¿Qué tienen en común la consulta del médico y una venta de garaje? Que en ambas se pueden negociar ofertas.
Usted regatea en el concesionario de coches, en el mercado de agricultores y en los mercadillos. ¿Pero en la consulta del médico? Eso no se le ocurre a la mayoría de la gente. Sin embargo, hay mucho margen para negociar los costes de la atención médica, dice el doctor John Santa, experto en medicina de Consumer Reports.
El simple hecho de hablar sobre el dinero puede marcar la diferencia en lo que finalmente se pagará, dice Santa. "Cuando la gente está estresada financieramente, esa es una información útil [para un médico] en términos de cuidar de ellos médicamente", dice. "Esa comunicación, hasta cierto punto, acaba siendo una negociación".
La mayoría de los médicos serán receptivos, dice Santa, y pueden ofrecerle alternativas menos costosas. Por ejemplo, un enfoque de observación y espera, en lugar de apresurarse a realizar costosas pruebas y visitas al especialista, puede ahorrar mucho dinero sin sacrificar necesariamente la calidad. Lo mismo ocurre con los medicamentos genéricos.
Ahorro en las facturas del hospital
Los médicos también pueden utilizar su relación con los hospitales locales para ayudar con las grandes facturas. "En la mayoría de los casos, si un médico llama al hospital y le dice que mi paciente tiene problemas con una factura y les pide ayuda, lo harán", dice Santa.
El simple hecho de pensar como un comprador a la hora de elegir la atención médica puede suponer un gran ahorro, afirma. Como todos los buenos compradores saben, el dinero en efectivo es el rey. Si lo tienes, utilízalo para negociar con tu médico u hospital un mejor precio. Busca en sitios web como www.healthcarebluebook.com información sobre precios justos en tu zona.
Cómo ahorrar en cirugías y recetas médicas
Y resulta que el precio de los inmuebles no es lo único que dicta la ubicación. "Es posible que puedas hacerte una cirugía electiva mucho más barata en un centro de cirugía ambulatoria que en un hospital de servicio completo", dice Santa. Sólo hay que hacer los deberes: El tratamiento en un consultorio médico si su procedimiento requiere la sofisticación de un hospital no vale la pena por el precio más barato.
Los precios de los medicamentos varían mucho de una farmacia a otra, así que asegúrate también de comparar precios. Si no puedes pagar tus medicamentos, habla con tu médico sobre los programas que ayudan a los pacientes a obtener los medicamentos que necesitan de forma gratuita.
Santa reconoce que muchas personas temen que sus médicos no les atiendan o les sugieran la atención que necesitan si intentan regatear. "Si ese es el caso, no tienes un buen médico", dice Santa. Es hora de buscar uno nuevo.
Cómo ahorrar en las estancias en el hospital
Las facturas del hospital también pueden reducirse, dice Santa, si se siguen algunos de estos consejos.
Insista en la eficiencia. Si le van a operar, pida que le ingresen en el hospital la mañana del día de la intervención en lugar de la noche anterior. Pide también que te den el alta tan pronto como sea seguro y razonable.
Exija atención. Deje claro que quiere que su atención se centre en el procedimiento concreto por el que ha sido hospitalizado. "Dígales que no quiero que nadie pida otra radiografía o una serie de análisis de sangre. Mi médico se encargará de eso cuando me den el alta", dice Santa.
No pagues por los errores. Los errores de facturación son habituales. Exija una factura detallada y una copia de su historial médico después del tratamiento, y asegúrese de que son coherentes. No pague por ningún servicio, dispositivo o medicamento que no haya utilizado. Si la hospitalización ha provocado una infección, exija que se eliminen de su factura los días extra de hospitalización necesarios para tratarla.