A veces llamada fiebre de los conejos, la tularemia es una enfermedad infecciosa que se puede contraer por un cierto tipo de bacteria. Aprenda a prevenir y tratar la enfermedad.
Causa
Las personas pueden enfermar de tularemia, pero no es una enfermedad que se dé de forma natural en los humanos. Suele afectar a conejos y otros animales, como roedores, ovejas y aves. Los animales domésticos, como los perros y los gatos, también pueden contraer la tularemia.
Estas son algunas de las formas en que las personas pueden contraerla:
-
Picaduras de insectos, especialmente de una mosca del ciervo o una garrapata
-
Entrar en contacto con la piel, el pelo o la carne de un animal infectado
-
Consumir agua o alimentos contaminados, como carne poco cocinada
-
Respirar las bacterias que suben del suelo durante una actividad como la construcción o la jardinería
También es posible infectarse si se está expuesto a la bacteria en un laboratorio o, potencialmente, en un acto de bioterrorismo.
La tularemia puede producirse en cualquier parte del mundo, pero es más común en las zonas rurales, donde los animales son más propensos a infectarse con la bacteria. Puede sobrevivir en el suelo, el agua y los animales muertos durante semanas. Por eso puede causar infecciones de muchas maneras diferentes.
La forma de infectarse con la enfermedad influye en el tipo de síntomas que se presentan y en la gravedad de los mismos. Pero el hecho de estar expuesto a la bacteria no significa que vaya a contraer la enfermedad.
Síntomas
Si usted se enferma después de estar expuesto a la Francisella tularensis, es probable que comience a tener síntomas dentro de 3 a 5 días, pero puede tomar hasta 2 semanas. Hay diferentes tipos de tularemia que tienen sus propios síntomas específicos.
La tularemia ulceroglandular es la variedad más común de la enfermedad. Los síntomas pueden incluir:
-
Una úlcera en la piel que suele estar causada por la picadura de un animal o insecto infectado
-
Ganglios linfáticos dolorosos e inflamados
-
Fiebre
-
Escalofríos
-
Dolor de cabeza
-
Fatiga
La tularemia oculoglandular afecta a los ojos. Los síntomas pueden incluir:
-
Dolor, hinchazón o secreción en el ojo.
-
Enrojecimiento del ojo
-
Sensibilidad a la luz
-
Una úlcera que se forma en el interior del párpado
-
Ganglios linfáticos sensibles alrededor de la oreja, el cuello y la mandíbula
La tularemia orofaríngea afecta a la boca, la garganta y el sistema digestivo. Es la forma de la enfermedad que se produce más a menudo por comer carne poco cocinada de un animal salvaje o por beber agua contaminada. Los síntomas pueden ser:
-
Dolor de garganta
-
Vómitos
-
Diarrea
-
Amígdalas o ganglios linfáticos inflamados en el cuello
-
Úlceras en la boca
-
Fiebre
La tularemia neumónica puede causar síntomas que a menudo se asocian con la neumonía, incluyendo:
-
Dificultad para respirar
-
Dolor en el pecho
-
Una tos seca
La tularemia tifoidea es una forma rara, pero muy grave, de la enfermedad. Los síntomas pueden incluir:
-
Agrandamiento del bazo o del hígado
-
Diarrea y vómitos
-
Fatiga severa
-
Fiebre elevada
¿Quiénes están en riesgo?
La tularemia es poco frecuente. Sólo hubo 229 ª casos reportados en los Estados Unidos en 2018. Las personas se contagian en su mayoría por la picadura de garrapatas o por el contacto con un animal contaminado.
Lo siguiente también puede aumentar su riesgo de desarrollar tularemia:
-
Trabajos como trabajador de laboratorio, agricultor, veterinario, cazador, paisajista, gestor de fauna salvaje y manipulador de carne
-
Vivir en el centro-sur de Estados Unidos o visitarlo
-
La caza o la jardinería. Los animales salvajes pueden estar infectados de tularemia, y remover la tierra puede provocar la liberación de la bacteria.
Diagnóstico y tratamiento
Puede ser difícil diagnosticar la tularemia porque los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades. Su médico le hará pruebas para confirmar la presencia de la bacteria. También puede pedir una radiografía de tórax para comprobar si hay signos de neumonía.
El tratamiento suele consistir en la administración de antibióticos, ya sea inyectados o por vía oral. Si tiene complicaciones, como neumonía o meningitis, también necesitará tratamiento para estas enfermedades. Por lo general, las personas que han tenido tularemia se vuelven inmunes a ella, pero algunas personas la contraen más de una vez.
Prevención
Puedes protegerte de la siguiente manera:
-
No utilizar las manos desnudas para desollar o vestir a los animales salvajes
-
Evitar los animales enfermos o muertos
-
Llevar ropa que cubra la piel expuesta (ajustada en muñecas y tobillos)
-
Utilizar repelentes de insectos
-
Eliminar las garrapatas con prontitud
-
Beber agua limpia
-
Cocinar completamente las carnes silvestres