que a veces tengas problemas con los escalones. Pero si esto ocurre a menudo a medida que envejece, podría significar que tendrá dificultades con otras actividades diarias. Tal vez se deba a que no haces ejercicio con regularidad. Si ese es el caso, consulta a tu médico y añade poco a poco la subida de escaleras a tu rutina. También podrías tener problemas de dolor o de equilibrio, o la medicación podría ser la culpable. Consulta a tu médico para descartar cosas como problemas de corazón o artritis.
Cintura gruesa
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La grasa corporal tiende a desplazarse hacia el vientre a medida que se envejece. Esto es especialmente cierto para las mujeres después de la menopausia. Sea cual sea tu edad, una cintura gruesa puede acarrear problemas de salud como enfermedades cardíacas y diabetes de tipo 2. Los riesgos aumentan cuando tu cintura mide más de 35 pulgadas si eres mujer o más de 40 si eres hombre. El ejercicio regular y una dieta sana son las mejores maneras de mantener la cintura a raya.
Fuerza en las manos
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Puede que notes que tus manos tienen que trabajar más para abrir un frasco, o que tu agarre al volante no es tan firme. La fuerza de agarre suele empezar a disminuir a partir de los 50 años. Puedes mantener la fuerza de tus manos jugando con arcilla, aplastando una pelota antiestrés o escurriendo el agua de una toalla. Si pierdes la fuerza de agarre antes de tiempo o de forma repentina, podría ser un signo de artritis, daño nervioso u otro problema de salud.
Problemas de visión
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A partir de los 40 años, es probable que tengas problemas para ver cosas de cerca, como leer un menú. Esto se llama presbicia. A veces, el envejecimiento trae consigo problemas más graves, como el glaucoma, las cataratas y la degeneración macular. Para reducir el riesgo:
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Utiliza gafas de sol que te protejan de la luz UVA y UVB
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Dejar de fumar
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Comer sano
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Haz ejercicio
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Acudir al oftalmólogo para las revisiones anuales
Períodos irregulares
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La menstruación suele ser menos regular a finales de los 30 o principios de los 40 años. Eso es la perimenopausia, el tiempo que lleva a la menopausia. Su cuerpo produce menos estrógeno. Esto significa que sus periodos pueden ser más ligeros y cortos, o venir con menos frecuencia. Consulta a tu médico si tus periodos se vuelven repentinamente muy diferentes o dolorosos, especialmente a los 30 años. Podría ser un signo de menopausia temprana.