Así que tienes 50 años o más. Eso no significa que su vida sexual tenga que decaer. Aquí tiene 7 consejos para mantener las cosas interesantes con su pareja sexual.
Puede seguir disfrutando del sexo, sólo tiene que pensar y planificar un poco más que cuando era más joven.
Aquí hay 7 cosas que puedes hacer para que el sexo siga siendo emocionante y satisfactorio para ti y tu pareja:
1. Hacer ejercicio con regularidad
Puede que pienses en el sexo como algo pausado, pero puedes sudar bastante durante el acto sexual. He aquí algunas razones por las que ponerse en forma puede ayudarte a conseguirlo:
Fortalece los músculos. No hay nada que acabe más rápido con el estado de ánimo que hacerse daño en la espalda o sufrir un tirón muscular. Consulta los mejores ejercicios de entrenamiento de fuerza para ti.
El ejercicio puede liberar sustancias químicas en el cerebro que te hacen sentir mejor y más tranquilo. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste triste y además interesado en el sexo?
Te ayuda a tener mejor aspecto. El ejercicio regular puede mantener tu cuerpo con un aspecto óptimo y eso puede ayudar a tu confianza y a potenciar tu vida sexual.
En el caso de las mujeres, la actividad física regular puede ayudar a la excitación.
Las mujeres también pueden beneficiarse de los llamados ejercicios de Kegel. Pueden fortalecer los músculos del suelo pélvico. Puedes identificar esos músculos la próxima vez que orines deteniéndote en la mitad del chorro. Puedes practicar la tensión y relajación de esos músculos varias veces al día.
Los hombres que hacen ejercicio son menos propensos a tener problemas de disfunción eréctil, o DE, que los hombres inactivos. Si le gusta recorrer largas distancias en bicicleta, asegúrese de tener un asiento suave y cómodo y una bicicleta que se adapte a sus necesidades. Esto puede ayudarle a evitar un posible problema de disfunción eréctil.
Asegúrese de hablar con su médico antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios.
2. Mantenga el interés; pruebe algo nuevo
Cuando llevas mucho tiempo con la misma pareja, es posible que quieras aportar ideas para añadir un poco de variedad a vuestra vida sexual.
La respuesta puede ser algo tan sencillo como cambiar la hora del día en que se practica el sexo. Si tienes demasiado sueño por la noche, tal vez el sexo por la mañana sea lo mejor para ambos.
Algunas otras ideas para mantener las cosas interesantes:
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Prueba diferentes posiciones sexuales
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Prepara el escenario y crea una atmósfera romántica; un poco de planificación puede servir de mucho
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Sácalo del dormitorio y busca un nuevo lugar para hacer el amor
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Dúchate o date un baño con tu amante
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Date un capricho con masajes profesionales que os dejarán a los dos relajados
3. Piensa más allá del coito
Si tú o tu pareja ya no podéis hacerlo, hay otras opciones para disfrutar de la cercanía y el placer.
Los actos sencillos pero íntimos de los besos y las caricias no deben pasarse por alto. Usted y su pareja también pueden considerar:
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Darse masajes sensuales el uno al otro
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Sexo oral
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Probar juguetes sexuales como los vibradores
4. Ponte cómodo
Si la artritis o el dolor continuo hacen que el sexo sea menos placentero, busca formas de sentirte mejor. Prueba una nueva posición que sea más fácil para tu cuerpo o utiliza almohadas para apoyarte.
Si tienes dolor de espalda, por ejemplo, practica el sexo de lado en vez de en la posición del misionero, que puede empeorar el dolor de espalda.
Planifica el sexo para un momento del día en el que te sientas mejor. Con antelación, toma un baño caliente o algún analgésico si lo necesitas para estar más relajada.
5. Soluciona tus problemas con la medicación
Los efectos secundarios de algunos medicamentos pueden causar problemas sexuales. Algunos que pueden hacerlo son:
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antidepresivos
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antihistamínicos
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medicamentos para la presión arterial
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medicamentos para reducir el colesterol
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medicamentos para la úlcera
Si tiene motivos para sospechar que alguno de sus medicamentos está mermando su vida sexual, hable con su médico.
6. Ve despacio después de una cirugía o enfermedad
Antes de volver a conectar con tu pareja, dale tiempo a tu cuerpo para que se recupere. Una vez que tengas el visto bueno de tu médico, empieza poco a poco con toques y besos sensuales.
Habla honestamente con tu pareja sobre cómo te sientes, tanto física como emocionalmente.
7. Habla de las cosas
Habla abiertamente con tu pareja si tienes alguna preocupación sobre tu vida sexual, ya sea sobre tus deseos cambiantes o sobre cómo te sientes con tu cuerpo.
Si ambos están descontentos con la situación de su vida sexual y no han sido capaces de resolverla, tal vez quieran hablar con un terapeuta sexual. Su médico debería poder darle una referencia.
Y recuerde que algunas parejas mayores descubren que su vida sexual es mejor a medida que envejecen. Es posible que tengas más tiempo y privacidad, y que puedas tener más intimidad con tu pareja de toda la vida.
Otras cosas a tener en cuenta
Las enfermedades de transmisión sexual pueden seguir ocurriendo: Puede que pienses que las enfermedades de transmisión sexual, o ETS, son un problema de las personas más jóvenes. Pero la edad no protege del VIH, la sífilis, el herpes genital y otras ETS.
Tienes que tomar las mismas precauciones sobre las relaciones sexuales sin protección que cualquier otra persona si tienes más de una pareja.
Cuándo acudir al médico: Nuestro cuerpo experimenta cambios a medida que envejecemos que pueden afectar a nuestra vida sexual.
Después de la menopausia, algunas mujeres pueden tener sequedad vaginal. Esto puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas. Tal vez tengas que hablar con tu pareja sobre más juegos preliminares o probar un lubricante a base de silicona. Si sigue siendo un problema, habla con tu médico.
Algunos hombres pueden notar que necesitan más estimulación para conseguir y mantener una erección. Este tipo de cambio es normal. Intenta relajarte y disfrutar de las caricias de tu pareja. Pero si tienes un problema de disfunción eréctil continuado, puede que sea el momento de visitar a un médico.
Las personas de ambos sexos pueden tener problemas de imagen corporal, recordando el aspecto que tenían en su juventud. Estos pensamientos no deberían impedirle disfrutar del sexo. Si lo hacen, tal vez un terapeuta sexual pueda ayudarle.