El doctor ofrece una visión general de la amputación, incluyendo las razones por las que puede ser necesario amputar un miembro y la recuperación de la cirugía.
Alrededor de 1,8 millones de estadounidenses viven con amputaciones. La amputación de la pierna, ya sea por encima o por debajo de la rodilla, es la cirugía de amputación más común.
Razones para la amputación
Hay muchas razones por las que puede ser necesaria una amputación. La más común es la mala circulación debido al daño o estrechamiento de las arterias, llamada enfermedad arterial periférica. Sin un flujo sanguíneo adecuado, las células del cuerpo no pueden obtener el oxígeno y los nutrientes que necesitan del torrente sanguíneo. Como consecuencia, el tejido afectado empieza a morir y puede producirse una infección.
Otras causas de amputación pueden ser:
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Una lesión grave (por un accidente de tráfico o una quemadura grave, por ejemplo)
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Tumor canceroso en el hueso o el músculo de la extremidad
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Infección grave que no mejora con antibióticos u otro tratamiento
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Engrosamiento del tejido nervioso, llamado neuroma
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Congelación
El procedimiento de amputación
Una amputación suele requerir una estancia hospitalaria de cinco a 14 días o más, dependiendo de la cirugía y de las complicaciones. El procedimiento en sí puede variar, dependiendo del miembro o la extremidad que se ampute y del estado de salud general del paciente.
La amputación puede realizarse con anestesia general (lo que significa que el paciente está dormido) o con anestesia raquídea, que adormece el cuerpo de cintura para abajo.
Al realizar una amputación, el cirujano retira todo el tejido dañado y deja la mayor cantidad posible de tejido sano.
El médico puede utilizar varios métodos para determinar dónde cortar y cuánto tejido eliminar. Estos incluyen:
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Comprobación del pulso cerca del lugar donde el cirujano tiene previsto cortar
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Comparar las temperaturas de la piel del miembro afectado con las de un miembro sano
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Búsqueda de zonas de piel enrojecida
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Comprobando si la piel cercana al lugar donde el cirujano piensa cortar sigue siendo sensible al tacto
Durante la propia intervención, el cirujano:
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Eliminará el tejido enfermo y cualquier hueso aplastado
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Alisar las zonas irregulares del hueso
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Sellar los vasos sanguíneos y los nervios
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Cortar y dar forma a los músculos para que el muñón, o el extremo de la extremidad, pueda tener un miembro artificial (prótesis) unido a él
El cirujano puede optar por cerrar la herida de inmediato cosiendo los colgajos de piel (lo que se denomina amputación cerrada). O bien, el cirujano puede dejar el lugar abierto durante varios días por si es necesario extraer más tejido.
A continuación, el equipo quirúrgico coloca un apósito estéril en la herida y puede colocar una media sobre el muñón para sujetar los tubos de drenaje o los vendajes. El médico puede colocar la extremidad en tracción, en la que un dispositivo la mantiene en posición, o puede utilizar una férula.
Recuperación de la amputación
La recuperación de la amputación depende del tipo de procedimiento y de la anestesia utilizada.
En el hospital, el personal cambia los apósitos de la herida o enseña al paciente a cambiarlos. El médico vigila la cicatrización de la herida y cualquier condición que pueda interferir en la curación, como la diabetes o el endurecimiento de las arterias. El médico prescribe medicamentos para aliviar el dolor y ayudar a prevenir la infección.
Si el paciente tiene problemas de dolor fantasma (una sensación de dolor en el miembro amputado) o de dolor por la pérdida del miembro, el médico le recetará medicamentos y/o asesoramiento, según sea necesario.
La fisioterapia, que empieza con ejercicios suaves de estiramiento, suele comenzar poco después de la operación. La práctica con el miembro artificial puede comenzar tan pronto como 10 o 14 días después de la cirugía.
Lo ideal es que la herida se cure por completo en unas cuatro u ocho semanas. Pero la adaptación física y emocional a la pérdida de un miembro puede ser un proceso largo. La recuperación y rehabilitación a largo plazo incluirá:
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Ejercicios para mejorar la fuerza y el control muscular
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Actividades para ayudar a restablecer la capacidad de realizar las actividades cotidianas y promover la independencia
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Uso de miembros artificiales y dispositivos de asistencia
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Apoyo emocional, incluido el asesoramiento, para ayudar con el duelo por la pérdida del miembro y la adaptación a la nueva imagen corporal