He aquí 5 maneras de elaborar su propia reforma sanitaria y de procurarse una vida larga y saludable.
No importa cómo cambien las leyes en Washington, D.C., los expertos en medicina preventiva dicen que la mejor manera de mejorar la salud de las naciones es sencilla: Mantenerse sano.
Las enfermedades prevenibles, como las cardiopatías, la diabetes de tipo 2, los accidentes cerebrovasculares y varias de las principales formas de cáncer, representan una gran parte del gasto sanitario y cuestan miles de millones de dólares. Roban años de vida a millones de estadounidenses y arruinan los últimos años de otros con enfermedades y discapacidades.
No tiene por qué ser así. Consideremos los datos de un estudio realizado en 2009 sobre 23.153 adultos que participaron en la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición. Los voluntarios que seguían cuatro principios de buena salud -no fumaban ni engordaban, hacían ejercicio y llevaban una dieta sana- tenían un 80% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, el cáncer y las enfermedades cardíacas. Su riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 era un 92% menor que el de las personas que evitaban los conocidos consejos de salud. Sus probabilidades de sufrir un ataque al corazón eran un 81% menores.
Resultados como estos demuestran una y otra vez que las herramientas más poderosas que tenemos para mejorar la salud son la prevención, dice el doctor Wes Alles, director del programa de mejora de la salud de la Universidad de Stanford. Sin embargo, seguimos teniendo problemas para convencer a la gente de que haga esos cambios saludables. Para elaborar su propio programa de reforma sanitaria, esto es lo que Alles y otros expertos dicen que debe hacer para obtener el mayor beneficio de sus esfuerzos:
1. Ser más activo y hacer ejercicio
El ejercicio ofrece tantos beneficios para la salud, que es nada menos que una bala mágica. Algo tan sencillo como caminar a paso ligero durante media hora al día reduce drásticamente el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y varias formas de cáncer, incluido el de colon, uno de los principales asesinos.
Toda una vida de ejercicio regular mejora la función cerebral, permite a las personas ser activas e independientes en sus últimos años, y añade años a la vida, dice Steven Blair, PhD, profesor de ciencias del ejercicio en la Universidad de Carolina del Sur, que ha ayudado a dar forma a las directrices federales de ejercicio. Así se abordan la mayoría de las principales amenazas crónicas para la salud a las que nos enfrentamos".
Un estudio realizado en 2008 por investigadores del Brigham and Womens Hospital de Boston demostró que el ejercicio regular reducía el riesgo de morir prematuramente en un 30%.
2. Mantener un peso saludable
Es más fácil decirlo que hacerlo, según las conclusiones de un nuevo análisis de datos de los departamentos de salud estatales.
En los últimos cinco años, las tasas de obesidad aumentaron en casi todos los estados. De hecho, no hubo ni un solo estado de EE.UU. que experimentara un descenso.
Perder peso y mantenerlo es difícil. Sin embargo, los estudios demuestran que perder unos pocos kilos si tiene sobrepeso mejorará su salud. Si su peso es normal, trabaje para mantenerlo conteniendo las calorías y haciendo ejercicio con frecuencia. Una dieta saludable incluye abundantes frutas, verduras y cereales integrales. Una buena dieta limita los azúcares refinados y las grasas saturadas. Una forma fácil de eliminar calorías de la dieta: beber agua en lugar de bebidas azucaradas. Éstas representan cada vez más calorías en la dieta estadounidense.
3. Hazte una revisión y ponte las vacunas
Este año, con la gripe en los titulares, no hace falta recordar que las vacunas antigripales pueden reducir drásticamente el riesgo de contraer este bicho estacional y sus complicaciones potencialmente mortales. Sin embargo, sólo el 42% de las personas de 50 a 64 años se vacunan anualmente contra la gripe. Estar al día con todas las vacunas recomendadas puede prevenir muchas enfermedades mortales y debilitantes.
Los exámenes médicos rutinarios también salvan vidas. Conocer y controlar los niveles de colesterol y la presión arterial es crucial para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Se ha demostrado que las pruebas de detección del cáncer detectan algunas formas de la enfermedad lo suficientemente pronto como para eliminarlas.
Para conocer las últimas recomendaciones sobre qué pruebas deben hacerse y cuándo, consulte las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. en www.ahrq.gov.
4. No fume: Dejar de fumar salva vidas
Una obviedad. Pero el cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer, y entre el 80% y el 90% de los casos están directamente causados por el tabaco, según el Instituto Nacional del Cáncer.
La buena noticia: las tasas de tabaquismo están disminuyendo en Estados Unidos y, gracias a la variedad de nuevas terapias de sustitución de la nicotina -desde parches hasta sprays nasales-, dejar de fumar es más fácil que nunca. Un análisis reciente de estudios ha descubierto que los sustitutos de la nicotina pueden casi duplicar las probabilidades de que los fumadores dejen de fumar con éxito. También existen nuevos medicamentos para ayudar a los fumadores a dejar el hábito. Hable con su médico sobre las mejores estrategias para tener éxito.
5. Encuentre la alegría de la familia y los amigos
Disfrutar de la vida y mantener un círculo de amigos solidarios es una parte importante de la buena salud. De hecho, tener amistades puede ser la segunda opción, después de no fumar, para prevenir los ataques al corazón. Las personas con amplias redes sociales, según una investigación de la Universidad de Servicios Uniformados, son menos propensas a tener calcificación en las arterias, un signo de riesgo de enfermedad cardíaca.
Una forma de aumentar la felicidad es fomentar los amigos alegres. Resulta que la felicidad se propaga a través de las redes sociales, dice el doctor James D. Fowler, profesor asociado de ciencias políticas de la Universidad de California en San Diego. Su investigación, que rastreó la propagación de la felicidad entre amigos e incluso amigos de amigos, descubrió que una persona tiene un 15% más de probabilidades de ser feliz si un contacto cercano lo es.