Cómo hacer que sus hijos hablen con usted

¿Te sientes a veces como un extraño que mira la vida de tu hijo adolescente? Aprenda a comunicarse mejor y a fomentar la confianza y el respeto con sus hijos.

Convertirse en un buen comunicador

Las relaciones familiares son vínculos que duran para siempre, y una buena comunicación es crucial. Cuando padres e hijos pueden hablar libremente entre ellos, los niños crecen sintiéndose apoyados y queridos. Los padres que saben lo que ocurre en la vida de sus hijos pueden detectar los problemas antes de que empiecen y enseñar a sus hijos cómo podrían ser sus padres en el futuro.

La falta de comunicación puede ser un círculo vicioso en las familias: los padres se sienten excluidos de la vida de sus hijos, mientras que los hijos piensan que los padres no entienden nada. Con demasiada frecuencia, la incapacidad de ver el otro lado empeora las cosas.

Los padres olvidan que los niños son personas distintas a ellos y que tienen sus propios puntos de vista. Los niños, especialmente los adolescentes, se olvidan de que los padres son personas, que cometen errores, que tienen muchas cosas en la cabeza y que tienen sentimientos y dificultades para dejar ir a sus hijos y hacerlos crecer.

Escuchar es la clave

Hablar es solo una parte de la comunicación. Escuchar bien es la base de la confianza y el respeto, pero muchos escuchan para responder en lugar de para entender. Los niños no expresan sus pensamientos y sentimientos si los padres no los escuchan. Los padres que sermonean e ignoran el punto de vista de sus hijos no sólo les enseñan a no compartir, sino que no les enseñan importantes habilidades para la vida. Tener una mente abierta, estar dispuesto a discutir todas las opciones e incluso escuchar sin juzgar son habilidades que los padres necesitan y deben enseñar a sus hijos.

Dedique tiempo a su hijo. Con demasiada frecuencia, nos ocupamos y pensamos que estamos prestando atención, pero los niños pueden no verlo así. Deje a un lado las distracciones, dedique menos tiempo a actividades vacías o que requieran mucho tiempo y esté más atento. Dedica tiempo a experimentar la vida juntos. Haga que sus hijos participen en la cocina con usted, planten un jardín, vayan a pescar o lancen una pelota al patio. Las experiencias crean recuerdos y los momentos compartidos os acercan. Recuerda que si muestras un interés sincero por la vida de tu hijo, mantienes la calma y le ofreces ideas para resolver los problemas sin juzgarlo, es más probable que se abra.

Consejos para una comunicación eficaz

Mantener la calma es crucial. Nada acabará con los intercambios como reaccionar de forma exagerada ante un problema. Recuerde que cuando su hijo comparte una preocupación o un problema que tiene, no necesita ser juzgado. Si tu primera reacción es sacar conclusiones precipitadas, tu hijo no se molestará en compartir contigo en el futuro.

Ofrezca opciones en lugar de un sermón. Los niños desconectan cuando los padres les dan lecciones. Los sermones de los padres suelen sonar condescendientes, se van por la tangente o se desvían hacia lo absoluto. Muchos adolescentes no están lo suficientemente desarrollados emocionalmente como para pensar en abstracto y suelen dejar de escuchar. Si usted empatiza y ofrece algunas ideas constructivas, su hijo puede confiar en usted como fuente de ayuda en lugar de hostilidad.

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A menudo, basta con estar presente. Como seres humanos, a veces saber que tenemos el amor y el apoyo incondicional de nuestras familias puede darnos suficiente valor y fuerza para afrontar un problema. Hacer saber a tu hijo que confías en su criterio pero que puedes ayudarle si lo pide puede ser exactamente lo que necesita?

Mantén la naturalidad

Cuando conviertes la comunicación en un evento programado, puedes hacer que tu hijo se sienta nervioso y ansioso. En su lugar, deje que su comunicación se convierta en una parte habitual de la vida. Si normaliza la comunicación cuando los niños son pequeños, sentará las bases para que cuando tengan un problema, quieran su consejo...

Algunas formas de mantener una conversación fluida son:

  • Las comidas familiares son un momento para que la familia se reconecte y hable. Puedes hacer preguntas concretas o dejar que los niños saquen un tema. Bono: la conversación nocturna enseña a los niños a comunicarse en grupo.

  • Los paseos pueden darte tiempo a solas con tus hijos. Si saben que pueden contar con tiempo a solas con uno de los padres, puede ser un momento para abrirse.

  • Cocinar juntos es una oportunidad para enseñar habilidades para la vida y divertirse, pero trabajar por un objetivo común también puede hacer que tus hijos se sientan seguros cuando comparten sus sentimientos.

  • Los viajes en coche son perfectos para las conversaciones que tu hijo puede temer. Estáis solos y no tienes más remedio que escuchar, pero como estás conduciendo y prestando atención a la carretera, hay menos espacio para la incomodidad.

Línea de fondo

Tus hijos sólo son niños durante un tiempo. Quieres estar ahí para ellos, y desde luego quieres que se sientan seguros hablando contigo. Si te aseguras de escuchar con respeto y amabilidad, dales ánimos y soluciones sin quitarles decisiones. Recuerda mantener la calma. Tus hijos querrán ser abiertos contigo, y vuestros lazos familiares serán duraderos.

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