Instrucciones probadas paso a paso para gestionar eficazmente el síndrome del nido vacío.
Cómo afrontar los cambios
También es posible que tengas muchos sentimientos contradictorios. Sientes orgullo por tu hijo y por lo que ha conseguido y también te sientes perdido ahora que no tienes el trabajo diario de cuidar a tu hijo.
Para la mayoría de los padres, ésta es una fase de transición breve que sólo dura unos meses. Mientras tanto, hay medidas que puedes tomar para ayudar a lidiar con la transición, incluyendo:
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Aceptar que tus sentimientos son normales.
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Considere la posibilidad de iniciar una nueva carrera o de comenzar un trabajo a tiempo parcial si no ha estado trabajando.
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Toma una clase que te interese.
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Retoma una nueva afición o una que hayas dejado aparcada mientras cuidabas de tus hijos.
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Hazte voluntario de una causa que te interese.
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Utiliza la tecnología para mantenerte en contacto con tus hijos.
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Date cuenta de que tu papel como padre ha cambiado, no ha terminado.
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No recurras al alcohol ni a otros vicios para sobrellevar la situación.
Cómo prepararse para un nido vacío
Si tu hijo aún no se ha ido de casa, es el momento de empezar a preparar esta nueva etapa de tu vida. Hay pocos papeles más significativos que el de ser padre o madre, pero cuanto más significativo es un papel en tu vida, más difícil es aceptarlo cuando cambia. Muchos padres se sienten perdidos y describen la sensación de que su identidad principal ha cambiado o desaparecido...
Para prepararse para esta nueva etapa de la vida y explorar nuevos roles, he aquí algunos pasos a seguir antes de que su hijo se vaya de casa:
Haz una lista de todas tus funciones actuales además de la de padre o madre. Piensa en los roles que implican una inversión significativa de tu tiempo y energía. Esto podría incluir roles como: cónyuge, hermano, hijo, amigo, empleado y voluntario...
Repasa tu lista y piensa en cuáles de esos roles te gustaría ampliar. Quizá quieras trabajar en tu carrera o pasar más tiempo con tus amigos. O quizá sea el momento perfecto para reavivar el romance con tu pareja. Si no estás casado, este podría ser el momento perfecto para empezar a salir...
Haz una lluvia de ideas sobre nuevos intereses que te gustaría explorar. Piensa en las aficiones que disfrutabas antes de tener hijos o en las que nunca tuviste tiempo de probar. Busca grupos locales, clubes o reuniones que giren en torno a estos intereses y que puedan ayudarte a encontrar una comunidad.
No esperes a que tus hijos se vayan de casa para empezar a explorar tus nuevas funciones e intereses. Adelántate y apúntate a una clase o organiza una comida con un amigo. Puede que al principio no te sientas tan emocionada como esperas, pero tus nuevas actividades e intereses te ayudarán a que la adaptación a tu nueva vida sea más rápida y sencilla.
Céntrate en lo positivo
Una nueva línea de investigación está demostrando que el síndrome del nido vacío puede no ser tan malo. Muchos padres informan de cambios positivos después de que sus hijos se vayan de casa, entre ellos:
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Más libertad
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Mejor conexión con sus cónyuges
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Tiempo para perseguir sus propios objetivos
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Orgullo y alegría por ver a sus hijos triunfar
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Mejora de las relaciones con sus hijos
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Mejores relaciones con sus hermanos
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Menos factores de estrés en el día a día
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Participación continua en la vida universitaria y adulta de sus hijos
Cuándo buscar ayuda
Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar el síndrome del nido vacío, entre ellas:
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Madres
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Padres solteros
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Personas con matrimonios infelices
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Padres de hijos únicos
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Padres que están preocupados por la seguridad de sus hijos
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Padres más jóvenes
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Padres que carecen de apoyo social
Tanto si está en un grupo de alto riesgo como si no, debe buscar ayuda si tiene síntomas de depresión que duran más de dos semanas. Los síntomas de la depresión incluyen:
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Dormir demasiado, o no lo suficiente
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Sentirse triste
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Perder el interés por las actividades que antes disfrutaba
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Cansancio o falta de energía
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Sentirse culpable o sin valor
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Problemas para concentrarse o tomar decisiones
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Pensar en la muerte o en el suicidio
La depresión es una condición médica común, pero seria, que puede afectar negativamente todos los aspectos de su vida. La depresión es diferente de la tristeza y el dolor, pero a veces el dolor puede llevar a la depresión. Afortunadamente, la depresión puede tratarse. Entre el 80 y el 90% de las personas con depresión se benefician del tratamiento. Hable con su médico si tiene síntomas de depresión que duran más de dos semanas. Puede realizar una evaluación más exhaustiva y recomendar un tratamiento si es necesario, que puede incluir terapia con un proveedor independiente y medicamentos como los antidepresivos.