Los medicamentos para el TDAH funcionan para la mayoría de las personas, pero no para todas. Aprende por qué pueden dejar de funcionar y qué debes hacer si eso ocurre.
Por qué la medicación no siempre funciona
Los estimulantes son los medicamentos más comunes y eficaces para el TDAH. Los estimulantes aceleran los sistemas del cuerpo, lo que puede ayudar a concentrarse. Los médicos recetan dos tipos de estimulantes para el TDAH: los que contienen un compuesto llamado metilfenidato y los que contienen un compuesto llamado anfetamina. La mayoría de las personas con TDAH obtienen resultados con al menos uno de ellos. Pero algunas personas pueden no hacerlo por alguna de las siguientes razones.
La química de su cuerpo. Hasta 1 de cada 10 personas no obtienen resultados con ninguno de los dos tipos principales de estimulantes prescritos para el TDAH porque no funcionan con la química de su cuerpo. Aunque los expertos no están seguros de por qué, a veces los medicamentos pueden dejar de funcionar aunque lo hayan hecho en el pasado.
Cambios en los síntomas. La medicación en sí no siempre es el problema. Puede ser que los síntomas del TDAH se hayan agravado y que necesites más medicamento o uno diferente para obtener los mismos resultados. Los nuevos acontecimientos de la vida también pueden empeorar los síntomas. Por ejemplo, las situaciones estresantes y exigentes pueden dificultar aún más la concentración. Por eso es importante que hables con tu médico o terapeuta sobre lo que está ocurriendo en tu vida cuando les digas que tu medicamento no parece hacer lo que solía hacer.
Otro problema de salud. También es posible que otra enfermedad sea la culpable de los nuevos problemas que parecen síntomas de TDAH. Estos nuevos problemas podrían hacer parecer que su medicamento es ahora menos eficaz. De hecho, se estima que el 81% de los adultos con TDAH tienen al menos otra afección, como un trastorno de ansiedad, depresión, abuso de sustancias o un trastorno del estado de ánimo. La depresión y la ansiedad son especialmente comunes en las personas con TDAH. Síntomas como el pensamiento confuso y la falta de concentración pueden tener su origen en la ansiedad o la depresión. Tratarlos puede hacer que sea más fácil concentrarse y hacer las cosas que necesitas hacer, como trabajar y cuidarte.
Qué hacer si la medicación deja de funcionar
Si estás tomando medicamentos para el TDAH y tus síntomas no mejoran o empeoran, díselo a tu médico. Es posible que le recomiende que aumente lentamente la dosis. Si eso no funciona, puede que tengas que probar otro medicamento. Aunque los estimulantes son la opción más común para el TDAH, tu médico puede recomendarte que pruebes otros no estimulantes, como la atomoxetina, el bupropión o los antidepresivos tricíclicos.
Algunos médicos recomiendan hacer una pausa en la toma de medicamentos cuando éstos no parecen funcionar. Esto implica dejar de tomar el medicamento durante uno o dos meses y luego volver a tomarlo. A veces esto puede hacer que vuelva a ser eficaz. Pero puedes notar un aumento de los síntomas del TDAH mientras no tomas la medicación. Por eso, los expertos recomiendan tomarse unas vacaciones del fármaco durante los días festivos, las vacaciones u otros momentos de calma, si es posible.
Pero nunca deje de tomar su medicamento sin hablar primero con su médico. Es posible que le recomiende una reducción gradual (es decir, una disminución lenta de la cantidad que toma). También puede recomendarte que utilices tratamientos no farmacológicos para aliviar los síntomas del TDAH. Algunos tratamientos no farmacológicos son:
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Ejercicio regular. Las investigaciones demuestran que la actividad física puede ayudarle a prestar atención. También puede mejorar tu estado de ánimo e incluso puede reducir los comportamientos de riesgo relacionados con el TDAH.
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La neurorretroalimentación, también conocida como entrenamiento cerebral o biorretroalimentación EEG. Consiste en colocar un arnés con sensores en el cuero cabelludo para monitorizar las ondas cerebrales mientras se juega a un juego computerizado. Esto puede controlar los síntomas del TDAH, aunque los expertos dicen que necesitan más investigación.
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Terapia de conversación con un psicólogo o terapeuta especializado en TDAH.
Es importante que hables con tu médico sobre cómo te sientes y compartas cualquier problema nuevo. Eso puede ayudarles a averiguar si tienes otro problema de salud que te dificulta la concentración y el funcionamiento.