Juego asociativo para niños pequeños: ¿Qué es?

El juego asociativo consiste en que los niños pequeños aprenden a interactuar con los demás a través del juego. Descubra más sobre sus beneficios.

El juego asociativo es una etapa fundamental del desarrollo del niño, cuando empieza a aprender habilidades sociales sencillas, como la interacción con sus compañeros durante el juego. Es su primera etapa de interacción social. Conocer las etapas del juego puede ayudarte a maximizar el potencial de aprendizaje de tu hijo en cada edad.

Cuáles son las seis etapas del juego?

Durante los primeros años de su vida, su hijo aprende constantemente sobre el mundo que le rodea. Desde la primera vez que cogen un sonajero hasta la sensación de la hierba bajo sus pies, los niños absorben constantemente experiencias sensoriales y sociales.

Pero, como los padres saben muy bien, no son bebés para siempre. Los niños aprenden a socializar jugando.

No hay una regla rígida sobre la edad que debe tener un niño cuando pasa por cada etapa, pero ten por seguro que pasará por las seis etapas a medida que crezca y se desarrolle a través de sus hitos.

Juego desocupado.

Esta etapa se produce en los tres primeros meses de vida del bebé. Puede parecer que no hacen mucho, pero empiezan a establecer vínculos con su cuidador y a descubrirse a sí mismos moviendo partes de su cuerpo. La interacción con los padres o cuidadores, como la hora de la barriga, el canto e incluso la sujeción de un sonajero, les ayuda a desarrollar sus primeras habilidades y su conciencia.

Juego en solitario.

Los niños suelen jugar en solitario de 0 a 2 años. Todavía no les interesa jugar con nadie y se conforman con descubrir sus juguetes solos. Esta fase es importante porque aprenden habilidades motrices, causa y efecto, conciencia de su entorno y, para alivio de los agotados padres de todo el mundo, a entretenerse.

Juego con el espectador.

Alrededor de los dos años, los niños comienzan algo que se llama juego de mirón. Esto significa que simplemente observan a otros niños jugar en el patio o en la guardería. Pueden hacer preguntas o incluso conversar con los otros niños, pero prefieren mantener las distancias.

Juego paralelo.

El juego paralelo suele darse a partir de los dos años. Al haber descubierto recientemente sus habilidades motrices, los niños pequeños tienen más confianza y están preparados para utilizarlas. En esta etapa, suelen sentarse cerca de otros niños y jugar con sus propios juguetes. Tampoco hablan necesariamente ni intentan conversar, pero están aprendiendo a trabajar juntos.

Juego asociativo.

Los niños suelen comenzar el juego asociativo alrededor de los tres años. En esta etapa, comienzan a realizar actividades comunes o podrían compartir juguetes y materiales con sus compañeros. Pueden participar en la misma actividad, como correr en círculo o jugar a disfrazarse, pero esa actividad no suele estar organizada ni tener un objetivo. Hay poca comunicación porque cada niño está absorto en lo que hace.

Juego cooperativo.

En el juego cooperativo, los niños empiezan a mostrar interés por los demás y por la actividad. Pueden planear un juego de pato-ganso o tal vez jugar un juego de deportes. El juego cooperativo enseña a los niños a manejar los conflictos, a regular las emociones y a aprender a comprometerse. El juego cooperativo es una parte esencial del desarrollo emocional y social del niño.

Beneficios del juego asociativo

Cuando su hijo es un niño pequeño, está tan interesado en descubrir cosas nuevas que a menudo puede ignorar el mundo que le rodea y ensimismarse. Cuando entran en la etapa del juego asociativo, suelen empezar a salir de sus propias experiencias, a interactuar con otros y a hacer amigos.

El juego asociativo puede ayudar a mejorar las habilidades lingüísticas, la resolución de problemas y la cooperación social en general. Su hijo también aprenderá a compartir o intercambiar juguetes y a pensar por sí mismo. Puede que se comunique sobre una actividad común o incluso que permita o niegue a otro niño el acceso a su círculo de juego...

Cada etapa del juego, desde el recién nacido hasta el preescolar, tiene muchos beneficios. Los niños desarrollan habilidades sociales, funcionales y emocionales fundamentales durante estas sesiones de juego, pero hay que recordar que no hay un plazo estricto para que un niño pase a otro tipo de juego. Cada persona es diferente, y los niños no son una excepción.

Hot