Si se despierta sintiéndose débil, mareado o inestable, puede ser un signo de cualquier cosa, desde no haber bebido lo suficiente hasta una condición médica como la apnea del sueño. Conozca las causas más comunes de los mareos matutinos y cómo manejar esas condiciones.
Conozca las causas más comunes de los mareos matutinos y cómo manejar esas condiciones. Y llame a su médico si se siente mareado con regularidad, o si siente que la habitación da vueltas después de levantarse de la cama.
Medicamentos
Muchos tipos de medicamentos pueden causar mareos, por la mañana o en otros momentos. Entre ellos están los antidepresivos, los anticonvulsivos, los medicamentos para la presión arterial, los medicamentos para la alergia, los medicamentos para la próstata y los sedantes.
Hable con su médico o farmacéutico si sospecha que uno de sus medicamentos le está causando mareos. Eso puede ser una señal de que necesitas hacer ajustes en la dosis o en el tipo de medicamento.
Deshidratación
Si no bebes suficientes líquidos, o los adecuados, puedes deshidratarte. Demasiado alcohol o cafeína pueden dejarte deshidratado. La escasez de líquido en el organismo dificulta el buen funcionamiento del cerebro y del cuerpo, lo que puede provocar mareos.
Por supuesto, no puedes beber agua mientras duermes. Pero, si escatimas en agua y otros líquidos durante varias horas antes de acostarte, podrías estar especialmente deshidratado por la mañana. Ciertos medicamentos, como los del corazón, suponen un riesgo aún mayor de deshidratación.
Si además te sientes confuso, con sed y sin necesidad de orinar al despertarte, podrías estar deshidratado. Bebe un poco de agua. Y asegúrate de tomar suficientes líquidos durante el día para ayudarte a evitar los mareos matutinos por deshidratación.
Insuficiencia cardíaca
Cuando tienes insuficiencia cardíaca, significa que tu corazón no está bombeando la sangre alrededor de tu cuerpo tan bien como debería. Cuando es grave, el corazón no puede soportar el descenso natural de la tensión arterial al ponerse de pie. Como resultado, puede marearse.
Las personas con insuficiencia cardíaca también suelen tomar muchos medicamentos para su enfermedad, como pastillas para la tensión arterial y diuréticos. Los medicamentos pueden añadir problemas de mareo.
Apnea del sueño
La apnea del sueño es una enfermedad que hace que dejes de respirar durante varios segundos seguidos a lo largo de la noche. Eso disminuye la cantidad de oxígeno en la sangre, lo que puede provocar mareos.
La apnea del sueño también dificulta un sueño de calidad. Cuando te falta el sueño, puedes sentirte débil, tembloroso o como si no tuvieras equilibrio.
Si te mareas a menudo por la mañana y roncas, o si te sientes agotado después de lo que debería haber sido una buena noche de sueño, habla con tu médico para que te haga una prueba de apnea del sueño.
Niveles bajos de azúcar en la sangre
Un nivel bajo de azúcar en la sangre (hipoglucemia) puede causar cambios hormonales y químicos en su cuerpo que pueden hacer que se sienta tembloroso o mareado por la mañana.
Las personas con diabetes que toman insulina o sulfonilureas tienen un alto riesgo de sufrir una bajada de azúcar. Pero no es necesario tener diabetes para tener una bajada de azúcar de vez en cuando. Otras causas son los medicamentos, el consumo de alcohol sin comer y otras condiciones de salud, como una enfermedad hepática grave.
La mayoría de las veces, los mareos matutinos no son el único signo de una bajada de azúcar. También puede sentirse confuso o sudar mucho. Puede aumentar el nivel de azúcar en sangre comiendo o bebiendo algo que contenga azúcar, como el zumo de naranja.
Vértigo
Los canales del oído interno te ayudan a mantener el equilibrio. Si te dañas el oído interno, puedes perder el equilibrio y sentirte mareado o sentir que la habitación da vueltas. Eso se llama vértigo.
Esa sensación de mareo puede aparecer en cualquier momento. Suele ocurrir cuando cambias de posición, de estar tumbado a estar sentado o de pie, como cuando te levantas por la mañana.
Si tienes vértigo, también puedes sentir náuseas o vomitar. Esta afección no es grave y suele desaparecer por sí sola. Si no es así, un médico, fisioterapeuta o audiólogo puede guiarte a través de una serie de movimientos que restablecerán el equilibrio de tus oídos.